Disco: “New” de Paul Mc Cartney.


Sensaciones encontradas se percibían ante el lanzamiento de lo que es el disco número decimosexto de su carrera en estudio. Era el primer álbum de canciones puramente originales desde la época del excelente “Chaos and Creation in the Backyard” (2005) y el buen “Memory almost full” (2007). Por tal motivo, y teniendo en cuenta que lo último que había sacado era un disco con canciones de jazz, con cierto revisionismo al American Songbook (“Kisses on the bottom”, 2012), se esperaba con varios interrogantes lo nuevo de Paul.
¿Volvería a esas canciones que son su marca registrada? ¿Retomaría el clasismo del 2001? ¿O se sumergiría en tinieblas personales como para sacar otra gema como “Chaos and creation”? No. Nada de eso. Paul lo hizo de nuevo. Como un talentosísimo jugador de futbol con la 10 en la espalda, hizo una gambeta a lo previsible y logró un disco pleno, fresco y nuevo. No en vano, y como reafirmando su idea, el título del disco es “New” (Nuevo)  pero siempre siendo fiel a si mismo, a su propia historia.

Parece que este Paul ha sepultado definitivamente a aquél de los discos anodinos de los 80, con obras que dan cuenta del excelso talento que tiene, sobre todo cuando está dispuesto a trabajar en sus creaciones. Y, aunque parezca extraño para más de uno de sus fans, retoma algunos climas que había trabajado, bajo el nombre de “The Fireman”, su proyecto más cercano a la electrónica. Más precisamente al disco “Electric Arguments”. 
Esto se aprecia desde el mismo comienzo del disco con “Save us”, con un primer verso más que elocuente, en el cual le habla tanto al público, con un dejo de ironía, consciente de las expectativas que él mismo genera. “I Can Try to Give You Everything You Ever Wanted/You’re Not Hard to Please” (Puedo tratar de darte todo lo que queres pero no eres difícil de complacer).  Un riff de guitarra y la voz de Paul, saturadas en su sonido y con un ritmo rápido. Un rock and roll que podría escucharse en Creamfiels o fiesta electrónica sin que desentone en lo más mínimo. 

Se escucha al mismo Paul decir “Ok” para dar comienzo a “Alligator”, una típica canción de Mc Cartney en la cual se aprecia una búsqueda de un sonido nuevo, más propio de esta época. Un espíritu nuevo junto con una nueva etapa de su vida se perciben en esta canción, poniéndose en el lugar de otro para describir su propia sensación. Por eso, dice “They got someone setting them free/Someone breaking the chains/Someone let me be”. Un sonido de interferencia despide la canción para llegar a “On my way to work”, donde la guitarra vuelve a tener preponderancia junto con la voz de Paul. Capas de sonido se pueden apreciar en un fondo donde la percusión se mezcla con el sonido de estudio.

Un sonido clásico de unos cinco segundos antecede a “Queenie Eye”, un tema bien arriba tanto en su ritmo con un coro que banca la parada desde el fondo. Un intermedio en el medio para volver con nuevos bríos para cerrar uno de los mejores temas del disco. La letra puede aludir tanto a una relación como a una cierta crítica a los medios de comunicación (“There were rules you never told me/Never came up with a plan/All the stories that you sold me/Didn’t help me understand”), sin mencionar a quienes buscan una poción de fama (“Dogs and bitches hunt for fame”). Al respecto, y en esta tesitura, algunos medios jugaron con la posibilidad de volver a ver juntos a Johnny Depp y Kate Moss, juntos en un video. Recordemos que Johnny y Kate fueron una de las parejas más explosivas de los años 90 y cuentan ambos con lazos con el rock. Depp, guitarrista antes que actor (tal como se definía en los principios de su carrera), ha tocado –además de tener su propia banda- en discos de Oasis y participado en videos de Tom Petty, Radiohead y el propio Mc Cartney, como “My Valentine” junto a la bellísima Natalie Portman –quien también participó en “Dance tonight”, primer simple de “Memory almost full”-. En cambio, Moss puso voces en discos de Lemonheads, Primal Scream además de participar en videos como “‘I Just Don’t Know What To Do With Myself’ de los White Stripes, donde realiza una especie de “baile del caño”. En “Queenie eye”, Kate vuelve a bailar pero ahora con más ropa y la belleza y el carisma de siempre.
Otras personalidades que participan del video son Meryl Streep, Sean Penn y Jeremy Irons.





