Isabelle Paez: “La Casa Canta es un poema vivo”

En Buenos Aires, hay una propuesta multidisciplinaria que combina danza, música, poesía y teatro. Se llama «La casa canta». Su creadora es la coreógrafa francesa Isabelle Paez, que reside en Argentina desde hace seis años. ECDL habló con Isabelle para charlar sobre su creación, el teatro y la performance, en todo el significado del término.


-Isabelle, contame sobre el origen de “La casa canta”

– Surgió por un deseo de investigar la poesía. La palabra desde la danza. Llevé una propuesta al Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini porque ellos hacen un festival internacional de poesía. Fui a proponer una performance sobre poesía y se acordó de hacer un trabajo con poemas de  Luis Luchi, Juano Villafañe y Carlos Juarez Aldazabal. Nace de investigar la poesía y el decir aunque no la palabra necesariamente porque usamos la danza. Desde donde se aborda la poesía que no sea el leer.


-¿Fuiste quien eligió los textos?

– Si. La elección de los textos de Luchi fue fundamental para ver hacia donde iba a ir la obra. Quedaron muchos afuera. Él es un personaje bohemio y comprometido. Ver todas esas temáticas me permitió ver un encuentro. Después corté y recorté para hacer una articulación luego con Villafañe y Aldazabal. Antes de empezar a viajar con los textos, sabía que había músicos, danza y diría que hay un contador…No digo que teatro porque mi enfoque no es teatral. Tal vez eso es difícil. El decir de la poesía no es actuar sino interpretar. Lo que une todo es el ritmo. ¿Qué lleva una palabra en tu cuerpo? Hay cosas que pasan tanto en la voz como en la música que te atraviesan. Inspiran el universo que fuimos creando.


-¿Cuánto tiempo de ensayo te llevó la puesta?

– Hicimos dos presentaciones en junio pasado. Hubo un cambio de elenco por lo que hubo una movida sorpresiva. No fue previsto pero se dio así. No hubo que reconstruir la obra ya que había sido presentada de una determinada forma pero estuvo bueno para profundizar todo aquello que no apareció en las primeras presentaciones. Igual, es todo un proceso para mi. Todavía seguimos trabajando el texto.


-¿Cuál es el límite en el ensayo y la producción del espectáculo?

– La fecha de presentación porque siempre es un proceso. Después se hacen fechas y se vuelve hacer. Me parece que es la fecha la que te dice cuando terminar pero esto no significa cortar. La estructura ya está. Lo de adentro es saber hacia donde voy y donde termino. Tenes un momento que sabes que ahí lo tenes y después se trabaja. Yo sigo trabajando porque quiero llegar a algo más coreográfico. Seguimos pensando al respecto.


-¿Siempre pensaste en hacer dirección y actuación al mismo tiempo?

– Es un trabajo muy artesanal. Es muy teatral el decir “hay una dirección”, “hay una actuación” y el juego de dirección-actor. En danza no es asi. No digo que no haya coreógrafos pero como era interprete, el trabajo lo iba a procesar. Además, alguien tenía que decir. Esto fue todo un desafío ya que soy francesa pero, de a poco, fui tomando confianza para poder decirlo. Fue toda una propuesta y lo cargué al hombro.  Te diría que, al trabajo lo encaré desde lo que soy. No disocio interpretación de dirección. Hago mi propia creación. No es la primera experiencia al respecto. A veces me lo pregunto pero por eso, no es algo que digo que sea teatro. No está definido en ese lugar. Voy al trabajo desde la danza contemporánea que es más metafórico. El gesto, el sonido y el movimiento son mezclas que solemos hacer.


-Tampoco sería “teatro-danza”…

– Eso fue toda una charla…Para definirlo o encasillarlo, dijimos que era “poesía-danza-música”. No es teatro-danza. No lo veo pero quizás para algunos había que denominarlo asi. Igualmente, para mí, es un poema vivo….


-Me estas tirando el título de la nota…

– …después de dar tantas vueltas, sentí que era eso lo que estábamos haciendo, interpretado por el cuarteto plástico-musical


-¿Cómo fue la creación de la música?

– Surgió de la poesía. El poema “Cacería de elefantes” nos inspiró la primera música. Siempre trabajamos con los músicos. Fernando Suarez, que toca la baterista y participa del espectáculo también compuso. La baguala que hay en la puesta es mía. La poesía fue la que la inspiró hacia ese ritmo. Buscamos una melodía desde la caja a partir de un poema muy bello. Todo el universo fue surgiendo a través de un gesto o algo que tarareas en relación a un ambiente o un poema.


-¿Qué te dice la gente cuando termina el espectáculo?

– Hace quince días, una persona me regaló un libro y dijo que le había parecido muy bello el espectáculo. Un director de teatro nos confesó que, cuando dejó de querer entender, empezó a disfrutar. En general, prima el clima poético. Preguntan mucho por Luchi, que no es un autor muy conocido. También destacan mucho la música.


– ¿Hay un retorno de la performance?

– Creo que es como todo. Hay un encasillamiento de la performance. Una estandarización. Es complicado…porque puedo ser muy crítica al respecto. También se utiliza el término para denominar un formato que no es espectáculo. Pero es conceptual la performance. El concepto es para algo. Si no tenes discurso ya sea en performance o escenario, no pasa nada. La performance no es convencional ni desde la construcción ni desde el espacio. Es un ejercicio muy complicado. No cualquier persona transmite o está “suelta” para llevarla a cabo. En mi caso, asocio la performance al arte contemporáneo y muchas veces ligada a la danza. Es asi en Francia. Tal vez los términos están cambiados o se utilizan diferentes. Lo que más conozco es relacionado a la danza.


-¿La puesta siempre se pensó en esos tres espacios? ¿O son cuatro?

– Son cuatro los espacios. Está bueno pensar que sería lo mínimo que tenemos de nuestras casas. La casa del poeta, de Luchi, tiene una mesita y una máquina de escribir. La batería en si, es toda una casa. Nos gusta mucho con Fernando, la idea de un edificio con distintas casas. Cada uno tenía su propio espacio.


-Si por la puerta de este bar apareciese la Isabelle que recién llegaba a Buenos Aires, ¿qué le dirías?

– Ja! Una pregunta difícil….! La encontraría…no sé si le diría algo o le daría algún consejo. Le recomendaría a donde ir. Que se fije bien con el discurso y a como se utilizan las palabras. Por ejemplo, el “nos vemos”, yo pensaba que era asi, literal y me sorprendía mucho que no era de esa manera.  


-Si no eras bailarina, ¿a qué te hubieses dedicado?

– Uh…. La verdad, no sé. Quizás hubiera sido campesina. ¿Por qué no? En el campo es posible bailar ¡y hay un espacio grande para poder hacerlo!


“La casa canta”. Centro Cultural de la Cooperación. Domingos, 20.30 hs.

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