Arde Medio Oriente: Mezclar todo para no aportar nada

El desastre que está haciendo Israel en la Franja de Gaza ha creado una maraña de reacciones adversas en las que se ha mezclado la política, el antisemitismo, la necedad, el silencio cómplice y los que, al decir de Groucho Marx, “deberían quedarse callados y parecer idiotas en vez de abrir la boca y despejar toda duda”.

Primero separemos los tantos con definiciones obvias pero que son necesarias. Los judíos no tienen porque ser israelíes. Esto es un gentilicio, aplicable al que nació en Israel país en el que nacen personas que profesan el catolicismo, el islamismo entre otras tantas religiones.
Como judío nacido en Argentina, no tengo nada que ver con lo que ocurre en Israel. ¿Por qué? Porque no soy israelí, sino argentino. Más precisamente, de la zona de Floresta. Si esto no se entiende es una cosa pero si no se quiere entender hay otra cuestión en el medio,

También está la cuestión del sionismo. He dicho muchas veces que si vamos a hablar de sionismo, al menos debe haberse leído previamente “El Estado Judío” de Theodor Herzl. Si no se lo ha leído, ¿de qué vamos a hablar? ¿Sobre suposiciones acaso?


Estaría bueno que se dejar de repetir ideas falsas y básicas sobre el tema de Medio Oriente. Entre los troskos y los fachos, no se cual es más obtuso en repetir «slogans» sin que se les caiga una idea o una mini lección de geografía o historia política. Ya estoy contando los minutos para que salte algún idiota diciendo que “leyó la posta» en ‘Los Protocolos de los Sabios del Sion’.
El nivel de paranoia ha llegado a límites insospechados al punto de reflotar idioteces varias como el Plan Andinia a través de pseudo-noticias que sale en algún que otro periódico.

A todos los que hablan del bombardeo desigual de Israel (es indefendible la postura israelí bajo cualquier punto de vista), me parece excelente la crítica al respecto, pero ¿qué tienen que ver “los judíos”? ¿Acaso por ser “judío” soy un agente encubierto del ejército israelí en Argentina? ¿Seré una célula dormida en el corazón de Floresta, lista a tomar las armas para conquistar Argentina en nombre del sionismo y la sinarquía internacional –ya que estamos, sigamos con la pavada…..-?. ¡Por favor! ¡Basta de pelotudeces!
A los que llaman al boicot contra todo “lo judío”, imagino que van a dejar de mirar las pelis de Woody Allen, escuchar a Gershwin, Mendelsshon y Bob Dylan, leer a Kafka y Walter Benjamin o babosearse con Natalie Portman o Scarlett Johansson.

La paradoja de estar en el medio te hace reflexionar y, diría, pelearte con medio mundo -a lo cual, no temo en absoluto-. Ser judío y no estar de acuerdo con lo que hace Israel. ¿Está mal decirlo? No. ¿Por qué, como judío, se me exige decir que todo lo que hace Israel está bien? ¿Más aún por lo ocurrido con el Holocausto?

Llega un momento en que, en un punto –y vuelvo a hacer hincapié en esto-, me harta esa manipulación de la culpa que se hace. Una cosa es tener memoria y otra muy distinta es utilizar un hecho por demás sangriento para justificar conductas injustificables. Partamos de una base muy sencilla. Israel surge como consecuencia de lo ocurrido en la Segunda Guerra Mundial. Ergo, hay un cambio muy importante en la mentalidad de los recién surgidos “israelíes”. Atravesados por la “experiencia nazi”, no piensan ceder ni un milímetro del territorio obtenido el 14 de mayo de 1948, fecha de fundación del Estado hebreo. Dicho estado es atacado por cinco naciones árabes pero, a la firma del alto el fuego, los israelíes mantienen la ventaja en la que sería la “Guerra de la Independencia”.
Con respecto al tema de la manipulación del Holocausto, un ejemplo claro es el de Ari Paluch, un “espiritual de frases hechas”, que se llena la boca de “mirar hacia adelante, olvidando el pasado” (en obvia referencia a lo ocurrido durante la Dictadura) pero, eso sí, ¡no le toquen la Shoa! Por este tipo de idioteces, se terminan banalizando hechos que requieren análisis y memoria y no una utilización maniquea de acuerdo a una situación determinada. ¡Por favor, lean a Hannah Arendt!

