Bafici 2012. Toma 2

Pasó el Segundo día del BAFICI y el ritmo del Festival sigue su curso. Con películas buenas y otras no tanto, los pasillos del Hoyts cuentan con una buena cantidad de público. Las corridas para llegar a tiempo de una sala a otra están a las órdenes del día. Más allá que alguien diga que no se puede entrar fuera del horario de comienzo de la función -cinco minutos-, sin escuchar que un periodista llegó tarde porque la película anterior, de la que venía, terminó con atraso, no hay mayores inconvenientes.

La tecnología llegó para organizar todo lo referente al tema “entradas”.  Los periodistas no somos la excepción. Debemos ingresar un código a una página web para solicitar las acreditaciones para las películas que deseamos ir y que no sean estrenos de prensa. Si alguien corrobora lo que uno elige, es una gran duda que surca la sala de prensa. Allí hay computadoras y también contamos con la Videoteca, un lugar donde se puede ver las películas. Esto viene bien para aquellos que no soportan multitudes o que llegan tarde… pero llegan!
En el día de hoy, nos competen tres propuestas diferentes pero que tienen, en mayor o en menor medida, una relación muy próxima con el Estado en tanto su capacidad para proveer de soluciones a las cuestiones que atañen a sus habitantes. Un Estado y su relación con la muerte asistida; habitantes de un mismo Estado  pero muy lejos en sus ideas y finalmente, un Estado que impide que uno de sus habitantes desarrolle su actividad profesional, acusado de realizar actividades contra el régimen. Muchas miradas para el Estado y buenas propuestas para un debate a posteriori de finalizada la función.
Para concluir, mañana tendremos la palabra del director Fernand Melgar.
Ahora si, lo que vimos en el día de la fecha
This is not a film
Para Ahmadineyad que lo mira por TV….

Título de Exhibición: This Is Not a Film. Título Original: In film nist. Título en Inglés: This Is Not a Film. Guión y Dirección: Mojtaba Mirtahmasb y Jafar Panahi. País: Irán. Año: 2011. Formato HD. Color. Duración: 75′. Con Jafar Panahi y Mojtaba Mirtahmasb. Edición y Fotografía: Mojtaba Mirtahmasb y Jafar Panahi.
Jafar Panahi es un afamado director iraní de cine que se encuentra bajo arresto domiciliario en Irán, acusado de «actuar contra la seguridad nacional y hacer propaganda contra el régimen». La pena que está cumpliendo es de seis años de cárcel y veinte de inhabilitación para filmar películas o viajar al extranjero. Este es el marco que hay que tener en cuenta cuando se ve “This is not a film”, que no es más que Panahi viviendo su vida encerrado en su casa mientras explica como iba a filmar la película por la cual fue acusado por el gobierno iraní y averigua como es el resultado de las apelaciones frente a la Corte de Justicia de Irán. Al respecto, desmiente las acusaciones iraníes de estar filmando una película en contra del régimen sino que iba a “filmar en mi casa”.
Panahi habla a la cámara y explica como filma al tiempo que cae en su optimismo frente a las noticias que recibe por parte de su abogado. La película tiene la gran virtud de no caer en un “Behind the scenes” sino que cuenta los pormenores por los cuales llegó a dicha situación y como es el estado de Panahi frente a esta situación. A veces se sentirá más contrariado y otras no tanto pero no cae en el cliché de la victimización del acusado. Al contrario, se lo ve leyendo el diario por intermedio de la web o juega con su iguana Igi para pasar el rato. Hay un rescate de las pequeñas cosas de su mundo. Incluso habla con el encargado del edificio y cámara en vano, lo acompaña en sus tareas laborales.
“Si puedo contar una película, ¿para que filmo?” pregunta retóricamente, pero continua hablando al respecto. Su explicación de como iba a filmar es una mini clase de cine a cargo de un director consagrado.
