Desde hace unos años que el cine israelí se ha ido posicionando en el universo del celuloide gracias a la imaginación y la creatividad de una generación de directores que han sabido como plasmar las contradicciones de una sociedad tan particular como la israelí. De esta manera, Ari Folman, Yoav Shamir y Avi Mograbi han dado cuenta de temas de arduo debate en su propio país.
En “Policeman”, Nadav Lapid toma dos visiones de una sociedad que tiene bandos alejados en tanto visión de futuro a nivel político y social. La película se encuentra dividida en tres partes; las dos primeras presentan a lo que serían los bandos antagónicos y la tercera, el desenlace acontecido ante el encuentro de ambos. La primera parte presenta a Yaaron (Yiftach Klein), un rudo policía israelí, a punto de ser padre pero con el problema de haber participado en una acción antiterrorista con la muerte de un inocente, por la cual se encuentra bajo investigación. La segunda, en cambio, muestra a un grupo de militantes de izquierda que desea llevar a cabo una acción revolucionaria en la cual logren plasmar sus ideas asi como despertar a la sociedad del letargo consumista en el que vive. Quien se haya más comprometida ideológicamente es la bella y joven Shira (la premiada y bella Yaara Pelzig).
Es muy destacable como la lente de Lapid logra penetrar en distintos aspectos de la sociedad israelí. El mundo de Yaaron, donde la camaradería es un valor supremo asi como un patriotismo expresado en su función de hacer cumplir la ley, es muy reconocible en un país donde el tema de la seguridad es un problema de todos los días. Esa mentalidad espartana forma parte de una sociedad que no quiere ver aquello que pondría en duda los cimientos mismos que han permitido que el Estado de Israel haya sorteado con éxito las guerras que tuvo con sus vecinos. Por otra parte, los revolucionarios quieren dar un golpe contra el capitalismo israelí, atacando a “los ricos que dominan al país”, pero con cierta inocencia aunque con argumentaciones más que sólidas y valorables.A nivel cinematográfico, la primera parte está mejor contada que la segunda, ya que ésta presenta pero no termina de definir a los personajes con celeridad, usando más minutos de los necesarios. No obstante, termina con un rítmo frenético ante un final que deja pensando al menos pensado. “Policias, ustedes no son nuestros enemigos. Ustedes también son oprimidos” son algunas de las sentencias que tira el grupo asi como el prontuario de los millonarios que ganan su dinero a costa de los trabajadores pero ¿a quién le importa eso mientras haya autos, LCD y demás artículos para consumir? Inclusive, también marca el cambio que fue atravesando a la sociedad israelí a través de los años de manera rotunda.
La dicotomía de los dos universos da cuenta de cierta tortura interna que vive parte de la sociedad israelí que no quiere terminar con un complejo de Masada pero que tampoco ve reciprocidad como para salir de un circulo vicioso de violencia y vigilancia continua.Ruda, dinámica y con mucho para debatir tanto a nivel político como social, “Policeman” –ganadora del BAFICI 2012- va más allá de una historia de policías y terroristas para adentrarse en aguas en las que pocos quieren adentrarse.
Ficha técnica.
Título de Exhibición: Policeman. Título Original: Ha-shoter. Guión y Dirección: Nadav Lapid. País: Israel. Año: 2011. Formato: 35 mm. Color. Duración: 107′. Con Yiftach Klein, Yaara Pelzig, Michael Mushonov, Menashe Noi y Michael Aloni. Fotografía: Shai Goldman. Edición: Era Lapid. Producción: Itai Tamir. Compañía Productora: Laila Films.
Cines: Artemultiplex, Cinema City General Paz, Cinemark Palermo, Hoyts Abasto, Showcase Belgrano, Village Recoleta.