Francés de origen y argentino por adopción y elección, Mathieu Orcel creó la serie documental “Salida de emergencia”, que retrata a parejas del mismo sexo en su devenir cotidiano con dinamismo y seriedad al tiempo que también retoma el espíritu de la Ley de Matrimonio Igualitario en pos de la igualdad y la no discriminación.
– ¿Cómo surge la posibilidad de hacer “Salida de emergencia”?
– Soy cineasta y documentalista. Nos sentamos con Agustín, que es mi co-guionista y mi marido, y dijimos de hacer un documental sobre diversidad pero que no sean los eternos cliches del escándalo, el amarillismo y la transa en la calle. La serie no tiene el formato de cine-documental. Si bien es muy documental, es televisivo. Yo quería algo más actual, de televisión, más rápido. Pensamos en Canal Encuentro o la Televisión Pública. Justo ahí surgió el Concurso Federal Nacional, organizado por el INCAA, para televisión abierta y digital. Lo presentamos y “Salida de emergencia” fue la serie ganadora con mucho apoyo. Otro tema era tener las manos libres porque la mayoría de los medios se meten mucho en la obra en si. En el montaje, la manera de contar, etc. Si este material hubiese ido a Canal Plus de Francia, con quienes trabajo seguido, hubiese habido bastante tijereteo e incluso con voces en off y cosas asi. Aca no hay nada por el estilo. La propuesta es bastante pura. Nunca tuvimos ninguna bajada de línea de nadie. Sale por Canal Encuentro y estamos muy felices. Lo logramos!
– Te enganchaste con algunas de las historias en particular?
– Te digo una obviedad, con todas. Fueron todas muy fuertes, que no esperabamos, que surgieron en el lugar, como en Puerto Madryn. Ahí filmamos a Laura, una remisera trans. Estábamos a punto de finalizar el rodaje, ocho meses en la ruta y ya teníamos varios casos cuando nos vamos a Chubut Diver, una asociación diversa. Se sienta al lado mio, Laura, una chica que no conocía. Ella me empezó a contar su historia y me puse a llorar. Le dije “no me cuentes más nada. Mañana vamos a la playa y charlamos tranquilos”. Ese es uno de los testimonios más fuertes. Todas las historias nos sorprendieron. Llegabas y era una caja de sorpresa que se abría. La gente estaba muy felíz de que llegaramos nosotros hasta ellos en Humahuaca, Madryn, Neuquén o donde fuere. Había una necesidad de visibilizarse pero con gente que no lo va a agarrar para otro lado.
– La serie habla de “salir del closet”. Cómo vieron los personajes entrevistados ese salir del closet?
– La serie se llama “Salida de emergencia” porque partimos de la base que la “salida del closet” es urgente y necesaria. Cuando no podés más, salís. En la serie tenemos una forma particular de retratar eso. No son entrevistas y más entrevistas. Por ejemplo, Angie es bombero y sargento de la Policía de Rosario. Es trans y vivió todo el proceso dentro de la fuerza. Con los guarda-parques del Bolsón, que son casados, también hicimos lo mismo, los acompañamos en su situación cotidiana. El lema de la serie es “Cada día se sale del closet” porque todos los días tenés que renovar y reafirmar tu identidad. Otra cosa que surgió es la idea de heteronormatividad interiorizada. Ahí te das cuenta que los obstáculos están en uno mismo. Julio es colla. Recibió golpes y discriminación, pero no se muda ni a palos. Si estas en Buenos Aires, en San Telmo, con mucha gente acostumbrada y todo eso, ¿no podés salir del closet? Porque al fin y al cabo, está adentro de uno.
– Siempre se dice que “Europa tiene la cabeza más abierta”. Con este tema, es así?
– No, para nada. Yo vivo una situación muy graciosa por eso. Llegué en medio de una crisis, en el 2001. Me fui al sur, donde me quedé cuatro años, y me enamoré mucho de ese lugar. Mis familiares y mis amigos me decían que estaba loco, por esas imágenes de noticiero extranjero en la que parecía que nos estabamos matandonos entre todos. Había que explicar que la gente estaba más acostumbrada a la crisis y era más reactiva. A veces, salía con una sonrisa después de haber perdido todo. Eso, en Francia, es inimaginable. Con 2% de inflación, se ponen locos, guardan nafta y eso. Ahora se revirtió. Hablo con Francia y es al revés. Ahora es Argentina la que está bien y Francia, mal. Es Francia y Europa que están en crisis y los que tienen la mente abierta, en esta temática de la identidad, son los argentinos. Hablo con gente que piensa que es lo más progre del mundo y no es asi. Hoy, Francia está muy retrograda en esa cuestión. No hay matrimonio igualitario ni una visibilización futura de que se pueda llegar a concretar.