La forma en que fue filmada la película da cuenta que solo desea transmitir lo acontecido con respecto a Panahi pero sin intención de realizar un film anti-iraní. Recordemos que “This is not a film” llegó a Occidente escondida en un pendrive que atravesó la frontera dentro de una torta. 
Disfrutable de principio a fin pero apelando siempre a la escucha atenta y su decodificación inmediata, “This is not a film” habla de la libertad y su carencia frente a gobiernos que no termnand de consolidarse en un arco democrático aunque haya elecciones para elegir a sus representantes. Es fundamental prestar atención a cada una de las cosas que dice y van surgiendo de una situación por demás angustiante. Para verla más de una vez asi se ve y aprende de mejor manera.
Sábado 14 de abril. Hoyts 4. A las 11 hs.
Martes 17 de abril. A. Belgrano. A las 23 hs.
Exit, le droit de mourir
Antes de partir
Título Original: Exit, le droit de mourir. Título en Inglés: Exit, the Right to Die. Guión y Dirección: Fernand Melgar. País: Suiza. Año: 2005. Formato: Digibeta. Color. Duración: 76′. Fotografía: Camille Cottagnoud y Steff Bossert. Edición: Karine Sudan. Compañía Productora: Climage.
En el día de ayer, comentamos que habíamos visto “Vol Special” de Fernand Melgar. Hoy viernes, presenciamos “Exit”, que es un documental que relata el accionar de la fundación que da título a la película en la que se brinda un servicio de muerte asistida a quienes pertenecen a la misma. Esta asociación no ayuda a morir a todo el mundo sino que establece diferencias con respecto a las enfermedades y patologías que tienen aquellos que llaman a Exit para solicitar sus servicios. No es lo mismo tener esclerosis múltiple o cáncer que una depresión, por más severa que sea esta. La película sigue el recorrido de algunos pacientes asi como de las autoridades del centro. Este cuenta con una organización personalizada y seria, con personal capacitado (¿) para acompañar a quienes desean morir dignamente. Inclusive, sobre esta situación, una enfermera sostiene que hay que “aceptar la muerte, con un vaso y no con un pañuelo”. De esa manera se presenta a dos asistentes, una más nueva (Denise) y una más veterana (Marianne), asi como al Director del Centro, Jerome Sobel, quien incluso llega a visitar China y brinda una conferencia al respecto. Justamente, muchos de los participantes de la misma lo inquieren a Sobel, solicitándole respuestas y explicaciones a las preguntas que muchos tienen. El debate es excelente a nivel instructivo y educativo, más aún, por el respeto a las variadas posiciones que hay sobre un tema tan difícil.
El film plantea una gran serie de interrogantes y abre el debate sobre la eutanasia desde un punto de vista serio y maduro, sin caer en golpes bajos de ningún tipo. Inclusive, en el caso de Michelin Billard, una paciente a la que se filmó hasta el momento de su partida inclusive, no se cae en un amarillismo ni en una banalización de la muerte. Por el contrario, el debate respecto de estos temas y a la hipocresía/moralina con que se los toca, abre el juego a que se pueda decidir el futuro de una persona que decide poner punto final a su existencia frente a un final irremediable, obviando cualquier tipo de sufrimiento al respecto. Uno de los casos muestra a un hijo que es socio de Exit, relatando el porqué de su decisión frente a su madre.
La individualidad también cae en el medio del debate ya que el individuo es dueño de uno mismo y sabe perfectamente lo que hace. Al momento que una de las acompañantes le habla a una de las futuras “beneficiarias” de la “poción mágica” –tal como le dicen los propios pacientes-, y le solicita que reconsidere su postura, la paciente, con esclerosis múltiple le pregunta “¿Qué me propones mejor?”. El cruce de sensaciones e ideas irá desde la solidaridad y la compasión hasta la morbosidad y el asesinato, como pueden llegar a sostener varios credos y religiones.  
