No es ninguna sorpresa que el rock ingles tenga su lugar en el Bafici. Bajo el nombre de “Britannia. Lado B”, se dieron lugar a varios documentales que toman distintas épocas y artistas de las islas. En los casos que vamos a tomar, son bandas y solistas de los años 90 y su relación con el contexto previo, que incluye períodos nefastos en la historia de Gran Bretaña. Muchos de estos, vinculados con Argentina, por pasado o por presente.
¡Ah! Una pequeña apostilla para comentar. En la “previa” a la proyección de las pelis, se está pasando una serie de cortos de una charla que tuvo Javier Porta Fouz con la reconocida productora y directora Lita Stantic. El recorte en cuestión es el que se refiere al “cine argentino”. Allí, Stantic manifiesta su preocupación por la situación actual que atraviesa, con una altura que combina tristeza y bronca contenida. Recordemos que todo esto es cortesía de los recortes realizados por la motosierra desquiciada, en ejercicio de la presidencia de la Nación.
Lo que queremos destacar es que, cada vez que termina el testimonio de Stantic, se escuchan aplausos en la sala, ya sea en el Cinepolis Houssay o el Gaumont. ¡Qué bueno que se estén dando cuenta de lo que está pasando! Más aún cuando en el ambiente del cine, tanto en los hacedores como en su público, pareciera que hay una sucursal de Odzala, en tanto la concentración de gorilas….
Ahora sí, vayamos a las películas.
“Glastonbury”
La ceremonia del rock
Es, por muchos, considerado el mejor festival del mundo. Probablemente, así lo sea. Tiene una historia riquísima tras la primera edición del mismo, concebida por Michael Eavis, hasta el día de hoy.

Pasaron todos por allí y esa “gira mágica y misteriosa” que abarcó 35 años desde su primera edición. Por eso, quien mejor que Julien Temple para llevar a cabo una tarea titánica que, no solo cuenta con imágenes de los conciertos realizados en los últimos años, sino que se hizo de muchas tomadas por los mismos fans.
Todo esto hizo que el documental tenga la calidez de los recuerdos de quienes formaron parte del festival a lo largo de los años, como “público”. Por eso, el vínculo tan próximo que hay con la gente. Es un ámbito completamente diferente al de otras geografías, más que nada, por su ubicación en una zona rural de Inglaterra.
Los testimonios de Michael Eavis, a lo largo de los años, terminan siendo fundamentales no solo para describir la realización del festival sino como historia de los últimos 40 años de Inglaterra. En especial en el período thatcheriano en que la música fue uno de los más acérrimos opositores a los caprichos de Maggie. La parte histórica es fundamental para ubicar el contexto político. Leer un hecho social sin tener en cuenta la coyuntura política. La lucha con los viajeros después se extiende a la policía.
Bowie dice “toqué la primera vez en los 70”. Performances de Bjork, The libertines (pete doherty tirándose al public y kate moss, mirando todo atentamente), Coldplay, Radiohead y el cierre con Pulp y Bowie
Dirección: Julien Temple. Edición: Niven Howie y Tobias Zaldua. Producción: Robert Richards. Compañía productora: BBC Film. País: Reino Unido y Estados Unidos. Año: 2006. Duración: 138’. Idioma: Inglés.
Lunes 7 de abril. Cinepolis Houssay 4. A las 15.50 h
Sábado 12 de abril. Cine Gaumont. A las 21.15 h.
“The Beat is the law. Fanfare for the common people”.
Música y cultura contra la motosierra de Maggie
En Inglaterra, cada ciudad tiene una personalidad y una impronta única, tanto en sus posturas políticas como en sus búsquedas culturales. No en vano a Sheffield se la conocía como la República Socialista de Yorkshire del Sur” por sus elecciones más ligadas a la izquierda. Más aún, cuando en los años 80’, fue netamente opositora a las políticas neoliberales de Margaret Thatcher por su producción de acero, el trabajo en las minas y sus sindicatos. Recordemos que la ciudad cuenta con el equipo de fútbol más antiguo del mundo (Sheffield FC) y fue escenario del renacer del cine británico con películas como “Full Monty”
Toda esta introducción es fundamental para poder ver el excelente documental de Eve Wood, que visibiliza el contexto musical de los años 80, hasta 1995, con la explosión de Pulp. Para tal fín, cuenta con los testimonios de los miembros no solo de Pulp sino de Longpigs, Chakk, ClockDVA, Cabaret Voltaire y los recortes de quienes formaron parte de la época. De esta manera, el vínculo entre la coyuntura de cierre de minas, ataque a los sindicatos y recortes a la ayuda pública encarado por Maggie (¡ahí se entiende la devoción de la peluca desquiciada por la “Dama de Hierro”!) con la conciencia de clase de varios músicos, es obvia.