El bar La Prometida es el punto de encuentro con Mathieu. Un exprimido de naranja es la mejor opción para el momento, superando a mi sempiterno café. Mathieu es un argentino más. Tiene los modismos propios de Buenos Aires y poco acento francés. Locuaz y simpático, cuenta los pormenores del documental realizado con su marido. La charla va y viene con tanto entusiasmo que se corta la cinta y nadie se da cuenta….
– Donde estabas cuando se sancionó la Ley de Matrimonio Igualitario?
– Estabamos tocando con Lucy, que hizo la música de la serie y los chicos de la Cosa Mostra en la Peton, un bar francés que hay aquí en Buenos Aires, por México y Defensa, festejando justamente el 14 de julio, por La Toma de la Bastilla. Cantabamos canciones en francés pero siempre con un ojo mirando en la televisión, a ver que pasaba. Yo no pensaba que iba a pasar. Fuimos a la Plaza y nos quedamos hasta las tres de la mañana. Me acosté y me desperté con un desayuno especial, con flores y Agus me dijo que se había sancionado y que ya nos podíamos casar. Ahí, sentí que desperté en otro país. Hay que acordarse (algo que está muy presente en la serie) es que la Ley de Matrimonio Igualitario, en si, es una pavada. No le cambia nada a nadie. Lo que fue muy importante fue el debate que se realizó al respecto, que fue inédito. Se cayeron muchas caretas, con la Iglesia sacando chicos a la calle. Esto permitió un debate nacional que realmente visibilizó a un montón de gente y en la serie podés ver que todos se refieren a la Ley. No todos salieron del closet por la Ley sino que ayudó. La Ley cambió a la sociedad y eso está claro.
– Soy hetero y apoyé la ley. Después que se sancionó, hubo gente que me dijo “Estas conforme ahora?”. ¿Te pasó a vos?
– A mi me pasó pero de manera diferente. Ahora, me considero un argentino más. Más aún después de diez años de estar aca y trabajar con la gente del país e investigar. Siempre hay una diferencia chiquita, que noto, de cómo se tratan mis amigos en familia y respecto de mi. Siempre está detrás “el francés”. La gente piensa que con el francés hay una copa de champagne, vivimos de joda y a puro perfume y Francia hoy, es un país con mucha miseria social y conflictos muy heavies. Entonces, todo lo que escucho lo hago bajo ese prisma. A mi, directamente, no me hicieron eso pero si me lo hicieron al revés, pero contra Francia. Incluso mucha gente que está en contra del Matrimonio. Hubo orgullo en un punto cuando me decían “Esto, en Francia, no lo tienen”. Como que sienten que estamos en la punta de algo, por más que haya gente que no esté muy de acuerdo sobre esto pero lo hacen para chicanearte. Todo lo que sirva para que la gente se identifique con la Ley, sirve. Todos sabemos que, un día u otro, un país puede girar hacia algo feísimo, llámese Dictadura, guerra, o lo que sea. Está la duda de que va a pasar si sacan las leyes. Bueno, en España hay dudas con respecto a las leyes sobre el aborto y eso. Es una pregunta que hice fuera de cámara, ya que no tenía tanto sentido con la serie en si. Si había miedo de que un día la Ley no estuviese más o quedase sin efecto y la gran mayoría me contestó que “el miedo siempre está” pero lo que se está logrando hoy (en la vida de todos los días, y no en la vida abstracta de la política), la gente se acostumbra a tener a dos vecinos que son casados o dos vecinas que viven juntas. Esto ayuda más que cualquier discurso. Eso, en la serie, lo vimos muy fuerte. En la vida concreta, los problemas de la diversidad son pocos. La diversidad, como aceptación social, avanzó muchísimo. Más aún con el marco legal, es un avance total.
– El mayor problema, para la consolidación de la diversidad, sigue siendo la educación?