Con una mirada próxima pero no invasiva, íntima pero no absorbente y muy seria, Fernand Melgar pone el dedo en la llaga de un tema que muchos países, por más avanzados que se consideren, sigue siendo tabú. Dura y emotiva, “Exit” abre la puerta para un debate serio y necesario para las sociedades que componen este mundo.
Viernes 20 de abril. Malba. A las 14 hs.
Policeman
Más allá de la placa
Título de Exhibición: Policeman. Título Original: Hashoter. Guión y Dirección: Nadav Lapid. País: Israel. Año: 2011. Formato: 35 mm. Color. Duración: 107′. Con Yiftach Klein, Yaara Pelzig, Michael Mushonov, Menashe Noi y Michael Aloni. Fotografía: Shai Goldman. Edición: Era Lapid. Producción: Itai Tamir. Compañía Productora: Laila Films
Desde hace unos años que el cine israelí se ha ido posicionando en el universo del celuloide gracias a la imaginación y la creatividad de una generación de directores que han sabido como plasmar las contradicciones de una sociedad tan particular como la israelí. De esta manera, Ari Folman, Yoav Shamir y Avi Mograbi han dado cuenta de temas de arduo debate en su propio país.
En “Policeman”, Nadav Lapid toma dos visiones de una sociedad que tiene bandos alejados en tanto visión de futuro a nivel político y social. La película se encuentra dividida en tres partes; las dos primeras presentan a lo que serían los bandos antagónicos y la tercera, el desenlace acontecido ante el encuentro de ambos. La primera parte presenta a Yaaron (Yiftach Klein), un rudo policía israelí, a punto de ser padre pero con el problema de haber participado en una acción antiterrorista con la muerte de un inocente, por la cual se encuentra bajo investigación. La segunda, en cambio, muestra a un grupo de militantes de izquierda que desea llevar a cabo una acción revolucionaria en la cual logren plasmar sus ideas asi como despertar a la sociedad del letargo consumista en el que vive. Quien se haya más comprometida ideológicamente es la bella y joven Shira (Yaara Pelzig).
Es muy interesante como la lente de Lapid logra penetrar en distintos aspectos de la sociedad israelí. El mundo de Yaaron, donde la camaradería es un valor supremo asi como un patriotismo expresado en su función de hacer cumplir la ley, es muy reconocible en un país donde el tema de la seguridad es un problema de todos los días. Esa mentalidad espartana forma parte de una sociedad que no quiere ver aquello que pondría en duda los cimientos mismos que han permitido que el Estado de Israel haya sorteado con éxito las guerras que tuvo con sus vecinos. Por otra parte, los revolucionarios quieren dar un golpe contra el capitalismo israelí, atacando a “los ricos que dominan al país”, pero con cierta inocencia aunque con argumentaciones más que sólidas y valorables.  
A nivel cinematográfico, la primera parte está mejor contada que la segunda, ya que ésta presenta pero no termina de definir a los personajes con celeridad, usando más minutos de los necesarios. No obstante, termina con un rítmo frenético ante un final que deja pensando al menos pensado. “Policias, ustedes no son nuestros enemigos. Ustedes también son oprimidos” son algunas de las sentencias que tira el grupo asi como el prontuario de los millonarios que ganan su dinero a costa de los trabajadores pero ¿a quién le importa eso mientras haya autos, LCD y demás artículos para consumir?
La dicotomía de los dos universos da cuenta de cierta tortura interna que vive parte de la sociedad israelí que no quiere terminar con un complejo de Masada pero que tampoco ve reciprocidad como para salir de un circulo vicioso de violencia y vigilancia continua.
Ruda, dinámica y con mucho para debatir tanto a nivel político como social, “Policeman” va más allá de una historia de policías y terroristas para adentrarse en aguas en las que pocos quieren adentrarse.
Sábado 14 de abril. Hoyts 9. A las 11 hs
Domingo 15 de abril. Hoyts 9. A las 20 hs.

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