Volviendo a lo que nos compete para la situación, ¿Qué tengo que ver yo, como judío –nací bajo esa religión pero soy recontra agnóstico-, de nacionalidad argentina, residente del barrio de Floresta, con lo que ocurre en la Franja de Gaza? Cuando sale algún trasnochado –por no decirle pelotudo- a decir “Los judíos genocidas…..”. 

Momento.
Yo no maté a nadie. ¿Por qué me tengo que hacer cargo, de lo que hace un soldado israelí con una Uzi en la mano? ¿Acaso yo lo hago cargo al fiambrero o al kioskero de las masacres contra los pueblos originarios durante el Descubrimiento de América por el simple hecho que ellos son descendientes de españoles y católicos, al igual que los conquistadores? No. Entonces, dejémonos de pavadas.

Hubo quienes en su deseo de tomar fuentes “judías” para sustentar su posición propalestina, levantaron el video de unos “rabinos antisionistas”. Son los «Neturei Karta».
Hay que tener en cuenta algo al respecto. Estos rabinos creen en el territorio bíblico de Israel. Incluso hablan de un «Gran Israel» pero no creen en el actual Estado porque fue creado por el hombre y no por Dios. Muchos religiosos no creen en el Estado de Israel, tampoco hacen el servicio militar pero los HdP se instalan en los territorios ocupados. Ante cualquier inconveniente, piden ayuda al Estado al cual desconocen….
Para estos religiosos, que son de los más extremistas, ni siquiera yo sería judío de acuerdo a lo que ellos consideran como tal.

En Israel, las elecciones para formar gobierno se ganan no por mayoría simple sino para el colegio electoral –dicho a groso modo-. Israel es una república parlamentaria formada por el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial. El sistema se basa en el principio de separación de poderes, en que el poder ejecutivo depende del voto de confianza del poder legislativo (la Knesset). La independencia del poder judicial está garantizada por ley. La Knesset está formada por 120 diputados elegidos por sufragio universal y proporcional cada cuatro años. El Parlamento elige al presidente de la república (un cargo protocolario, no ejecutivo) para un solo periodo de siete años, ejerce el poder legislativo y delega el ejecutivo en el primer ministro, que debe ser uno de sus miembros.
Como la izquierda ni la derecha logran mayoría como para formar gobierno, la derecha, generalmente, forma coalición con los religiosos.
Para estos religiosos somos lo mismo todos los que no somos como ellos. Por eso forman coalición con la derecha israelí. Fijense bien lo que es un partido como Shas. Cuando se habla siempre de la llegada de rusos o etíopes a Israel, ¿quien los educa? Los religiosos….ja! Quienes hayan caminado por las calles israelíes, verá que un muy buen número de soldados etíopes van con la kipá en la cabeza…..
Esto, sin contar a la turra de Ayelet Shaked, diputada israelí en la Knesset que despertó la ira de todos los judíos de la tierra. http://espacioconvergencia.com.ar/2/index.php/israel/3207-por-que-estoy-a-punto-de-quemar-mi-pasaporte-israeli 

El que mete en la misma bolsa lo que significa ser judío, israelí y sionista, es un terrible ignorante que, con un poco de lectura, se puede aplacar. El problema es cuando se le explica y el ñato en cuestión sigue con su tesitura. Ahí ya hay otra cosa.

En mi caso particular, estuve un año viviendo en un kibutz en Israel y también conozco Egipto. En uno de los viajes, crucé al otro lado por el paso de Rafah, cercano a la franja de Gaza. Siempre fui de la idea de “paz por territorios” y que se acabe la guerra de una vez, con un Estado libre y soberano para los palestinos. También, vuelvo a reiterar que es una masacre lo que está ocurriendo con la cantidad de muertos en los bombardeos.
Desde ese lugar, sostengo que Israel es criticable en sus acciones como lo puede ser cualquier Estado como tal, en este mundo. Me parece una tontería que, ante cualquier crítica, se enarbole que es «antisemitismo». ¿Si una persona critica a Irán, es «anti-persa»?

