Andrés López: “La fotografía es luz”

El reconocido fotógrafo español es un ferviente defensor de los animales víctimas de violencia y abandono. Sus retratos de perros y gatos son conmovedores en pos de fomentar la adopción y la concientización. En una reveladora nota, López cuenta sobre su vasta trayectoria y su formación profesional, así como de su lucha contra los zoológicos y todo tipo de maltrato animal como la tauromaquia y la caza.

Por Cecilia Inés Villarreal.

-Andrés, ¿por qué “fotógrafo”?

-Realmente nunca me he considerado un fotógrafo. En realidad, nunca me he considerado nada en absoluto. Me resulta absolutamente pretencioso. Todos los días conoces algo nuevo. Todos los días lees, te formas, aprendes de otras personas, por lo tanto ¿cómo puedes considerarte profesional o maestro de algo?

– ¿Cómo empezaste con tu profesión? ¿Cuándo se despertó tu vocación fotográfica?

– Estudié en la Escuela de Arte. Lo gracioso de mi vida es que me apasionaba la ilustración y el comic, pero pasaba los días dibujando edificios y ciudades. Esto me llevó a formarme como diseñador e interiorista que es de lo que intento ganarme la vida todos los días. En medio de toda esta locura adolescente, una de las asignaturas fue la fotografía. Era como pintar, pero más rápido. Me fascinó. Luego, mi otra vocación, los animales y la Naturaleza, vienen desde que era niño. Esto también fue abriéndose camino en mi vida y me llevó a militar en varias organizaciones ecologistas importantes de España. Usar la cámara para fotografiar lo que veía en los campos y montañas fue un tránsito natural. Finalmente me convertí en fotógrafo de Naturaleza.

– ¿Cómo decidiste la especialidad a la cual dedicarte en la fotografía?

– Como fotógrafo me gusta todo: moda, street, desnudo, viajes, animales salvajes, flora, paisajes, gastronomía. Todo es un reto técnico y artístico que me mantiene vivo y curioso en la actividad fotográfica. Igualmente, mi actividad naturalista y ecologista me ha llevado a tener contacto con mucha gente que se dedica a los animales. Fue así que descubrí el drama del abandono y maltrato animal en España. Un día, decidí que debía ayudar con lo que mejor se hacer que es crear retratos fotográficos, para que esos animales tuvieran más opciones de adopción. Si los sacaba “guapos”, bellos, con fotos espectaculares tipo estudio, pensé que aumentarían sus opciones. Así llevo diez años ininterrumpidos. Entre medias he iniciado otros proyectos como “Esta Soy Yo” sobre la belleza natural femenina y ahora “Salvajes” donde intento mostrar la realidad de los zoológicos.

– ¿Qué le aconsejarías a alguien que desea dedicarse a la fotografía de animales?

– No soy de dar consejos a nadie, pero sí pido a cualquiera que quiera dedicarse a la fotografía que busque su estilo, que no copie ni plagie. Un fotógrafo o fotógrafa es un ser creativo, artista, original. ¿Quieres fotografiar animales de compañía? “Perfecto, ármate de paciencia” porque es el único requisito para retratar animales y busca tu estilo.

– ¿Se puede enseñar a ser “fotógrafo”? ¿Cuánto hay de talento y cuánto, de estudio?

– Evidentemente hay una parte técnica que se puede aprender, ya sea mediante aprendizaje reglado o autodidacta. La fotografía está basada en la tecnología. Hay que conocerla y manejarla para conseguir los resultados que buscas. Pero el talento es algo que, como en todas las artes, es básico y fundamental. Sin talento, sin ideas, sin originalidad y ganas, puedes tener la mejor cámara del mundo, pero tus fotografías siempre serán mediocres. La pregunta sería si el talento se aprende….

– ¿Se aprende el talento?

– Yo creo que sí. Al menos, en fotografía, se puede viendo aquellas realizadas por otros y otras, observando el trabajo de los demás. Durante algunos años, tuve en el estudio personas becadas que venían a diario para hacer prácticas. Uno de los ejercicios que les obligaba a hacer varios días de la semana, era sentar a estas personas delante de un PC a visionar fotografías de otros en bancos de imágenes como 500px y plataformas similares. Salen de las escuelas con mucha teoría, pero apenas saben de composición, de equilibrios visuales y de color. Sus fotos, a pesar de estar ya licenciados en alguna rama profesional de artes visuales, son flojas y sin fuerza visual. Visionar todos los días fotografía realizadas por los mejores te ayuda a “educar el ojo” y, de alguna manera, estás formando tu talento.