El surgimiento del acid, del house en paralelo con bandas de guitarras y letras poderosas, conviven del surgimiento de los estudios FON y el nacimiento de WRAP Records. Toda una movida cultural impresionante que incluía remixes de discursos de Thatcher en algún tema para que “the lads” bailen al ritmo de pastillas de colores y efectos varios. Nuevamente, la relación con la coyuntura es fuerte. Las imágenes también. Ni hablar de los linkeos con la realidad.
Las palabras de Jarvis Cocker, Richard Hawley, Dee Boyle, Russell Senior y el productor Rob Gordon, combinan esa ironía y humor británico junto con la contudencia de quienes fueron testigos –y protagonistas- de la historia. Con visiones más poéticas o políticas según el caso, serán reveladores para el recorte de una época riquísima a nivel musical, en contraposición a la mezquindad de ideas thatcherianas, que enaltecían el “orgullo del mediocre” que se vanagloriaba de sus propias limitaciones.
Todos estos artistas que salieron del paro, de la desocupación, de una coyuntura chata (y chota), alumbraron el movimiento cultural y social de su ciudad. Casi de casualidad, Pulp terminan subiéndose a la ola del Brit Pop de la época, aunque sabían que no eran de “ese palo”. De repente, llegó el éxito. que, quizás, llega al pináculo de su popularidad y expansión con la presentación de Jarvis y sus compinches en 1995, como cierre de Glastonbury. Como si fuera un guiño del destino, los oriundos de Sheffield llegaron a ese lugar en reemplazo de los Stone Roses (el bajista John Squire se accidentó con su bicicleta y no podía tocar) y la no disponibilidad de Rod Stewart para ocupar el centro de la escena.
“Si un flacucho como yo y chicos como nosotros llegamos aquí, ustedes también pueden” dijo Jarvis Cocker al público. El sueño se había hecho realidad pero sin perder un ápice de su esencia. Seguían siendo “del barrio”, tal como los que cantaban con ellos ese himno eterno llamado “Common people”. Después….lo que vino, es otra historia pero este “The beat is the law” tan abarcativo que no sería extraño verlo más de una vez. Por lo que vino y por “the stupid thigs you do” tal como cantaba Jarvis en referencia a uno…y a la sociedad en la que vive.
Ficha técnica
Dirección, edición, dirección de arte y producción: Eve Wood. Guión: Richard Wood, Eve Wood. Fotografía: Richard Heap. Sonido: Brian Ellis. Música: Pulp, Chakk, Longpigs. Producción ejecutiva: Richard Wood. Compañía productora: Sheffield Vision. Con Jarvis Cocker, Nick Banks, Candida Doyle, Russel Senior, Rob Gordon. País: Reino Unido. Año: 2011. Duración: 90’. Idioma: Inglés.
Sábado 12 de abril. Cinepolis Houssay 4. A las 23.05 h
“Supersonic”
De Manchester, con rabia y rock
Veníamos con Pulp, Longpigs, Chakk y todo lo que pasaba en Sheffield. Ahora, nos tomamos el colectivo y nos vamos a Manchester. Ciudad industrial y rockera como pocas y como tantas del Reino Unido, patria chica de The Smiths y The Stone Roses entre tantas enormes bandas que vinieron de dicha ciudad.
Manchester no la pasó bien con la motosierra thatcheriana. En ese contexto, los hermanos Noel y Liam Gallagher, hijos de la clase trabajadora. La precariedad de su crianza así como los valores inculcados en la misma, terminarían siendo su marca de fábrica cuando, a caballo de canciones inolvidables, terminaron convirtiéndose en la banda más popular de Inglaterra en el marco del Brit Pop, término odiado por Noel.

Mat Withecross recopila material inédito y arma un rompecabezas de múltiples piezas que terminaron conformando el fenómeno musical más grande de Gran Bretaña en los años 90. Quizás, la última revolución musical del pasado siglo aunque sea para volver el tiempo atrás.
La lente visibiliza las particularidades –por llamarlas de alguna manera- que conformaron la magnética personalidad de los hermanos Gallagher. Parecía que los “lads” tomaban por asalto un país sin cambiar nada su personalidad en nombre del “respeto”. Ni su acento para hablar modificaron. El que lo entienda, genial y si no, “fuck off”. Una actitud de vida de quienes vienen de un lugar donde la sutileza es vista como debilidad, sin mayor discusión al respecto.
