“Sombras de Luz”. Un documental revelador sobre el gran fotógrafo argentino Carlos Bosch.


La vida de los fotógrafos resulta ser por demás particular. Más aún cuando tuvieron la posibilidad de retratar momentos únicos en el transcurso de los años. Carlos Bosch fue uno de estos privilegiados que, cámara de fotos en mano, estuvo en el lugar justo en el momento preciso. Con una trayectoria que abarca más de treinta años y se desarrolló tanto en Argentina como en Europa, Carlos Bosch se convirtió en referencia ineludible para quienes aman no sólo la fotografía sino también el periodismo y lo referente a los medios de comunicación. Una reseña de su historia dirá que fue jefe de redacción de “Noticias” al tiempo que compartió la revista con algunas leyendas como Rodolfo Walsh, Horacio Verbitsky, Juan Gelman y Paco Urondo. Antes ya había formado parte de «Semana Gráfica», «Panorama y «Siete Días» junto a Osvaldo Soriano y Mempo Giardinelli, que participa del presente documental. Después se marchó a Europa con la llegada de la Dictadura, para revolucionar la fotografía en España y volver finalmente a Argentina en 2007.
Hoy, en plena pandemia, se abre la posibilidad de ver de manera gratuita «Sombras de luz», el documental sobre su obra, a pocos días de producirse el fallecimiento de Bosch, acontecido el pasado 22 de junio de 2020. Una oportunidad que no debe desaprovecharse en absoluto.
La cámara de Bosch retratando al fascismo español
La cámara de Daniel Henríquez siguió a Bosch durante 2013 y 2017 por Buenos Aires, Chaco y Córdoba para lograr un retrato íntimo e interactivo –pero no invasivo- mientras realizaba sus proyectos profesionales –la serie “Los miedos”- así como conferencias, clases, presentaciones y premiaciones. Desde ese lugar, se sumerge en una gira mágica y misteriosa que da cuenta de su prolífica y visceral carrera.
Pero la impronta de Bosch va más allá de la cámara y su lente. Es la posibilidad de comunicar a través de la fotografía y transmitir el sentido de libertad. “Ser uno mismo” de acuerdo a sus propias palabras. Un axioma que llevó como estandarte a todos lados lo cual le permitió ubicarse inclusive más allá de los límites de lo permitido. Un buen ejemplo de esto es la cobertura realizada en Madrid, entre 1977 y 1979 de diversos actos organizados por la Falange fascista. Algunas de las fotos abrieron el debate respecto a la comunicación en tanto la forma en que se retrata el acontecimiento.
Justamente en España es donde Bosch se encarga de cambiar la fotografía del país en tanto encara una nueva forma de encarar la profesión así como su relación con el periodismo. Igualmente, siempre teniendo como norte la creación artística en tanto comunicación, alejándose de la imagen como “fetiche de la mercancía”, algo tan caro a los medios de comunicación al día de hoy.
Las apreciaciones de Bosch son por demás directas y contundentes en relación al futuro de la fotografía (“va a desaparecer” tras su inserción en el “industria” mientras lo relaciona con los grabados), el análisis de las fusiones culturales que dan cuenta de un nuevo lenguaje en tanto comunicación y la función de la fotografía en tanto debate ético y moral (¿vale todo para mostrar la realidad?), abriendo una serie de planteos que afecta a todos los que trabajamos en los medios de comunicación. 

«Placard» forma parte de su ensayo fotográfico «Los miedos»

Su concepción de la fotografía se aprecia en la manera en que sale de atrás de la cámara para ponerse delante de la lente al tiempo que “producía” su ensayo fotográfico “Los miedos” que abarcaba los temores que atravesaban su vida. Al respecto, uno de los momentos a destacar es la visita a la cárcel de Caseros a retratar uno de esos miedos –que era la cárcel- y la relación que tenía con su colega y amigo Alfredo Sánchez. El diálogo antes y durante la sesión de fotos da cuenta de una sana tensión y respeto mutuo en tanto profesionalidad y sabiduría en la fotografía. Como si fueran una dupla estilo Lennon-Mc Cartney discutiendo el arreglo de una canción, Bosch y Sánchez intercambiaban pareceres respecto a la luz y la ubicación en un momento absolutamente mágico.
Los testimonios recabados pintan de manera exacta la personalidad arrolladora de Bosch en su justa medida. Paralelamente, se producen esos espacios de intimidad donde abre una hendija a su interior y quizás, una vulnerabilidad desconocida.  
La forma en que Daniel Henriquez encaró el documental hace que sea un relato por demás armonioso, con sus picos de adenalina y momentos de remanso. Las fotos exhibidas en silencio, permiten que sea el espectador que la llene de sentido. Un significante que se llena de un contenido único y personal.
Allá lejos y hace tiempo, el ex campeón mundial de ajedrez Boris Spassky dijo sobre el legendario Bobby Fischer. “Nosotros vivimos y jugamos al ajedrez; Bobby juega al ajedrez y después, vive”. En un punto, algo de eso hay en Carlos Bosch y su pasión por la fotografía. «Sombras de luz” hace justicia a su legado, brindando una mirada precisa y humana de quien llevó a la fotografía a la categoría de arte sin pasteurizar ni un ápice la visceralidad de su contenido. Ya lo dijo el propio Bosch, “No susurro, grito para comunicarme”.
 Ficha Técnica
Con Carlos Bosch, Alfredo Sánchez, Oscar Smoje, Mempo Giardinelli y Jorge Abot. Dirección: Daniel Henríquez. Producción ejecutiva: Sebastián Carballido. Guión: Leonardo Novak. Investigación y archivo: Carmela Silva. Dirección de Fotografía y Cámara: Cecilia Sanz. Montaje: Rolando Rauwolf. Música: Eliane Correa. Diseño Sonoro: Luciano Fusetti. Diseño Gráfico: Natalia Conti. Producida por Benjamín Ávila, Maximiliano Dubois, Lorena Muñoz, Ernesto Burgos, Daniel Jerozolimsky, Leonardo Novak, Carmela Silva, Daniel Henríquez y Cecilia Sanz.
A continuación, la película completa! 

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