Las damas de las tablas 2016

En el rubro de las actuaciones femeninas, hay un punto de continuación de lo relatado la semana pasada como “Mejores obras”. No hubo tanto como en otros años pero si, un buen número de actrices que se han destacado a nuestro considerar.

Ingrid Pelicori brilló con dos puestas de calidad

En la que hemos considerado una de las mejores puestas del 2016 como “Todas las cosas del mundo”,  brillan Paloma Contreras e Ingrid Pelicori. En el caso de la joven Contreras, dio vida a un personaje entrañable como la Niña Foca a la que dota de sensibilidad bien entendida y dosificada. Con respecto a Pelicori, es ser redundante en los elogios a una de las mejores actrices argentinas. Más aún que, en su caso, es por partida doble. Primeramente, en “Todas las cosas del mundo”, creó a Iberia, una mujer que quiere volver a cantar y reverdecer laureles marchitos de tiempos pasados -que incluyeron el haber cantado con Luis Aguilé- mientras busca ese tipo de amor al cual le exige todo pero no brinda nada a cambio.
Pero no se quedó ahí. Volvió a brillar en la excelente vuelta de “Decadencia”, esa gema de Stephen Berkoff y magistral dirección de Rubén Szuchmacher. Allí, fue Helen y Cybil, dos mujeres de clases sociales diferentes pero muy reconocibles al ojo y la neurona atenta. 

Tres “flores” enaltecieron tres propuestas tan diferentes como atrapantes. Florencia Michalewicz brilló en “La voluntad” de César Brie en la que le toca llevar adelante a la filósofa Simone Wiell. Michalewicz va y viene a través del tiempo con naturalidad, en diversos estados de ánimo y vivencias de la pasional Weil.
Por su parte, Florencia Benitez es una de las protagonista de “Rufianes”, gran musical que tuvo su patria en el Galpón de Guevara. Benitez es Rosa, la dama por la cual disputan su amor dos hermanos (Romano y Juan), siendo ella una prostituta manejada por Romano y con el hermano menor recién llegado a Argentina a buscarse un futuro. Benitez canta y actúa con calidad, en un personaje que podría caer en algún lugar común pero por el contrario, dota de gran sentimiento. 

Florencia Michalewicz y una Simone Weil inolvidable
Finalmente, Florencia Naftulewicz  se luce en “La Fundación”, como esa Marta que quiere ser madre pero que debe apelar a ciertas instituciones non sanctas para cumplir su deseo. Allí muta su inocencia inicial en correr el velo de una realidad que es demasiado fuerte para su comprensión, para poner en duda todo su mundo. Su contraparte es Estela Garelli, que vuelve a demostrar su capacidad actoral con Amalia, un personaje difícil en tanto el discurso que representa y lleva adelante con el convencimiento de un apóstol.

“Bufarra –carne a la parrilla-” y “25 millones de argentinos” tocan dos temas candentes como bien lo dicen los títulos. En otra de las que dicho que fue una de las mejores puestas del año, Leilen Araudo es fundamental en “Bufarra” al ser el dique de contención que separa a Silvio -acusado tanto judicial como socialmente de dicho mote- de Angelito, su hijo que está a punto de tomar la comunión. Araudo es Susana, madre visceral que protege como leona a su niño pero también debe velar –en todo sentido de la palabra- por su matrimonio que se está desmoronando mientras mira nuevos horizontes, no exenta de tristeza.
En el caso de Romina Fernandes, en “25 millones de argentinos” es de una tensión más contenida. Es Ana, la “oveja negra” de su familia –de buen pasar y origen militar- por haberse enamorado de Juan, un líder de la Juventud Peronista. Con solvencia lleva adelante la puesta a partir de un personaje fuerte. Párrafo aparte para su conmovedor monólogo inicial, de alta sensibilidad y precisión histórica.

María Marta Guitart y la pasión de Gabriela Mistral

En “Nerium park”, Paula Ransenberg demuestra por enésima vez ese gran capacidad actoral que tiene. En la puesta, le da vida a Victoria, construyendo un personaje absolutamente cautivante y controvertido. Es RR.HH de una importante empresa pero su discurso es tan atrapante como polémicamente actual. Ella es la representación de los valores propios de una sociedad moderna y adulta. Sus vaivenes en la puesta apelan directamente a la platea a través de una corrosiva y sentida interpretación de Ransenberg que plantea preguntas y dudas que más de uno mirará para otro lado para evitar confrontar.  Inclusive podríamos decir que representa uno de dos modelos contrapuestos a nivel político-social. Además, no olvidamos que Ransenberg retomó la dirección, con un texto de Mauricio Kartún, en “La suerte de la fea”, protagonizada por Luciana Dulitzky.

Habíamos destacado del Festival de Dramaturgia América-Europa con dos puestas. Una fue “No daré hijos, daré poemas”, donde Iride Mockert vuelve a demostrar lo gran actriz que es. En la misma senda, destacaremos a Shumi Gauto de “Pieza plástica”. En medio de una puesta violenta y corrosiva con una ácida crítica al modelo familiar del siglo XXI, Gauto será Jessica, esa empleada doméstica tan taciturna como plenamente consciente de sus propios deseos en el marco de una familia tan exagerada pero ilustrativa de los vínculos que se ven en la actualidad.
Si hablamos de familias, “Mis tres hermanas. Sombra y reflejo” de Marcelo Savignone es otra de las opciones. El clásico chejoviano tendrá dos actrices para cada una de las hermanas, desdoblando el tiempo en dos, en un ida y vuelta a través de la juventud y la madurez de las protagonistas. En tal sentido, se destacarán Belén Santos y Merceditas Elordi respectivamente.

Poker de grandes actrices en «Tarascones»

En el rubro “unipersonales”, hubo una caída respecto al número de propuestas respecto de años anteriores. Igualmente, mencionaremos a Marcela Fraiman en “Ella nombra” o la desopilante Mariela Acosta con “La chinagueña o el rancho de las mutaciones” pero será María Marta Guitart la que concibió la preciosa “Gabriela infinita” basada en textos y poemas de la gran escritora chilena Gabriela Mistral. Aquí, Guitart es una mujer pobre que habla y canta pero cada una de sus intervenciones serán la palabra y la pasión de la mismísima Mistral. Un unipersonal intensamente sutil que contiene ese sentir que se acerca al dolor al tiempo que también conmueve. Acumulación poética, donde cada palabra tiene trazo grueso y está dicha desde el recuerdo, desde las huellas de la memoria privada y colectiva.

Para el final, dejamos a ese poker de ases que fue “Tarascones”. Cuatro grandes actrices como Paola Barrientos, Alejandra Flechner, Eugenia Guerty y Susana Pampin (que también realizó la segunda temporada de su unipersonal «Actríz») llevando adelante otra de las grandes propuestas teatrales del 2016. Cada una, con características absolutamente diferentes y gran talento, crearon a cuatro personajes irresistibles lo cual puso en duda a más de un jurado por la calidad interpretativa a postular/premiar. Pero de este tema…hablaremos más adelante, cuando nos toquen las “apostillas.

La próxima publicación será dedicada a los actores…

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