
Por Cecilia Inés Villarreal
La alegoría occidental de la mujer con los ojos vendados y una balanza en su mano, representa a la Justicia. Esta figura proviene de la mitología, precisamente de la diosa romana Iustitia (“justicia”), equivalente a Dice o Diké para la cultura helénica. El motivo de la ceguera de la justicia es porque se debe impartir sin mirar a quién, sin distinciones de sexo, etnia, clase social, etcétera.
Ahora bien, en este documental llamado «Tunun», el precepto legal no se cumple en absoluto. Esto es algo que la dupla Yannick Constantin y Yanina Luponio Saenz pone en la pantalla al visibilizar la lucha de la comunidad indígena de Cosquín-Las Tunas. Este grupo ve amenazado su modo de vida por la aprobación del Poder Judicial y el gobierno provincial de la construcción de la Autovía Nacional 38. Por supuesto, nada fue consultado con los directamente afectados. Por ende, este avasallamiento amenaza sitios arqueológicos y reservas naturales. Desde su territorio, la Comunidad reclama sus derechos, resistiendo el avance de la obra y sus consecuencias.
La fotografía es sutil en cuanto a la inteligente decisión de realizar planos generales cortos, sin invadir el espacio narrativo. De esta manera, el ritmo del relato denota fluidez y autenticidad. Los movimientos de cámara son acompasados con la naturaleza mientras Natividad Altamira, navira –cacique- de la comunidad indígena, invita al espectador a observar la quietud. Sin embargo, en las escenas tensas y de lucha, la textura visual es más periodística y los planos son medios y de rostro. Allí se materializan prácticas de colonización simbólica, en consonancia con un modelo de país que, desde sus centros de poder, legitima a quienes pueden decir y hacer e invisibiliza a todo aquél que no responda a sus designios.
Constantin y Luponio Sáenz creen realmente en la potencia del lenguaje audiovisual para llegar a los territorios en cuestión. Acercan la herramienta para contar historias sistemáticamente tergiversadas y ocultas. Aquí se evidencia el lema positivista de “Orden y progreso” que no duda en atropellar un patrimonio histórico cultural. Los testimonios de Jesús Diaz (hijo de Natividad – nawan segundo de la comunidad) y de Gustavo Pueyo (miembro de la comunidad indígena de Cosquín- Las Tunas) complementan las voces de lucha para impedir la construcción de la ruta.
Sin caer en esquematismos ni dicotomías, “Tunun” describe dos modos de vida que chocan. Mejor dicho, el ocaso inevitable de uno de ellos y la resistencia de los antepasados de los habitantes de tierras legítimamente compradas a los padres betlemitas. Retoma la visión occidental de la Justicia que favorece a los opresores, en nombre de la “civilización”.
Ficha técnica.
Nombre: Tunun. Dirección: Yannick Constantin y Yanina Luponio Sáenz. Guión: Yanina Luponio Sáenz y Rocío Loza Serra. Dirección de Fotografía, Cámara y Dirección de Sonido: Yannick Constantin. Montaje: Yannick Constantin y Yanina Luponio Sáenz. Posproducción de Sonido: Matías Romero Acuña. Posproducción de Color: Yannick Constantin. Gráfica: Mell Kobylnik. Distribución: Noche Americana (Rocío Rocha y Fabio Vallavelli). Testimonios: Natividad Altamira (navira de la comunidad indígena de Cosquín- Las Tunas), Jesús Diaz (hijo de Natividad – nawan segundo de la comunidad), Gustavo Pueyo (miembro de la comunidad indígena de Cosquín- Las Tunas). País: Argentina. Año: 2025. Duración: 68 minutos. Documental. Calificación ATP. Distribución Noche Americana. Producción: Mestiza (Constantin – Luponio Sáenz).
Única función. Jueves 11 de diciembre. Cine Gaumont. Sala 3. A las 20 h.