– ¿De qué manera influyeron las redes sociales en la fotografía y en el “ser fotógrafo”?

– En mi caso, soy de la vieja escuela. Creaba imágenes en película química de 35mm cuando internet iba a pedales y los emails llegaban a los teléfonos móviles como mensajes sms. Así que, simplemente, me he ido adaptando a la evolución de la tecnología que hemos ido teniendo, tanto con la fotografía digital como con internet.

– ¿Cuál es, a tu criterio, el componente esencial de una fotografía? O aquél que se debe destacar. ¿La luz, los planos…?

– La fotografía es luz, por su presencia o por su ausencia. Siempre se basa en la luz. Cualquier imagen creada con la luz adecuada se convierte en una obra de arte.

– ¿La suerte podría ser un factor al momento de tomar una imagen?

– En algunos casos sí, pero casi todas las grandes imágenes tienen un trabajo previo de planificación, conocimiento técnico de las herramientas, etc. Por supuesto, el momento es importante y, en mi caso concreto, un gesto único e irrepetible que realiza un perro cuando disparo mi obturador, puede convertirse en una gran fotografía. Un lametazo o un guiño se consiguen porque existe ese momento único. Además, la experiencia de años retratando animales te dice que ese instante va a ocurrir y debes estar preparado para captarlo cuando ocurra.

– ¿Cuál es tu fotografía predilecta y por qué? ¿Podés elegir sólo una o tenés varias que te impactaron?

– Es una pregunta recurrente y siempre contesto lo mismo: todas. Cada uno de los animales que retrato tiene una historia espantosa detrás y yo intento que su retrato cuente esa historia. Cada una de esas fotografías es horrible y muestra lo que los seres humanos somos capaces de hacer a un animal que ha sido nuestro compañero, miembro de la unidad familiar. Lo más impactante de estas imágenes es la normalidad de algunas de esas historias. Las más comunes, las más cotidianas, la del perro abandonado en la carretera, o atado en un banco de la calle, sin más, con una bolsa al lado con su cuenquito de comida, su cama y sus juguetes.

La cámara como denuncia: sensibilidad y sentimientos

– ¿Cómo y cuándo iniciaste tu lucha contra el maltrato y el abandono animal?

– Cuando comencé con este proyecto tuve que visitar muchos mercadillos solidarios y contactar con muchas protectoras. Nadie me conocía y lo que era más difícil, convencer a la gente que lleva los refugios que, lo que yo hacía, era gratis. Apenas lo creían. Vivimos en un mundo donde nadie da ni regala nada, por lo que es compresible que esta gente, -acostumbrada a no recibir ayuda-, se sienta sorprendida cuando un tipo les dice que va a retratar a esos animales gratis. Poco a poco, semana tras semana, fue consolidándose un trabajo en perreras y refugios por toda España. Llegaron las adopciones gracias a estos retratos, junto con reportajes en prensa nacional y una exposición itinerante.

– Es muy bueno esto …!

–Si. Diez años después, tengo una tremenda lista de solicitudes de muchas asociaciones que voy atendiendo cuando mi economía lo permite. Todo lo financio de mi bolsillo: viajes, estancia, equipo. No cobro nada, ni siquiera dejo a las asociaciones que me financien nada. Bastante tienen con las enormes facturas veterinarias. Si en algún momento necesito algo, como un objetivo, un flash nuevo -porque el que tengo lo he fundido de tanto trabajo- o un fondo para el estudio, pido ayuda a las marcas de fotografía o de comida de animales, para que me renueven equipo, o financien la exposición, por ejemplo.

-Con “Proyecto Invisibles” has fotografiado a más de 10 mil animales. Fue publicado en prestigiosos medios como “El Mundo”, “National Geographic España” y el “diario.es”, a partir de este éxito rotundo, ¿cuál es su futuro?

