Bafici 2017 I. Se largó la cita cinéfila independiente.


Llegó el día del comienzo de la decimonovena edición del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI).

Empezamos el recorrido por distintas salas para ver diversas propuestas cinematográficas en el marco de un BAFICI que se inició con el fuerte apoyo de actores, productores y directores al cine argentino.
En un número por demás destacable, se hicieron presentes frente al cine Gaumont, donde se inauguró el festival con la proyección de la película alemana “Casting” para manifestar su descontento por los cambios realizados en la dirección del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (el pedido de renuncia a Alejandro Cacetta como presidente del INCAA) y las especulaciones con respecto a una probable modificación en la forma en que se financia. Mientras la puerta del Gaumont estaba llena de manifestantes, en su interior se realizaba la proyección del film encargado de inaugurar el BAFICI con un Nanni Moretti que pasó absolutamente desapercibido por el cariz de la protesta. La película inaugural contó con la ausencia del ministro de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, Angel Mahler y el recientemente nombrado presidente del INCAA, Ralph Haiek.

Se escribió demasiado al respecto, con alguna falta de respeto a los actores que realizaron un spot publicitario sobre el tema –tienen el derecho a manifestarse-. Espero que quienes critican esta actitud, no sean los cuervos que después levanten el dedo acusador si llega a ocurrir lo que nadie quiere que pase. Igualmente, hay que ser un turro para ponerse en contra del cine argentino por más formalismos y especulaciones atraviesen a los reclamos. 

En lo que a cine se refiere, ya empezamos la maratón de películas. El primer día lo dedicamos a tres películas pero vamos a destacar a dos de ellas.

The Wedding Ring 

Guión y dirección: Rahmatou Keïta. Con Magaajyia Silberfeld, Salamatou Kimba Farinwata, Harouna Amoud, Yazi Dogo y Aïchatou Moussa. Dirección de Fotografía: Philippe Radoux Bazzini. Sonido: Laurent Malan. Edición: Camille Cotte. Productor: Sonrhay Empire Productions. Dirección de Arte: Rahmatou Keïta. País: Nigeria, Burkina Faso, Francia. Titulo original: Zin’naariyâ! Año: 2016. Idiomas: Songhoy, Zarma, Hawsa, Fulaani, Bambana. Formato: DCP. Color: Color. 96 minutos.

Historias remanidas pero no por eso, dejan de ser atractivas. Tan simple como eso pero siempre con una vuelta de tuerca que capta la inmediata atención. Tal es el caso de “The wedding ring”, una historia de amor que se ubica entre Francia y Nigeria. Tiyaa es una joven que retorna de Paris a Dagamarán, el sultanato natal del cual es oriunda. Pero esta vuelta al hogar paterno la tiene triste porque dejó un amor en la capital francesa.
A partir de este momento, la historia se centrará en las vivencias de Tiyaa en su retorno que transita entre la nostalgia por la ausencia de su amado y el acomodarse nuevamente a las costumbres de su tierra. En un punto, pone en juego su identidad en contraste con el mundo occidental que ha visto, completamente diferente a su lugar de pertenencia. Lo observa y manifiesta sus diferencias pero no reniega ni lo combate.
Las relaciones que tiene con su circulo cercano le permite ver como es el comportamiento de las mujeres ante esa institución tan “venerada” –por lo visto- en todas las culturas como es el matrimonio. Mujeres que se casan por amor o por los arreglos entre familias. Las dudas y las dicotomías que atraviesan la toma de decisiones.

Rahmatou Keïta sabía muy bien como concebir una historia atrapante, más allá de la linealidad de la propuesta en tanto el devenir de Tiyaa con respecto a su novio y con las otras mujeres que la rodean. Hay un abanico amplio y reconocible que van desde las que desean la coincidencia del amor con el hombre asignado para ellas, la que espera a través de los tiempos o la que puede ir contra las costumbres por seguir a su corazón. La participación de las mujeres de su entorno en tanto el deseo de ayudarla con su sentir –incluso consultan con uno de los maestros-sabios en pos de levantarle el ánimo y solucionar sus penas- como para manifestarle ciertos reparos a su conducta, permite establecer varios parámetros respecto a la relación e influencia entre las distintas culturas.

Una mirada un tanto antropológica nos abordará con respecto a tomar contacto con una sociedad tan lejana a nivel geográfico como socialmente. El ojo curioso se sorprenderá tanto de las usos y hábitos de ese recorte que se realiza con Tiyaa y su familia, de raíz aristocrática, como de los excelentes paisajes captados por la cámara.
Magaajyia Silberfeld es una Tiyaa tan bella como exacta en sus emociones. Con los sentimientos a flor de piel, se aprecia su estado pero mantiene la contención de los mismos. No los demuestra abiertamente pero esto no implica frialdad alguna.

Disfrutable de principio a fín, “The wedding ring” es de esas historias que uno puede dejarse llevar que va a pasar un excelente momento, con un film absolutamente logrado. 

21 de Abril. Village Recoleta 6. A las 16.50
23 de Abril. Village Caballito 7. A las 13.10

Viejo Calavera 

Guión: Kiro Russo y Gilmar Gonzales. Con Julio César Ticona, Narciso Choquecallata, Anastasia Daza Lopez, Rolando Patzi. Sonido: Kiro Russo y Pepo Razzari. Edición: Kiro Russo y Pablo Paniagua. Productor: Socavón Cine. Dirección de Arte: Carlos Piñeiro. Dirección de Fotografía: Pablo Paniagua Baptista. Producción: Kiro Russo, Pablo Paniagua y Gilmar Gonzales. País: Bolivia Qatar. Año: 2016. Idiomas: Español. Formato: DCP. Color. 80 minutos 

Hacía rato que no se veía un antihéroe tan desagradable como Elder Mamani. Se podría decir que “no tiene una buena”. Sin embargo, es el protagonista de una película cautivante, que pondrá su foco en los mineros bolivianos.

Pero vayamos por partes. El padre de Elder falleció por lo que éste se marcha a vivir con su abuela. Su padrino le consigue un empleo en las minas de Huanuni.
El problema es que a Elder no le importa nada. Ni el ganarse la vida, los códigos y el respeto por las relaciones. Es egoísta y pendenciero, en el marco de un trabajo que requiere camaradería. Más aún, con su padrino como la persona que lo hizo entrar a las minas, con todo lo que esto implica.
La simpleza de la historia que gira en torno a Elder cautiva a partir de la expectativa que despierta este personaje en tanto y en cuanto a que nuevo desastre hace. También pone de manifiesto las relaciones que atraviesan los trabajos y cómo puede afectar a quien le brinda una ayuda que no es reciproca. 

Es una película con climas y tomas que pueden ser largas pero es tan rico a nivel visual. Las escenas en las minas son excelentes al igual que esos primeros planos de las maquinarias que sirven para conformar el espacio donde se desarrollan los acontecimientos.
Será en esos momentos donde la pantalla toma por asalto a la platea y la mete dentro de la mina y los diversos pasadizos que la conforman. Inclusive, los sonidos que forman parte de su paisaje, se captan de gran forma.

Tan irregular como arriesgada en su propósito de meter una cámara en una mina y construir una buena historia, “Viejo calavera” es de esas pequeñas gemas que uno encuentra en los festivales. Ideal para poner la atención en esas sutilezas que tanto atrapan (sonido y planos) pero sin olvidar que hay un protagonista desconcertante que oscilará entre el desapego y el dolor. 

21 de Abril. Village Recoleta 6. A las 14.15 hs

24 de Abril. Artemultiplex Belgrano 3. A las 18.30 hs

Trailer.

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