El ritmo baja con “Early days”. La intro de mandolina o dobro, le dan una atmósfera más country y apacible donde vuelve a recordar tiempos remotos en los que buscaba ser alguien en la música, junto con sus tres compinches de la ciudad, de nombre John, George y Ringo.
Los arreglos y la producción para esta canción son de muy buen gusto, haciéndola crecer de la sencillez con la que arranca desde un principio.
Aquí es donde se aprecia que hay un trabajo serio detrás de cada canción. No en vano tuvo cuatro productores para el álbum, que trabajaron codo a codo con Paul en cada canción. Los productores fueron  Mark Ronson, Ethan Johns, Paul Epworth y Giles Martin, este último, hijo del legendario productor de The Beatles, George Martin. Justamente, Giles se encarga del mayor número de canciones producidas, seis, mientras que los otros tres productores se hicieron cargo de dos canciones cada uno.

“New” es la canción que da nombre al disco y el primer corte de difusión. Es una muy buena canción, con un comienzo que da lugar a alguna reminiscencia a “Got to get you into my life”,un clásico Beatle de Revolver. Para quien la escucha por primera vez, le llamará la atención de como Paul se reinventa a si mismo pero sin dejar de ser el mismo.
Un loop profundo de batería anuncia a “Appreciate” y la voz de Mc Cartney en diversos tonos y sobregrabaciones en un clima “ambient”, donde el armado del tema combina algunos riffs de guitarra y una saturación de sonidos. Este es uno de los temas más deudores de The Fireman.
En cambio, “Everybody out there”, vuelve al clásico estilo Mc Cartney de una canción más propio, con un comienzo de guitarra que despierta la sonrisa cómplice de los más puristas. El aggiornamiento le permite mantener la accesibilidad de sus canciones. A partir de la parte media, donde la voz se encuentra trabajada, hasta el final, es donde vuelve a mantenerse el espíritu del disco.



Un ambiente más psicodélico da comienzo a “Hosanna”, una balada poderosa, con guitarras y teclados construyen una pared de sonido en la cual se asienta la voz de Paul. A continuación, un rock animado como “I can bet” que levanta el ritmo del disco, cuando ya ha pasado la mitad del mismo, prácticamente, sin darse cuenta uno del tiempo transcurrido. Con “I’m looking at her”, el formato canción se enmarca en la descripción de una mujer por la cual un hombre contempla desde la admiración. “Everybody’s looking at her/She’s got everybody talking about her/She’s good, she’s kind, she’s sweet as wine”. Nuevamente, el sonido 2.0 que tiene el disco le brinda un plus a una canción que gana con este tratamiento.
“Road” es un tema que brinda un cierre más que exacto que condensa varios puntos de lo escuchado anteriormente: un sonido fresco, contundente y actual para las canciones de Paul, sin que están pierdan su propia identidad.



La edición “deluxe”, que es la que tomamos para analizar el disco, contiene tres bonus tracks. El primero es “Turned out”, un tema con el detalle del slide para brindar un toque más emotivo en el comienzo de la canción. Para la coda del medio, el piano y las voces, elevan el tema para volver al ritmo del principio. Con “Get me out of here”, Paul vuelve a mirar atrás en el tiempo pero sin perder de vista el sonido actual. De esta manera, suena un country atrapante con los coros de fondo que podría ser un hermano moderno de “Prodigal Son” de los Rolling Stones. Para el final completo, una balada al más puro estilo Mc Cartney como “Scared”, pero con un toque trágico, que la hace aún más conmovedora.


Con respecto a los créditos referidos a la instrumentación del disco, diremos que Paul se encarga de casi todo… voz, guitarras, lap steel guitar, bajo, buzuki, piano, piano eléctrico Wurlitzer, teclados, mellotrón, percusión, sintetizadores, glockenspiel, armonium, batería, celesta, clavecin y loops. Entre los músicos que lo acompañan, mantiene a Paul “Wix” Wickens (teclados, guitarra, piano, acordeón y órgano Hammond), Brian Ray (guitarra, dulcimer y coros) y Abe Laboriel, Jr. (batería y coros). Ellos fueron la banda que lo acompañó en su última presentación en Buenos Aires. Los productores Paul Epworth y Ethan Johns aportan batería y percusión. Steve McManus y Richard Pryce participan tocando el bajo mientras que Toby Pitman aporta teclados y programación.

Paul McCartney volvió con un muy buen disco bajo el brazo, en una nueva etapa de su carrera donde a los 71 años, lo encuentran activo e inquieto, en búsqueda de nuevos horizontes y sonidos. “New” es el fiel reflejo de estas inquietudes propias de un artista con mayúsculas que, ante el paso del tiempo, le pone su cerebro creador para hacer frente a cualquier tipo de estancamiento artístico. 

Hoy, 2020, Paul Mc Cartney hizo «Lady Madonna» en el #TogetherAtHome, homenajeando a los trabajadores de la salud, al tiempo que recordó que su madre había sido enfermera. 


 

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