Llegó el momento de ver algunas películas locales. Una, llega desde Mendoza, con un suspenso bien dosificado; la otra, con una impronta cordobesa. Nos estamos refiriendo a “Antes del cuerpo” de la dupla Carina Piazza y Lucía Bracelis y a la muy esperada “Tesis de una domesticación”, de Javier Van de Couter, basada en la novela homónima de Camila Sosa Villada, que es la protagonista de la película y coguionista.
Dos propuestas para ver e ir más allá del “me gusta” como opinión. Dejan algo más para el intercambio y el debate.
“Antes del cuerpo”
Con mis hijos, no
Ana es una mujer cuida a Luis, un escritor anciano para sustentar a su familia. Una sola línea basta para trazar un cuadro de situación que termina siendo la punta del iceberg. Más que nada porque Ana (y la película en sí) brinda información fragmentada. Esboza y oculta. Tira un dato y deja todo para que el/la espectador/a pueda llenar de contenido el vaso vacío.

Luca y Elena son los hijos de una Ana que lleva el peso en sus hombros. No solo debe lidiar con la crianza de ambos sino con la desconfianza de la hija de Luis. Será el escritor, paradójicamente, quien le brinde una posibilidad de intercambio social, charlas e intereses de por medio. Elena, dueña de una condición frágil de salud, será el sol sobre el cual gira la vida de una madre a la que la vida le ha brindado una serie de cartas marcadas para jugar, con el conocimiento de como termina la mano.
El guión y la dirección que lleva a cabo la dupla Piazza-Bracelis es absolutamente consciente del rumbo tomado. El inicio lento y entrecortado es la trampa que tiene la película en la que, de repente, uno está mirando lo que ocurre con “ojitos de animé”, sin querer perderse nada. De tal manera, se abre como si fuera una flor, sin prisa pero sin pausa. Por eso, los personajes aparecen y dejan su estela con historias propias que, inclusive, podrían ser explotadas de mejor manera. Pero no es la idea. Más cuando los hechos trágicos se suceden, implosionando con mayor potencia en los espectadores.
El elenco responde plenamente a la requisitoria de las directoras de una actuación ascética, de pocas palabras, comunicando más desde la emoción contenida que desde la acción.
“Antes del cuerpo” atrapa de a poco, como si fuera de una constricción constante que, cuando te das cuenta y pedís más, estás inmerso en un universo único y particular.
Ficha técnica
Guión y dirección: Carina Piazza y Lucía Bracelis. Fotografía: Cecilia Tasso. Edición: Sofía Merle. Dirección de arte: Alejandra Mascareño. Sonido: Matteo Pagliarossi. Música: Mauro Marquet . Producción ejecutiva: Paula Mastellone y Sergio Mazza. Con Mónica Antonópulos, Patricio Contreras, Bianca Pujía Levy, Nayaraq Guevara Páez. País: Argentina. Año: 2025. Duración: 84’. Idioma: Español.
Sabado 5 de abril. Cacodelphia 3. A las 15.20 h
Lunes 7 de abril. Cacodelphia . A las 21.45 h
“Tesis sobre una domesticación”
El “querer” y el ¿“deber ser”…?
Suele decirse que las adaptaciones de los libros al celuloide no suelen ser satisfactorias. Hay casos que van contra esa ley no escrita que se repiten a lo largo del tiempo. Tal es el caso de “Tesis para una domesticación”, novela escrita por Camila Sosa Villada que la tiene ahora en el rol de actriz protagónica y guionista.

Tal como ocurre con su excelente libro, Sosa Villada abre un enorme abanico de ideas, sensaciones y deseos. Como la vida misma, en ocasiones, quedan en eso y otras, prosperan. En esta ocasión, una actriz trans, exitosa e icónica, vive su vida sin deberle nada a nadie. Se sobrepuso a las contingencias de una existencia que, por el mero hecho de «estar», causa “incomodidad” en su núcleo. Ella pide nada más que respeto y comprensión. Nada más y nada menos, y lo hace a partir de desarrollar su propia vocación y sus ansias de trabajo. Pero, como suele ocurrir, pareciera que hay partidos que ya se empiezan perdiendo 2-0 antes de su inicio.
Justamente, con un personaje central (la sublime Camila Sosa Villada) que no se adaptó a lo requerido para “vivir en paz”, se inicia un derrotero que tiene de todo: amor, celos, odios, envidia y ternura. Pero, a no confundirse. La cámara de Javier Van de Couter se ubica en una etapa de bonanza artística de la protagonista. Está en la cresta de la ola pero parece haber “algo” que le impide la felicidad completa. Ella sigue adelante. Se arriesga con tomar ese tipo de decisiones que son “divisorias de aguas” en la vida. El matrimonio con un abogado serio (el exacto Alfonso Herrera) y la maternidad buscada -con hijo adoptado- son puntos a desarrollar tanto como el vínculo con su familia en su Córdoba natal.
Las imágenes tienen un tono oscuro, pero no lo trasladan a una atmosfera de tensión constante. El pasado siempre presente vuelve a meter su cola mefistofélica para aguar la ocasión pero ¿acaso se puede escapar de lo que uno había sido? Este interrogante, va más allá de la cuestión de género para inquirir a la vida misma de cada ser humano. “¿No te acordas quien soy?” preguntan por ahí, como si ese fantasma estuviese en el espejo retrovisor en un 24×7 eterno.
La película mantiene una impronta desafiante en la que el sexo y la violencia son elocuentes en lo que muestran, pero no como algo “prohibido” sino como instancias propias de la existencia. Es el “vivir solo cuesta vida” exacerbado por las circunstancias de quien no se ha “domesticado”. ¿Debería hacerlo? ¿Esta domesticación le brinda algún tipo de beneficio? Preguntas que se hacen y que muy pocos deciden arriesgar todo por un intangible que cotiza muchísimo en la bolsa de los valores (sentimientos) que es la paz interior. No se puede lograr este estado si se es una marioneta para complacer a terceros.
“Tesis de una domesticación” atrapa e incomoda. Es su razón de ser y lo hace con un film que, cuando pensas que lo captaste, hace una gambeta corta para ir hacia otros rumbos. Al fin y al cabo, eso es el arte, ¿no?
Ficha técnica.
Dirección: Javier Van de Couter. Guión: Javier Van de Couter, Camila Sosa Villada y Laura Huberman. Con Camila Sosa Villada, Alfonso Herrera, Carlos Cano, Adriana Ferrer y Susana Varela. Fotografía: Luciano Badaracco. Edición: Mariana Rodriguez. Dirección de arte: Mariela Ripodas. Sonido: Javier Umpierrez. Música: Catriel Nievas. Producción: Laura Huberman, Ramiro Pavón, Gael García Bernal, Mónica Perez Vargas. Producción Ejecutiva: Laura Huberman, Ramiro Pavón, Diego Luna y Kyzza Terrazas. Compañía productora: Aurora Cine, La Corriente del Golfo, Oh My Gomez. País: Argentina y México. Año: 2024. Duración: 114’. Idioma: Español.
Domingo 6 de abril. Sala Lugones. A las 14.30 h