Gabriel Rovito y Mirta Israel, integrantes de la flamante agrupación, hablaron con ECDL sobre los deseos y objetivos a seguir así como brindan su punto de vista a la situación actual del teatro, mientras preparan su primer encuentro federal los días 29 y 30 de noviembre, de manera virtual.
Gabriel Rovito: Hace más de un año atrás, algunos compañeros del teatro independiente comenzaron a tener charlas sobre la necesidad de crear un espacio federal para reflexionar, debatir, consensuar y analizar la realidad que vivimos las/los/les trabajadores del espacio escénico. Esta posibilidad no existe en la agenda cultural, política, gremial y de difusión. Además, es una realidad propia del sector, muy difícil de comprender para otros espacios. Así que Ernesto Pocho Michel, Joaquín Baldín, Antonio Célico, Carlos Piromalli dieron ese puntapié inicial que hoy es UTIA. La posibilidad de nuclearse comenzó en charlas con compañeres del espacio teatral (de muchas de sus áreas) hasta que surgió la pandemia que, creo, fue lo que terminó de definir la decisión de avanzar con el proyecto. A veces la muerte nos toca y hace notar que no tenemos tiempo; que lo que queremos hacer, debe ser hecho aquí y ahora.
Mirta Israel: Este espacio de unidad de teatristas independientes es una búsqueda histórica. UTIA surge frente a la grave situación del teatro independiente que se puso en evidencia claramente en estos tiempos de pandemia. Este contexto desenmascaró los niveles de precariedad que sufrimos quienes intentamos vivir de nuestras propias producciones artísticas. Muchas de ellas son fruto de la investigación teatral, de la búsqueda de nuevas estéticas que, en definitiva, son las que aportan a la construcción de una cultura popular y transformadora de la realidad. El surgimiento de UTIA también tiene que ver con un vacío de políticas públicas en el ámbito de la cultura que nos contemplen como trabajadorxs y, a la vez, una carencia de representatividad efectiva que asuman las reivindicaciones del conjunto.
GR: Ojalá! Es el intento de unirnos y poder plantear políticas culturales que nos contengan. Crear un espacio de reflexión y solidaridad. Sostenernos entre nosotres. Descubrir que artistas queremos ser, cual es la esencia de nuestro artista nacional. La importancia del colectivo LGTBIQ+ en el teatro. Todo eso y mucho más es lo que venimos a debatir.
Muchos intentos de nuclearnos hubo en nuestra historia. Y aunque puedan parecer fallidos, gracias a esos intentos se fueron logrando derechos, vínculos y un gran crecimiento en nuestro acontecer teatral.
Tengo entendido que en nuestro Instituto Nacional de Teatro, hay censades más de 40.000 artistas de todas las áreas del quehacer teatral. Tengamos en cuenta que sólo son quienes han pedido un subsidio o participado alguna vez de alguno. O sea, que debe haber muches más artistas que no están contabilizados. Es hora de que tomemos conciencia de clase, de saber a qué colectivo pertenecemos. UTIA nuclea personas de todo pensamiento, ideología, oficio teatral pero en lo personal, sigo la consigna de quien considero nuestra líder política, filosófica, ideológica, más importante del nuevo Milenio, Cristina Kirchner que nos dijo: ¡Empodérese! Así comprendí que todes podemos ser parte de nuestro destino como país!
MI: – No solo creo en que esta unidad es posible sino que es necesaria para compartir las angustias, los problemas. Construir colectivamente propuestas de soluciones a corto, mediano y largo plazo. Trabajamos juntxs a la hora de crear nuestro arte. No podemos seguir fragmentados a la hora de pensar salidas a esta crisis histórica.
GR: -Si. Desde el inicio. UTIA no es un elenco, es la necesidad de encontrarnos. Por eso nuestra carta de presentación termina diciendo “¡Festejemos el encuentro!”
MI: -Desde UTIA vamos a acompañar y a asumir todos los reclamos con referencia a los costos que significan sostener hoy una sala de teatro. Al mismo tiempo, los dueños de salas tendrán que comprender que sin lxs trabajadorxs del arte, no hay teatro. Por lo tanto, la variable de ajuste no podemos ni debemos ser lxs trabajadorxs.