-Hace unos tres años me diagnosticaron una depresión profunda. Tuve que pasar por un proceso médico con, primero psicólogas y posteriormente, según me iba deteriorando mentalmente, con psiquiatras. Mi vida estaba destruida y cada sesión fotográfica en un refugio, cada historia que conocía de sufrimiento animal, me llevaba más profundo al agujero. Recuerdo que, en una de aquellas sesiones terapéuticas, se me llegó a aconsejar que debía abandonar el proyecto fotográfico porque temían por mi estabilidad mental y la posibilidad de la autodestrucción y el suicidio.

– ¿Qué hiciste al respecto?

– Mi respuesta fue “¿y quién va a hacerlo si yo no lo hago?”. Este trabajo me ha triturado la cabeza pero amo lo que hago. No puedo dejar de hacerlo. Mientras que haya un animal maltratado y abandonado en un refugio, tendré que seguir disparando mi cámara. Amo y odio lo que hago así que respondiendo a la pregunta, creo que el futuro del “Proyecto Invisibles” será mi propio futuro. Mientras siga vivo, seguiré visitando perreras.

Difusión y concientización: el rol de las nuevas tecnologías

– ¿Cómo se puede crear conciencia? ¿Son suficientes las redes sociales para difundir?

– Este debate sobre la concienciación es antiguo. Al igual que con otros dramas sociales y humanos como los accidentes de tráfico o el tabaquismo, nadie tiene una fórmula secreta que solucione el problema en un tiempo breve. Todos requieren de varias generaciones que sean educadas convenientemente para que no se repitan estos conflictos y malas acciones. El respeto a los animales en general y a los animales de compañía en particular, pasa por hacer pedagogía infantil sistemática que enseñe a las nuevas generaciones que un animal no es una cosa ni un objeto. En el momento que una generación llegue a la edad adulta con esto interiorizado, se acabó el abandono animal y el maltrato. Se acabará la tauromaquia, la caza y todas las actividades donde un animal recibe sufrimiento gratuito por parte del ser humano.

– ¿Crees que, a veces, pueden ser contraproducentes?

– Las redes sociales son importantísimas. Éstas son los nuevos medios de comunicación globales. Antes, un artista para darse a conocer necesitaba una proyección social que solo se la podía proporcionar alguien o algo con dinero que moviera su obra o talento en los círculos adecuados. Ahora cualquier persona creativa hace llegar su obra o talento sin esfuerzo económico a millones de personas por todo el mundo. Si lo que haces es bueno, las redes sociales son tu mejor embajador. No considero en absoluto que sean contraproducentes. En mi trabajo fotográfico son fundamentales. Mis retratos de animales abandonados y maltratados llegan a miles de familias. Suelo decir que nunca se sabe dónde está la familia para ese perro o ese gato sin hogar, pero las redes sociales lo encontrarán.

– Llegan a todos lados…

– Si, si. Es cierto. Lo que sí es importante decir -y es algo que intento hacer- es no limitarme a las redes sociales. Buscar nuevas formas de difusión, para que mi discurso salga de los círculos habituales. Por ejemplo, conceder una entrevista a una revista que no tiene nada que ver con temas de animales. Con esto, estoy llegando a un público nuevo lo cual es maravilloso. Recuerdo una vez un reportaje que me hicieron en la revista “Semana” española que se dedica básicamente a cotilleos sobre personas famosas y aristocracia. Esta revista se encuentra en prácticamente todos los salones de peluquería y belleza femenina de este país. Miles de mujeres conocieron el “Proyecto Invisibles” y vieron en aquellas páginas varios de estos animales.

– ¿Cómo está la situación actual en España en relación con el maltrato animal y específicamente en Madrid?

– Tanto en Madrid como en el resto del país seguimos con las mismas cifras de abandono desde hace años. La fundación Affinity realiza anualmente un estudio sobre el abandono animal y apenas oscilan las grandes cifras. En el año 2023 protectoras y refugios han recogido más de 286.000 animales abandonados por sus familias. Según estos mismos informes, en el año 2019 fueron 306.000 animales y podría considerarse una ligera tendencia a la baja, pero siguen siendo cifras horribles.

– ¿Tuviste inconvenientes a nivel político por tu postura ideológica en defensa de los animales?