– Si. Creo que si. Hay un proyecto de Educación Sexual integral que se está poniendo en marcha. Los jóvenes de aca son más fluidos con el tema. No son homosexuales sino arcoiris. Le gustan mujeres, loros o lo que fuera. Pero digo también “ojo”. La homosexualidad existe desde que existen los hombres. Había ciudades como Atenas, donde era valorado y vamos a Uganda, donde hoy es delito de muerte. No se si es por moda o el impulso, está buenísimo. No se sustituye a la educación pero hace falta cambiar el principio de la educación sexual. Falta siempre lo mismo, el pibe que tiene sus problemas en su interior. El que hoy sea “gay friendly” todo bien pero nadie, desde el punto de vista de la escuela, le dice que “está todo bien”, que hombre a hombre funciona al igual que mujer con mujer. Falta esa variación. Es valioso lo que pasa con la serie que está saliendo por Canal Encuentro, la señal del Ministerio de Educación. El ministerio está poniendo el hombro diciendo “la educación también es esto”. Está el modelo mayoritario pero también esta esto. Tengo fe que, gracias a Canal Encuentro, llegue a muchos lugares donde sirva todo. Imaginate un chico gay o trans en la patagonia o donde sea, de repente ve que lo puede ser tranquilamente, con su familia aceptandolo y con una carrera universitaria completa, puede haber un clic en la cabeza y diga “yo puedo”. No solo que tenemos derechos sino que también podemos ser felices, como esta vedette que está dando vueltas y tiene dos hijos gemelos pero que no le está cagando la vida a nadie.
Te cuento una anécdota, cuando hicimos el pre-estreno en el Arte Cinema, vino mucha gente y fue muy bien recibido. Hubo veinte preguntas al término de la proyección junto con una charla. Ahí es cuando se levanta un jovencito de diecisiete años, y dijo, muy emocionado, que había salido del closet hace dos semanas y que les había contado a sus padres que era gay. Que vio el documental y que le parecía muy válido socialmente. Se emocionó y se puso a llorar mientras la gente lo aplaudía, también muy emocionada. Fue como que si lo hubiesemos pagado al pibe pero era eso lo que queríamos lograr. Hay mucha empatía y sinceridad en la gente, que perfora la pantalla e inunda la sinceridad.
– ¿Qué tal la repercusión de la serie?
– Por ahora, bien. El primero capítulo fue “Matrimonio igualitario”. Quisimos entrar despacito con los temas. Hubo mucha repercusión y debate sobre “por qué hay tanta discriminación si es gente común?”. Es gente que rie y se emociona como todos. El ciclo arrancó con Norma y Cachita que es un matrimonio y la reacción de ellas no tiene precio. Estaban muy emocionadas y conmovidas con que el caso de ellas pueda servirles a otras mujeres y también hombres para su futuro. Con los chicos de Jujuy hubo mucho maíls y después, con Encuentro y la TV Pública, se sube a Internet y lo ve el mundo entero. También lo distribuimos en otros países, por lo que la historia se está armando un poquito todavía. Como es un documental hecho serie, volvés a tratar el mismo tema pero con otros ojos y otros personajes. Atrapa mucho esa dinámica. Veremos que pasa pero las reacciones fueron muy buenas.
– Y de Francia que reacción tuviste?
– La primera vez que un canal de televisión, un profesional del audiovisual, como la Cadena Arte TV….Digamos que, cuando acá se dice que algo está buenísimo, en Francia dicen “no está mal”. Y es la primera vez que uno de los programadores de esta cadena me dice que le encantó, que le gustó la sinceridad que se siente y que salió de los formatos conocidos para televisión. Fue muy loco y sé como son. Creo que el entusiasmo que hay en esta serie es palpable y también trae un poco eso de “que pasaría si la norma fuere ser homosexual”. Genera ese tipo de entusiasmo y esperamos tocar gente, a través de la sorpresa y la empatía, se cope a pesar de no tener familiares gays, que no esté en tema y que piense como muchos (“vengo de una familia normal”, “enfermos fuera”), sería genial.
– La última, si por la puerta del bar, entrase el Mathieu que llegase en el 2001, que le dirías?
– Con total sinceridad le diría “nunca te hubieses pensado eso, no?” jajajajjaa. Eso, por todo, por como cambió el país. Ví la crisis en el 2001, con gente recuperando fábricas, con mucha fe y pasión. Me emocionó mucho eso y sentí que la gente de este país me convocó. Mi vocación la tuve desde que nací. El llegar al sur y ver esos paisajes, para un francés que ve todo ese horizonte, no existía. Nunca hubiera imaginado que hoy, soy casado con Agustín, que soy radicado y el país que ves acá, es uno de los últimos lugares en los que, humanamente, se aprecia mucho a la gente y como se toma el tiempo. Se que hay muchos problemas como la delincuencia pero si te vas a Japón o a Francia…Fui a Francia con Agustín y su hermano y se ha transformado en un país de fachos, con milicos en la calle y con armas, que te miran mal y no podés decir nada. Uno se olvida de esto pero el contexto afecta mucho. Argentina es un país que nunca deja de sorprenderme, y por suerte, ha sido siempre para bien.
“Salida de Emergencia”. Canal Encuentro. Martes, 22.30 hs.