GR: Aquí debo contestar desde lo que pienso personalmente ya que todavía, en UTIA, no hemos llegado a consensuar sobre este tema. Estamos naciendo. Somos sesenta artistas y no podemos adjudicarnos hablar por la totalidad del país. Esperemos dar un paso importante en los conversatorios que haremos el 29 y el 30 de noviembre de 2020. Así que, desde lo personal, pienso que se han tomado muchas medidas que ayudan a todos los espacios de la cultura, pero estos son tiempos extraordinarios. Es la primera vez, en nuestra historia reciente, que sufrimos una pandemia por lo requiere decisiones extraordinarias. La Emergencia Cultural es tan importante como la Emergencia Económica o la Emergencia Sanitaria. Durante este aislamiento, quedó más que demostrado la importancia de la cultura, en todas las redes. A nivel económico es un aporte importante al país. En CABA, la cultura independiente, significa el 11 % del PBI. Tiene una gran importancia y va de la mano con el turismo. Sin embargo, el presupuesto general de CABA solo se destina el 1.8% para cualquier aspecto cultural. Quiero destacar que hace cuatro años, el presupuesto era de 3.6%. Año a año, lo van achicando a pesar que les actores culturales son mas. El mismo ministro Avogadro aseguró que para el año entrante sería aún menor. Con esto quiero decir que es urgente desarrollar a cualquier nivel del estado, un Plan Cultural que no piense solo en lo mediático o empresarial sino también en lo que es de auto gestión. En cuanto a si van a reunirse con nosotres. Ni idea. Hasta ahora ninguna de las partes ha mostrado interés en hacerlo. Seguiremos dándole difusión a nuestra realidad para crear el espacio, para lograrlo.
GR: Quiero destacar que hay muches políticos/as que están preocupades por la situación de todo el espectro cultural. Como es el caso de Maru Bieli y su equipo, en la ciudad, de Carolina Gaillard en Entre Rios, o Gabriela Cerruti, que han presentado propuestas y/o proyectos de ley que contemplan nuestra situación. Pero necesitamos que este compromiso sea de la totalidad de nuestres representantes.
MI: UTIA está en plena construccion, y dentro de la misma hay compañerxs que pertenecen a ARTEI. Todavia no nos hemos sentado a dialogar con ningún otro sector organizado ya que estamos poniendo el eje en fortalecer y ampliar este nuevo espacio.
GR: Esta respuesta también es personal. Me parece que en un país, hay muchas realidades que el Estado debe contemplar. La realidad del teatro-empresa es una de ellas también. Si logran, de esa manera, contener a muches trabajadores del teatro, me parece fantástico. Lo que sí, no es la misma realidad que el sector del teatro independiente y mucho menos la realidad de otros aspectos culturales que no están contenidos en esos protocolos. Por ejemplo: las tanguerías, los diferentes espacios culturales, las librerías, las galerías de arte, las ferias de productos autóctonos, les artistas callejeres, el colectivo cultural afro descendiente, etc.
MI: Los medos hegemónicos festejan la apertura, y las autoridades gubernamentales también. Nada se habla del 90 por ciento de lxs trabajadorxs que somos los que pertenecemos al teatro independiente, porque evidentemente no están dispuestos a generar políticas públicas hacia nuestro sector.
MI: – Muchxs de ellxs no se consideran trabajadorxs a la hora de hacer teatro en forma independiente. Se habla de “vocación”, etc, y el sistema contribuye a ese pensamiento de que “hacemos teatro porque nos gusta”. También te digo, por ejemplo, que algunos son médicos porque les gusta pero nadie cuestiona que quieran cobrar por su profesión.