Por otra parte, también veamos a algunas cuestiones de la colectividad a la cual pertenezco. Una persona puede ser buena o mala, independientemente de su religión, raza o etnia. Paul Singer, Eduardo Elsztain, Carlos Corach o Rubén Beraja son –a mi considerar- una manga de garcas, pero tienen la «particularidad» de ser judíos. De la misma manera que Astiz y Videla son «católicos», Idi Amin era “negro” o Gadafi, “árabe”.
Al día de la fecha, por personajes nefastos como los nombrados, ¿debo sentirme tocado como “judío”? Buena pregunta. Soy de la idea que la religión, raza o etnia no hace a la bondad del individuo. De ahí, los ejemplos tomados.
Alguno dirá que no se considerará judío por su propia elección y que irá más allá del “vientre materno”. Seguramente, uno decidirá seguir con la tradición judía o no, que irá más allá de la religión. Puedo no respetar nada de las costumbres religiosas pero eso no invalida mi identidad judía amén de la definición que me da “el otro” en mi relación con él. Será ese otro el que me define a partir de algo que ya tengo incorporado –por decirlo de alguna manera-. Pagaría por ver a muchos de estos compañeros que no se consideran “judíos” explicarle su situación a un oficial de las SS…
Woody Allen tiene su opinión, con la cual coincido en un 120%. Hago la licencia para decir que conozco gente de la cole que, con tal de pasar «desapercibida» y ser «aceptada», le pueden decir «judío de mierda» en cualquier circunstancia que no van a decir nada….(no es mi caso, que hasta perdí trabajos por agarrar a alguno del cogote)


Recuerdo cuando trabajaba en una revista y dos compañeros fueron a esperar a Rafael Levy –propietario de Cromañon- a la salida del templo de Libertad. Le quisieron hacer unas preguntas pero Levy se escapó como una rata, con la ayuda de la gente de “Bitajon” –seguridad-. A todo esto, algunos de los feligreses acusó a los periodistas de “antisemitas”. A ver, pedazo de pelotudo, ¿sabes a quien tenes a tu lado, rezando, para acusar a los demás de “antisemita”? Por el simple hecho que es judío, ¿vas a proteger a semejante criminal?

Como judío, puedo estar a favor o en contra de las políticas del Estado de Israel –de las cuales, estoy en contra en amplia mayoría- asi como de la conducta de la misma colectividad a la cual pertenezco y critico gran cantidad de sus usos y costumbres. No soy un «mejor judío» por decir que las políticas israelíes son fabulosas y la conducta de las autoridades de “la cole” son geniales. Por tal motivo, debo ser un «pésimo judío» ya que, al día de hoy, todo pasa por decir “si a todo” y a que la religión es, nada más, que un aspecto culinario y gastronómico. Pareciera que uno es más o menos judío de acuerdo a la calidad del seder de Pesaj. Si como dulce de leche o una grande de muzzarella, no califico. Si me hago un schwarma, menos pero…..¿acaso no se come en Israel? Pero no forma parte de la tradición….. ¡¡¿¿O me van a decir que mucha gente de la cole que se llena la boca hablando de Israel, nunca fueron ni siquiera de visita porque “es peligroso”??!! je!


Estaría bueno que la misma colectividad judía haga un replanteo no solo en tanto su conducta «puertas adentro» sino hacia afuera. La «cole» vive en Argentina pero no se pregunta sobre la posición de AMIA/DAIA durante la dictadura. Además, si tanto defiende al Estado de Israel, invitaría a sus integrantes a que hagan “aliá” pero dudo mucho que, con el status de vida y con su conciencia de “judios de ghetto”, entiendan lo que es vivir allá.
Esto, sin olvidar que la gente de “la cole” se queja del antisemitismo cuando hay cierta idea “establecida” que está bien llamar a la mucama, “shikse” y similares…No nos quejemos cuando, puertas adentro somos bastante despectivos.
Inclusive, quien estas líneas escribe también fue “rebotado” de alguna institución de “la cole”, cuando era adolescente por tener una remera de los Beatles y el pelo largo (allá por el 87).

La única solución es la paz y que paren las muertes. Los bombardeos indiscriminados no van  a traer paz. Por el contrario, el odio y la venganza serán partícipes de esta masacre. Igualmente, al día de hoy, lo único que pido es que, antes de hablar de este tipo de temas, se sepa bien lo que se dice, anteponiendo una argumentación racional antes que prejuicios y falsas ideas sostenidas a través del tiempo.


¡Shalom! ¡Salam! ¡Paz y Justicia!

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