Maia Muravchik: «Para ‘5 documentos’, trabajé sobre mis miedos y mis propias limitaciones»

Hay temas que el teatro venía esquivando. Acentuamos la palabra y el tiempo verbal porque los atentados a la AMIA y la Embajada de Israel estaban en ese lugar. Ahora, no. “5 comentarios” toma testimonios relacionados con ambas tragedias y los lleva a las tablas con una propuesta particular y seria. Maia Muravchik, una de las protagonista de la puesta, le cuenta a ECDL todos los pormenores en la concepción de “5 documentos”, incluído el testimonio de Silvia Fernández Barrio.


– Maia, contame cómo surgió “5 documentos”. 
– Dennis Smith, autor y director de la puesta, encuentra un artículo sobre un episodio que ocurrió el día en que explotó la Embajada de Israel. Me lo envía y me dice que quiere hablar sobre los atentados a la  AMIA y a la Embajada. Quería hablar desde el punto de vista de los testigos reales, de las personas involucradas directamente con estos hechos. Así surge “5 documentos”. 

– ¿Cómo fue la elección de los textos? 
– Los textos fueron armados a partir de entrevistas que realizó Dennis a personas que presenciaron los atentados desde diversos lugares. También a partir del testimonio público de Lea Kovensky (sobreviviente del atentado a la Embajada). No participé directamente de la creación de los textos, pero a medida que Dennis me los iba enviando, daba mi opinión. Le pedí algunos cambios, sobre todo para poder interpretarlos de la mejor manera posible. 

– ¿Cómo fue el proceso de ensayo de los mismos? 
– Fue breve y bastante vertiginoso. Tuve que trabajar sobre mis miedos y propias limitaciones (físicas, emocionales, actorales). Realmente fue un desafío para mí. Ni bien empezamos con los ensayos, se sumaron la actriz Cristina Dramisino y el músico Fernando Losada, dos seres a quienes admiro mucho y que terminaron de completar la experiencia teatral. Dennis nos mandaba los textos y nosotras llevábamos nuestras propuestas. Dennis armaba, Fernando veía y después traía la música y Dennis terminaba de pulir. Nos sorprendió la respuesta que tuvo desde un principio. 

-¿Hubo algún texto que te haya impactado en particular? Inclusive alguno que no haya sido parte del espectáculo. 
– El texto de Lea fue el primero que recibí y el que más me impactó. Lo leí de corrido. Sin darme cuenta se me puso la piel de gallina y me sentí absolutamente involucrada en esa vivencia. Personalmente no soy muy fan de ver o de actuar monólogos pero en este caso, fue tan potente que sabía que podría funcionar ahí adentro. El de Marcelo (hermano de una víctima de la AMIA e hijo de una sobreviviente) también me impactó muchísimo. En ningún momento cae en un golpe bajo sino que por el contrario está cargado de imágenes, y eso hace que conmueva mucho más. La verdad es que Dennis es un genio escribiendo y dirigiendo. Es muy fácil actuar lo que él propone. 

– Uno de los textos es el testimonio de la periodista Silvia Fernández Barrio. ¿Hubo alguna reacción –positiva o negativa- al respecto? 
– En general no. Mucha gente (como yo, antes de la obra) no la conoce. Pero hubo diversas reacciones. 

-¿La obra contó con el apoyo de las autoridades de la colectividad? 
– No hubo un apoyo directo, pero sí muy buena onda. 

-¿Cómo es el público que concurre a la obra? 
– Hay de todo. Nos sorprende ver la cantidad de gente distinta y de diferentes edades que viene. Obviamente las personas que recuerdan esos días salen más impactadas, porque nunca se habló de esto antes en el teatro. 

– ¿Qué le dice la gente cuando termina el espectáculo? 
-Hay dos reacciones recurrentes. Una es la de decirnos “Gracias por contar esto” y la otra es la de relatarnos qué estaban haciendo los días de los atentados a la AMIA y la Embajada. Algunos estaban cerca. Otros vieron desprenderse parte de sus casas. Escuchamos muchísimas historias sobre eso. Es realmente muy fuerte entender cuánta cantidad de gente fue afectada de una u otra manera por estos hechos. 

– ¿Cómo son los cinco minutos posteriores a terminar la obra? 
– Te cuento…tomo tanta agua después de la corrida que me mando al principio de función, que, ni bien termina, salgo corriendo al baño a hacer pis. Después saludo a la gente y me cuentan sus historias.


– El año pasado, presentaste “Maquimaiu”. ¿Qué impresiones te quedaron de esa puesta? 
-Maquimaiu era otro cantar. Nada que ver. Era una comedia liviana. Pero fue una experiencia hiper intensa porque estuvo basada en lo que fue el final de la historia de amor más importante que tuve en mi vida, quizás. O al menos hasta ahora. Era una discusión muy ridícula por chat en la que le reclamaba a mi ex estar en los agradecimientos de su disco. En realidad le reclamaba mucho más que eso. Le reclamaba ser blanqueada, salir a la luz. Fue increíble lo que pasaba con el público, con sus propias experiencias, con sus primeros amores. Le sumaba intensidad el hecho de que fue la primera obra que produje yo. Vendí mi piano para solventarla. Y valió la pena 

¿Planes futuros? 
– En breve empiezo a ensayar otra obra, y hay otra más en la mira. Por otro lado, estoy filmando algunas cositas. Actuar y producir esa es mi cuestión. Je. 

– Si Maia Muravchik no era actriz, ¿Qué hubiera sido? 
– De chica quería ser arquitecta. Ahora no entiendo por qué. Quizás también bailarina o cantante. O directora. No sé, creo que estoy atravesando una pequeña crisis de los 30. Últimamente pienso que voy a terminar dirigiendo y produciendo en cine. Pero para serte sincera no tengo la menor idea de qué voy a hacer mañana. Así son estos días

-Si por la puerta del teatro Margen del Mundo entrase la Maia que recién empezaba a incursionar en el teatro, ¿qué le dirías? 
– Le diría que lo más importante en la vida y en la profesión es aprender a endurecerse sin perder la ternura jamás. 


“5 Documentos”. Teatro Margen Del Mundo. Concepción Arenal 4865. Sábado, 21 hs.

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