GR: En nuestro caso, el de mi esposa y mío, teníamos varios proyectos para este 2020. Dos proyectos eran juntes (“Lazos eternos historia de tres amores” y “Viento” que teníamos programadas por lo menos quince funciones en cada una, con la posibilidad de sumar más), y dos yo con otros equipos de trabajo (“Fausto” con La Banda de la Risa, con funciones sueltas, y “La catedral sumergida”, que suspendimos el estreno un día antes de que se declare la pandemia). Como verás todo, de autogestión y se cortó totalmente. La base de nuestro trabajo es el teatro independiente. Tuvimos que reinventarnos y encontrar nuevos espacios creativos, laborales. Así surgieron los cortometrajes y algunos trabajos que pudimos realizar, tanto para la televisión como para páginas y espacios online. Me toco hacer un poema para la TV Pública, en el programa “Quedan Los Artistas”. Por suerte se estrenó en Canal 9, “Dédalo”, una miniserie que realizamos en 2017, que ahora se puede ver a través Cine.Ar Play, de manera gratuita. Pudimos estrenar el corto que hicimos el año pasado “Extraño suceso durante un verano interminable”, con el cual ganamos el Premio Cosecha del festival Sinrecreo de Ecuador. También dos cortos que escribió y dirigió Déborah durante la pandemia “Festín En Casa” y” Loas Sueños De Simona”. Trabajé en este último, que ella realizó junto a un grupo de cineastas (puede verse de manera gratuita en youtube, en el canal de La Apocalipsis Film). Realmente no podemos quejarnos. Hemos sido privilegiados aún en situación de pandemia.
MI: – La vivo con mucha preocupación y angustia, ya que además se me dificulta hacer teatro via streaming con mis propias herramientas tecnológicas ya que son muy malas. Lo único que me mantiene activa y esperanzada son los espacios de encuentro colectivo como UTIA o Artistas Solidarios.
GR: No lo creo. En Francia, Alemania, EEUU, España u otros países del mundo, cualquier rama del arte necesita del apoyo del Estado. En estos países que nombré, sucede. Tienen muy claro el protagonismo de lo cultural en la vida, como alimento espiritual. El sentido de identidad, de reflexión, de escape o divertimento y filosófico, de cualquier evento cultural. Sin dudar, dentro de la misma pandemia fue fundamental para que mucha gente no se sintiera sola y tuviera un espacio de libertad interior.
GR: Estoy centrado en mejorar la realidad de hoy. Si eso sucede, el 2021 será mejor.
Antonio Célico (Palomar, Prov de Bs As), Alicia Toker (C.A.B.A), Manuel Vignau (La Plata, Prov de Bs As), Ernesto “Pocho” Michel (C.A.B.A), Laura Torres (Palomar, Prov de Bs As), Mosquito Sancineto (C.A.B.A), Mirta Israel (C.A.B.A), Eduardo Calvo (C.A.B.A), Marcelo Mangone (C.A.B.A), Joaquín Baldin (Mar del Plata), Juan Villegas (Jujuy), Peggy Sol (C.A.B.A), Mario González (Mar del Plata), Sergio Cancelliere (Salta), Guillermo Janices (C.A.B.A), Hernán Verteramo (Las Flores, Prov. Bs As), Jorge de Chavez (Temperley, Prov. Bs As), Patricio Seguel (Gral. Roca, Rio Negro), Vero Pesce (Humahuaca, Jujuy), Jorge De Vita (C.A.B.A), Luciano Linardi (C.A.B.A), Carlos Piromalli (Lanus, Prov de Bs As), Alejandro Saenz (Tigre, Prov. Bs As) , Sergio Ayzemberg (C.A.B.A), Pablo Enrique Urruty (Palomar, Prov de Bs As), Silvia Dietrich (C.A.B.A), Alvaro Elías (Colombia), Julián Poncetta (La Plata), Déborah Fideleff (C.A.B.A), Leonel Meunier (La Plata), Pablo Palacio (C.A.B.A), Pablo Aleman (Tilcara, Jujuy), Nena Córdoba (Salta), Fabio Notti (San Fernando, Prov. Bs As), Pablo Portillo (Hurlingham, Prov. Bs As), Claudia Passarelli (Hurlingham, Prov. Bs As), Pablo Finamore (C.A.B.A), Marcelo Cañete (Mar del Plata), Fabián Castellani (Mendoza), Norma Walder (Ingeniero Maschwitz), Rolo Picotto (Pablo Podestá, Prov de Bs As), Gabriel Rovito (C.A.B.A), Gastón Marchevielle (C.A.B.A), María Rosa Frega (Lanús, Prov. Bs As), Juan Carlos Rodas (Villa Gesell y Mar Azul, Prov de Bs As), Florencia Cavanna (Ramos Mejía Prov de Bs As), Ricardo Lago Oliveira (C.A.B.A).