En las usuales recorridos que hace ECDL, llegamos esta semana a la Oreja Negra para presenciar el show de Las Taradas, un sexteto femenino que se encarga de recrear clásicos de los años 40 y 50. Con formación original compuesta por Carla Branchini (clarinete y voz), Nati Gavazzo (percusión y voz), Paula Maffia (voz y ukelele), Lu Martínez (voz y contrabajo), Lucy Patané (guitarra y voz), Mel Muñíz (voz y trompeta) y Rosario Baeza (violín y voz), esta vez contó con la participación de Liza Casullo, actriz y cantante.
Con buena cantidad de público y un sonido que no terminó de acompañar como ameritaba la ocasión, Las Taradas realizaron un excelente show en el que sacaron a relucir todo su repertorio musical donde la diversión y la buena interpretación se mezclan en partes iguales.
Corrían las 23 hs y ya Marina Fages había presentado un set de lindas canciones acompañada únicamente por su guitarra. La gente iba entrando de a poco y tomando sus respectivas ubicaciones antes de comenzar el show.
Con un repertorio creativo y de muy buen gusto, la propuesta musical de Las Taradas es bien clara y la llevan a cabo con excelencia. Las letras irán del inglés al español, con algún acento francés o italiano en el medio y variaran en su temática. Podrá ser una oda a un otorrinolaringólogo (para uno que es alérgico, es una revelación) hasta un medley de boleros, a tres y cuatro voces, donde lo sentimental no queda empalagoso sino que destila también cierta ironía sobre la situación que describe la letra.
La buena vibra de la banda se aprecia cuando arremeten con las canciones y en la parte de atrás de la Oreja Negra, algunos comensales bailan al tiempo que cae algún que otro vaso. El vestuario de las chicas, cuidadosamente arreglado, es parte fundamental de un show caliente. Alguna tendrá un look más almodovariano, mientras que un vestido negro dará una estética más de años 40. El equipo escolar que lleva Lucy Patané es una mezcla de Angus Young con el semblante del George Harrison de las primeras presentaciones de los Beatles, de rostro serio y concentrado aunque dejando un lugar para alguna sonrisa o paso de baile.
Con “Perro salchicha” sube la temperatura al igual que con la versión de “Hoochie Coochie Man”, el clásico de blues del gran Willie Dixon. El espíritu de Carmen Miranda cruzará alguna canción y se mezclará con alguna canzoneta italiana. La sonoridad está tan bien desarrollada que la mixtura entre una cumbia, un son o jazz no quedará para nada mal sino que dará cuenta de la riqueza de recursos con el que cuentan las Taradas a nivel interpretativo.
Los sonidos remitirán tanto a series de TV como a ritmos de otras épocas matizados con una interpretación excelente. El show llegará a su fin con “Cartas a Eufemia” y el “Cocaine blues” llenando el corazón de los parroquianos de música.
Ir a ver a las Taradas es una experiencia de esas que abren la mente hacia nuevos ritmos en las que la buena interpretación está garantizada en un 100%
Sábado 10 de marzo. Las Taradas en la Fiesta Eyeliner. Perón 1281. A las 23.30 hs.
El sonido falló un par de veces, es cierto, pero se las escuchaba muy muy bien. En otras oportunidades las escuché sin micrófonos, en lugares más chicos, lo cual permite disfrutar el sonido de forma natural. En La Oreja Negra dieron, a mi humilde entender, un gran show. Espero con ansias volver a estar bajo el escenario de Las Taradas para repetir este viaje en el tiempo musical y sentirme más vivo que nunca. Maxo Belevicius.
Me encantaron!!! una noche excelente que se queda con ganas de mas!!!