Pero no se quedó ahí. Volvió a brillar en la excelente vuelta de “Decadencia”, esa gema de Stephen Berkoff y magistral dirección de Rubén Szuchmacher. Allí, fue Helen y Cybil, dos mujeres de clases sociales diferentes pero muy reconocibles al ojo y la neurona atenta.
Tres “flores” enaltecieron tres propuestas tan diferentes como atrapantes. Florencia Michalewicz brilló en “La voluntad” de César Brie en la que le toca llevar adelante a la filósofa Simone Wiell. Michalewicz va y viene a través del tiempo con naturalidad, en diversos estados de ánimo y vivencias de la pasional Weil.
Por su parte, Florencia Benitez es una de las protagonista de “Rufianes”, gran musical que tuvo su patria en el Galpón de Guevara. Benitez es Rosa, la dama por la cual disputan su amor dos hermanos (Romano y Juan), siendo ella una prostituta manejada por Romano y con el hermano menor recién llegado a Argentina a buscarse un futuro. Benitez canta y actúa con calidad, en un personaje que podría caer en algún lugar común pero por el contrario, dota de gran sentimiento.
![]() |
Florencia Michalewicz y una Simone Weil inolvidable |
“Bufarra –carne a la parrilla-” y “25 millones de argentinos” tocan dos temas candentes como bien lo dicen los títulos. En otra de las que dicho que fue una de las mejores puestas del año, Leilen Araudo es fundamental en “Bufarra” al ser el dique de contención que separa a Silvio -acusado tanto judicial como socialmente de dicho mote- de Angelito, su hijo que está a punto de tomar la comunión. Araudo es Susana, madre visceral que protege como leona a su niño pero también debe velar –en todo sentido de la palabra- por su matrimonio que se está desmoronando mientras mira nuevos horizontes, no exenta de tristeza.
En el caso de Romina Fernandes, en “25 millones de argentinos” es de una tensión más contenida. Es Ana, la “oveja negra” de su familia –de buen pasar y origen militar- por haberse enamorado de Juan, un líder de la Juventud Peronista. Con solvencia lleva adelante la puesta a partir de un personaje fuerte. Párrafo aparte para su conmovedor monólogo inicial, de alta sensibilidad y precisión histórica.
![]() |
María Marta Guitart y la pasión de Gabriela Mistral |
En “Nerium park”, Paula Ransenberg demuestra por enésima vez ese gran capacidad actoral que tiene. En la puesta, le da vida a Victoria, construyendo un personaje absolutamente cautivante y controvertido. Es RR.HH de una importante empresa pero su discurso es tan atrapante como polémicamente actual. Ella es la representación de los valores propios de una sociedad moderna y adulta. Sus vaivenes en la puesta apelan directamente a la platea a través de una corrosiva y sentida interpretación de Ransenberg que plantea preguntas y dudas que más de uno mirará para otro lado para evitar confrontar. Inclusive podríamos decir que representa uno de dos modelos contrapuestos a nivel político-social. Además, no olvidamos que Ransenberg retomó la dirección, con un texto de Mauricio Kartún, en “La suerte de la fea”, protagonizada por Luciana Dulitzky.
Habíamos destacado del Festival de Dramaturgia América-Europa con dos puestas. Una fue “No daré hijos, daré poemas”, donde Iride Mockert vuelve a demostrar lo gran actriz que es. En la misma senda, destacaremos a Shumi Gauto de “Pieza plástica”. En medio de una puesta violenta y corrosiva con una ácida crítica al modelo familiar del siglo XXI, Gauto será Jessica, esa empleada doméstica tan taciturna como plenamente consciente de sus propios deseos en el marco de una familia tan exagerada pero ilustrativa de los vínculos que se ven en la actualidad.
Si hablamos de familias, “Mis tres hermanas. Sombra y reflejo” de Marcelo Savignone es otra de las opciones. El clásico chejoviano tendrá dos actrices para cada una de las hermanas, desdoblando el tiempo en dos, en un ida y vuelta a través de la juventud y la madurez de las protagonistas. En tal sentido, se destacarán Belén Santos y Merceditas Elordi respectivamente.
La próxima publicación será dedicada a los actores…