Ellos eran todo aquello que quería cualquier chico de barrio/pueblo. Tomar mucha cerveza, jugar/ver futbol y levantar chicas eran el axioma que llevaban adelante. Mal no les fue. De hecho, hoy, en el 2025, vuelven con una gira mundial que es una incógnita sobre como estarán arriba del escenario y si no hay peleas de por medio. Al fin y al cabo, serán esos conflictos los que potenció a la banda aunque también la llevó a su separación, en 2009.
Divertido y atrapante, “Supersonic” refleja el camino a la cima del rock mundial de dos hermanos que, de repente, terminan siendo la voz de una generación. Querían vivir de la música, pero llegaron a otro lugar, que no esperaban –probablemente, lo deseasen-. Es el de la idolatría, pero manteniendo siempre la impronta de su Manchester natal y su orgullo de clase.
Ficha técnica
Dirección: Mat Withecross. Edición: Paul Monaghan. Sonido: Jack Gillies. Música: Rael Jones. Producción: James Gay-Rees, Simon Halfon, Fiona Neilson. Producción ejecutiva: Asif Kapadia, Joseph Berry Jr., Julian Bird, Noel Gallagher y Liam Gallagher. Compañia Productora: Lorton Entertainment, Mint Pictures, Nemperor, On the Corner Films. Con Liam Gallagher, Noel Gallagher, Paul Arthur, Christine Biller y Mark Coyle. País: Reino Unido. Año: 2016. Duración: 122’. Idioma: Inglés.
Miércoles 9 de abril. Alvear. A las 21.30 h
“Gorillaz. Reject False Icons”.
La mano que mece la música
Hablamos ya de Pulp, de Oasis y falta la tercera pata del Brit Pop que fue Blur. En este caso, nos ocupa el proyecto que encaró Damon Albarn llamado Gorillaz, con una creatividad y búsqueda artística por demás interesante. Recordemos que esta banda virtual está compuesta por cuatro miembros ficticios: 2-D, Noodle, Murdoc Niccals y Russel Hobbs. Se crea un universo ficticio con canciones realizadas por vídeos musicales animados que conjugan la animación tradicional con la realizada por computadoras.
En este caso, Denholm Hewlett –hijo de Jamie Hewlett, creador del cómic de culto Tank Girl- pone la cámara en el que será el proceso creativo de la banda. Sigue cada movimiento de Gorillaz a lo largo de tres años en relación a dos de sus discos más elogiados, tal como “Humanz” y “The Now Now” y una gira mundial que los llevó por América del Sur y del Norte así como a Europa, así como el festival ’Demon Dayz’.

De esta manera, la lente del joven Denholm se mete en el estudio de grabación y en la previa de shows en que la tecnología se da la mano con la música realizada a partir de la sangre y la creatividad de un Albarn que se muestra como un inquieto pero seguro artista que sabe bien que quiere de cada tema. Esto no quita que se cierre en sus opiniones. Esta búsqueda da cuenta de cierto tono catártico que vive el bueno de Damon, alejándose todo lo posible del llamado Brit Pop. El rap, el hip hop y cierta “world music” forman parte del universo Gorillaz donde todo sonido es bienvenido pero que mantiene el formato “canción” tal cual se lo conoce.
Probablemente, el fan de Blur o del rock en general no se sienta interpelado por la propuesta del documental. Sería un craso error el privarse de poder ver lo que es la creatividad del ex “Golden boy” del rock inglés que, a caballo de su madurez compositiva y una bien entendida curiosidad, tensa los límites de lo que “se espera de él”.
Termina el documental y la gente se queda mirando los créditos, una muy sana costumbre de quien mira cine. Tres nombres aparecen con brillo propio: Dave Rownstree (baterista de Blur), Paul Simonon (bajista de The Clash y de The Good, the bad & the queen, otro de los proyectos de Albarn) y un tal…. Noel Gallagher.
“Reject false icons” es un buen ejercicio para romper el prejuicio con una banda que no fu tomada en serio en su momento pero, con el paso del tiempo, va ocupando un lugar más que interesante en la música. Además, da cuenta de la enorme versatilidad de Damon Albarn, un músico que vive reinventándose, gambeteando etiquetas como si fuera el 10 de su querido Chelsea.
Ficha técnica.
Dirección, fotografía, edición y sonido: Denholm Hewlett. Dirección de arte: Jamie Hewlett. Música y producción: Gorillaz. Producción ejecutiva: Damon Albarn y Jamie Hewlett. Compañía productora: Warner Music Entertainment. Con Damon Albarn, Jamie Hewlett, Peven Everett, Seye Adelekan, Jeff Wootton. País: Reino Unido. Año: 2019. Duración: 96’. Idioma: Inglés.
Martes 8 de abril. Cine Gaumont. A las 16.20 h