No siempre ocultar la suciedad debajo de la alfombra es lo mejor. Ahora se le dice, en otro sentido, «procrastinar». Lo que para muchos/as es «avanzar en la vida», termina siendo una bomba que puede explotar en cualquier momento. Esto es algo que trasciende la realidad, por más venturosa que sea. Por eso, ante el retorno al país de Santiago y Ana para dar a luz a su primera hija, el presente de bonanza de la pareja se ve ensombrecido desde el lugar más inesperado.
Pero vayamos al principio de todo. Una cena organizada para agasajar a los recién retornados ante un momento crucial de su vida, convoca a los amigos más cercanos. Dice el refrán que “a los amigos no los busques perfectos, buscalos amigos”. Esto es fundamental en pos de analizar los excelentes diálogos que tiene la película. La pregunta de siempre en este tipo de vínculos, el como mantenerlos a través del tiempo sin que la esencia (¿inocencia? ¿credulidad?) de la adolescencia no se altere.
El mismo título de la película avisa por donde va a girar el guión del film. Santiago y Lucía tenían una relación de amistad muy cercana. Los “mejores amigos”, dirían por ahí. El destino los alejó geográficamente –como a todo el grupo- pero es notorio el amor que se tienen. Más aún por el pasado de complicidad y compañerismo que tenían, ahora con los años y la vida vivida. El gran problema es quien es ese nuevo novio de Lucía que, justamente, no es de las personas más queridas en el mundo por Sebastián.
Será en esa mentada cena de reencuentro donde los conflictos estallan. Es el preciso instante en que comienza a desmenuzarse el film, como si fuese una situación de mamushkas constantes. Es pelar una cebolla de múltiples capas en las que aparecen diversas posturas frente a la vida. Los adolescentes del ayer, son los adultos de hoy. Esto no quita que haya algo en el «debe» de sus vidas. Las preguntas saltan instantáneamente. Lo mismo ocurre con las formas en que se lucha contra esos fantasmas que todos y todas tenemos en nuestras existencias.
La riqueza del texto permite el desfile de problemáticas de diversa índole. Las relaciones mediadas por las redes sociales, la forma en que se solucionan los problemas y la lealtad de las amistades juegan su partida entre hombres y mujeres que tienen vidas que, en ocasiones, los une más el espanto que el amor. Párrafo aparte al diseño de los personajes de Lucía y su novio. Un gran hallazgo por la manera en que se potencia la presencia de ambos.
De alguna manera, el film es una especie de “Lado B” de “La culpa de nada», la muy interesante y corrosiva película de Victoria Hladilo, aunque en ésta, la reunión de amigos gira sobre temas similares aunque se ancla en la realidad.
En el marco de un elenco solvente, Victorio D’Alessandro carga sobre sus hombros, una actuación de calidad, con los matices adecuados para cada momento. La dirección es precisa con el ritmo que plantea para desarrollar la historia. Sin prisa pero sin pausa, cada personaje con su respectiva historia tiene su tiempo para llegar a un final que invita seguir el relato, una vez concluida la película.
“El nuevo novio de Lucía” esboza e inquiere al mismo tiempo, en relación con problemáticas actuales, que deben ser tratadas de manera inmediata. Más aún en una sociedad que, pareciera, estar una postura pendenciera y despreciativa frente a quienes necesitan ayuda. Algo que todos y todas necesitamos en algún momento de la vida.
Cine Gaumont. Av. Rivadavia 1635. Jueves 28 al miércoles 4 de diciembre. A las 12 y 20.30 h.
Ficha Tecnica
Guionista y Director: Matías De Leis Correa. Elenco: Victorio D’ Alesssandro, Julia Dorto, Diego Alfonso, Guido Botto Fiora, Candela Iriarte, Santiago Magariños, Miguel Di Lemme, Andrea Ferratti, Matías De Leis Correa, Lorena Cuevas Solagaistua, Jano Sanvicente y Frank Maldonado. Título original: El nuevo novio de Lucía. Origen: Argentina-México-Reino Unido. Año 2024. Duración: 92 minutos. Género: Drama / Thriller. Calificación SAM 13. Distribución Cinetren. Productores: Diego Alfonso, Murray Dibbs, Matías De Leis Correa. Productores Ejecutivos: Evelyn Flores, Verónica Murta, Facundo Acosta, Carolina da Costa Cambio. Asistente de dirección: Victoria Mammoliti. Continuista: Joaquín Villafañe. Jefa de Producción: Verónica Murta. Asistente de producción: Carolina da Costa Cambio. Ayudante de producción: Gabriela Gross. Directora de fotografía: Evelyn Flores. Gaffer: Facundo Acosta. Camarógrafo: Valentin Rougier. 1er asistente de cámara – Foquista: Gretell González. 2da asistente de cámara y Cámara B: Camila Zanotti, Danae González. Director de Sonido: Fernando A. Nazar. Microfonista – Asistente de sonido: Carla De Leis Correa. Director de Arte: Matías Martinez. Asistente de arte: Tomi Gut. Vestuario: Facundo Regina. Maquillaje: Camila Monroy. Peinado: Naty Rayo. Ayudante de maquillaje y peinado: Micaela Dickel. Montajista: Matías De Leis Correa. Colorimetría y postproducción: Evelyn Flores. Postproducción sonora y diseño sonoro: Fernando A. Nazar / Polarsound. Mezcla, grabación y mastering: Fernando A. Nazar / Polarsound. Banda sonora y composición musical: Fernando A. Nazar. Contadora: Carolina da Costa Cambio.