De Interpretatione (Teatro)

Sobre Ricouer, Chejov y otros universos
 
Dramaturgia, dirección y actuación: Marcelo Savignone. Iluminación e instalación visual: Nacho Riveros. Arte sonoro: Luis Sticco. Asistencia general: Milagros Coll, Damián Minervini, Guido Napolitano y Belén Santos. Diseño gráfico: Edgardo Carosia. Vestuario: Mercedes Colombo. Fotografía: Cristian Holzmann. Co-producción: Complejo Teatral de Buenos Aires.  «Producción ganadora del Premio CTBA a salas del circuito independiente».

Teatro Belisario – Av. Corrientes 1624. Sábados, 22 hs.
 

La obra y su trascendencia, con el autor de por medio. Ni siquiera hablamos del intérprete, ya que sería el mero vehículo de lo producido. La forma en que impacta en cada uno de los que recibe el mensaje, más allá de la lógica conductista del estímulo-respuesta.
Es en ese lugar/instante en que se ubica Marcelo Savignone para encarnar su nuevo unipersonal. A caballo de la máxima de Paul Ricouer de “Una vez que el texto entra en contacto con el lector, el autor ha muerto”, revisita el trabajo que realizó sobre diversos títulos de Anton Chejov a lo largo de su rica trayectoria. Tal fue el caso de “Un vania”, “Ensayo sobre la gaviota” y “Mis tres hermanas. Sombra y reflejo.”
 
La condensación de estas producciones en poco más de sesenta minutos, es un logro en tanto el material que se tomó en consideración. Es una compilación precisa que revisita la manera en que Savignone trabajó el universo chejoviano. La vuelta a las tablas de aquellos personajes, encarnados en su persona, da cuenta de la excelente y personal tarea en cada uno de ellos. Ahora, en un espacio nuevo y diferente, al tiempo que –cortesía de la iluminación- crea nuevas y poderosas imágenes.

De a poco, como quien abre un libro e inicia el relato, trae fragmentos de aquellas puestas –con su respectiva interpretación- al tiempo que va intercalando anécdotas y alguna que otra indiscreción que formó parte de las mismas. Tal es el caso del reemplazo de un actor por un muñeco en la excelente “Un Vania” con la hilaridad que esto implica. 
A esto hay que añadirle la manera en que la filosofía dura de Ricouer se combina con vivencias más terrenales, permitiendo una creación de sentido más amplia.
 
Savignone apela a mínimos elementos para llevar a cabo su propósito. Una puerta móvil, una silla y dos de sus acompañantes usuales que son un micrófono y su guitarra. Desde allí, surge la emoción al recordar situaciones puntuales de su vida cruzándose con su faceta profesional, tal como la muerte del padre, separaciones y peripecias varias.
La música continúa siendo parte fundamental, tanto en su elección como en su ubicación. Las guitarras de Radiohead y The Narrative vuelven a caer en el momento justo al igual que el fraseo de Lou Reed en “Vanishing Act”.
 
La “simpleza” del título esconde más de un punto a considerar. Es, antes que nada, la manera en que Savignone se hace cargo de casi todo lo que se ve en el escenario. Como si fuera un músico que graba todos los instrumentos y después, tiene una banda en sus presentaciones en vivo, desarrolla una personalísima línea dentro de los unipersonales masculinos, encontrando siempre una nueva veta a desarrollar.
Por otra parte, siguiendo con la analogía musical, esta nueva creación sería una especie de disco recopilatorio, pero con versiones alternativas de lo ya conocido, enriqueciendo aún más lo realizado.  
 
“De interpretatione” lo tiene a Marcelo Savignone navegando nuevamente sobre las aguas de los unipersonales masculinos, con el talento y la seriedad que ya es marca de fábrica. Una propuesta que hace justicia a sus trabajos previos al tiempo que despierta la curiosidad sobre la riquísima obra de Ricouer y Chejov 

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