– Mi proceso ideológico personal estaba ya bastante fundamentado cuando inicié el “Proyecto Invisibles”. Siempre he sido una persona de izquierdas y no lo escondo. Defiendo lo público, la igualdad, la equidad, la empatía hacia personas y animales. Siempre he defendido este pensamiento político y ético, así que, cuando comencé mis retratos en protectoras, puse mucho de este pensamiento crítico en mi discurso contra el abandono. A lo largo de estos diez años he ido puliendo este proyecto y no me he limitado a retratar animales y ayudándoles a encontrar hogar. También he dado charlas, conferencias, exposiciones y campañas de publicidad. Colaboro cediendo mis imágenes a organismos estatales que desarrollan campañas de concienciación sobre colonias felinas o maltrato animal, etc.

– Hubo un desarrollo completo…

– Exacto. El “Proyecto Invisibles” ya no es solo un tipo haciendo retratos. Es algo más grande y amplio. Me gustaría pensar que se ha convertido en algo muy poderoso que crea conciencia. Todo esto me ha traído algún que otro problema con el mundo de la caza al que suelo acusar de su maltrato reiterado a los perros que usan como cosas y tiran a la basura cuando ya no les hacen el servicio que ellos quieren. También he sufrido ataques a la web del proyecto que me han tumbado en varias ocasiones.

– ¿Cómo sigue la lucha con “Proyecto Salvajes”?

– Sigo trabajando en ello. Es un proceso creativo distinto, requiere más tiempo y dinero para poder viajar a los lugares donde hay núcleos zoológicos públicos y los tickets de entrada también suelen ser muy caros. A esto hay que añadir que el equipo fotográfico que uso también es distinto, necesito una cámara discreta, pero al mismo tiempo que me de calidad de imagen y esto hace que tenga que invertir mucho dinero en cámaras como Leica que me ofrecen estas características. Así que es un proyecto que me emociona mucho los resultados que estoy obteniendo hasta el momento, pero voy despacio por estos inconvenientes que son básicamente económicos.

– ¿Estás conectado con otras asociaciones en Europa, América y el resto del mundo?

– Lamentablemente, no tengo contacto continuo fuera de España. Algunas de mis imágenes han sido usadas por organizaciones alemanas y finlandesas que vienen a España a rescatar animales abandonados. Mis imágenes les ayudaban a difundir en esos países, pero no he podido cruzar fronteras aún. Como he comentado, todo mi trabajo lo financio de mi bolsillo y paupérrima economía personal así que plantarme viajar es algo imposible. Por otro lado, hay demasiado trabajo aún en mi país, no hace falta ir a ningún sitio más.

-Si no eras fotógrafo, ¿qué habría sido de tu vida?

– Tengo un problema vital y es que me gustan muchas cosas e intento desarrollarlas todas ellas. Músico, arquitecto, pintor, escritor… son muchas las cosas que me alimentan el alma.

– Te dan un formulario y te preguntan “profesión”. ¿Qué respondés?

– Ser humano en prácticas.

– Si por la puerta de tu casa, entrase el Andrés López de 18 años, ¿qué le dirías?

– Le pegaría una paliza y le obligaría a estudiar derecho o economía, algo de provecho.

Sitios web de Andrés López

Fotopets. Proyecto Invisibles. https://www.fotopets.es/

Proyectos Salvajes. https://www.salvajes.org

3 comentarios en “Andrés López: “La fotografía es luz””

  1. Me ha encantado la entrevista. Sigo a Andrés desde hace unos años por Instagram y adoro el trabajo que hace, cómo consigue captar en un retrato la historia de cada animal y cómo cuenta su historia. Solo una persona sensible y con un gran corazón sería capaz de transmitir tanto.

  2. Somos muchos, muchísimos los que le seguimos y admiramos como fotógrafo profesional y como humano comprometido con causas tan duras: dar voz a los más silenciados. Sus imágenes transmiten la inteligencia y las secuelas de seres que han sufrido y que esperan una nueva oportunidad en la vida.. Nuestros hermanos los animales no humanos, los que han contribuido a que nosotros seamos «civilización» y a los que explotamos y maltratamos sin pudor. Gracias infinitas Andrés.

  3. Me emociono cuando veo sus fotos .se siente el alma rota de esos pobres animales al no entender q hicieron mal a esos psicopatas q les abandonaron sin remordimiento .
    Gracias Andres por tu gran trabajo

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