La pasada semana, ECDL estuvo yirando por varios recintos capitalinos, presenciando recitales de variados estilos pero todos de mucha calidad. Hete aqui la primera parte de Dias de Recitales (cuatro en cuatro)
Blues Motel en La Trastienda
Las guitarras siguen sonando.
Pasa el tiempo y como el vino de calidad, Blues Motel tiene mejor gusto y suena mejor. La Trastienda fue el lugar elegido para que “Bluesmo” haga su última presentación en Capital de su último disco “Siglo Desastre”.
A la medianoche que separa el 8 del 9 de diciembre, pasados diez minutos de la hora señalada, comenzó un show potente, muy bien tocado, que repasó de manera íntegra “Mientras las guitarras suenen”, el disco elegido por el público a través de la web, para la interpretación de la banda. El público va desde los rolingas uniformados como tales a chicas hippies, con edades bien marcadas, algunos fans de la primera hora que estarán en los treinta y tres años para arriba o menores de veinticinco. Esta composición del público es un dato a tener en cuenta de quien sigue a la banda. Más aún cuando uno recuerda haber estado en la presentación de “Mientras las guitarras suenan”, allá lejos y hace tiempo, en el 95, en el teatro Astros, y el programa del show tenía una estética como si fuera la tapa de un diario y con los gustos y características personales de cada uno de los integrantes de la banda.
Hoy en día, Blues Motel suena muy bien. El sonido es de primera pero a ellos se los ve muy “músicos” en el sentido de tocar lo justo y necesario, con buenos arreglos dentro de un estilo que decreta que cierta autenticidad se basa en el no-cambio. Al respecto, Blues Motel le hizo una gambeta corta con el excelente pero mal recibido disco “Un tajo en la oreja” en el cual cambian el sonido, buscando barajar y dar de vuelta. El público no entendió que el artista tiene sus propias inquietudes y que su devenir no tiene porqué tener límites y le dio la espalda. Ahí es cuando Blues Motel reinicia su carrera con el muy buen “Malbec” y el resto, ya es historia conocida. Porque la independencia de la banda y la filosofía de su música va más allá de la pose rockera que escribe con la mano y firma con una multinacional y borra todo con el codo.
Aquí en La Trastienda, hay lugar tanto para el rock and roll como para el blues y alguna que otra balada, pero siempre con el personal sello de una banda que pasó por todo y que es, porque no decirlo, de culto para todos los amantes del viejo y buen rock and roll. El sonido, que va desde los Rolling Stones hasta los Black Crowes pasando por los Who y los Faces, por más que sea conocido, no deja de tener su propia impronta. Incluso las canciones viejas vuelven a sonar con la frescura de siempre pero con la experiencia de los años vividos en los escenarios. Esto ocurre con “Te trajo el viento”, la emotiva “Cuando todo empezó a caer” y otros clásicos de la banda.
El recital también incluyó un homenaje a John Lennon por el aniversario de su muerte, con una muy buena versión de “I’m losing you”, pero no como la versión original del último disco del Beatle, “Double Fantasy” sino más cercana a la de los Lennon Tapes, que es más rockera.
La esencia de la banda sigue intacta, e incluso, mejorada. Gabriel Diaz está cantando muy bien. Mantiene la voz a lo largo de todo el show sin mayores inconvenientes que, sumado a su buen manejo del escenario, lo convierten en un muy buen showman. La otra parte de Bluesmo sigue siendo Adrián Herrera. Su sensibilidad para las seis cuerdas hacen que sea el nervio motor de toda la banda y donde reside el alma de la misma. Pasan los años y la química de la dupla Gaba-Adrián se mantiene y crece musicalmente.
El show llega a su fin y nos retiramos con esa sonrisa que denota no solo la alegría de haber presenciado un muy buen show, sino el recuerdo de esa banda que uno vio cuando era más chico y el crecimiento que tuvo a través del tiempo.
Somos Jardín en el Ecléctico
Expandiendo las fronteras del sonido
El pasado miércoles 7, Somos Jardín grabó su disco en vivo + DVD, en el Espacio Ecléctico. El recital también fue una linda excusa para volver a escuchar dos EP, editados en el 2008 y 2010 en dos sets bien estructurados de treinta minutos, con dos intermedios de dos minutos, para finalizar con un tercer set de tres temas nuevos.
La banda está compuesta por Juan Ignacio Vázquez en voz y guitarra, Emiliano Iervasi en bajo, Federico Lisorski en guitarra y Hernán Castro en batería. El sonido de “Somos Jardín” es muy poderoso, como el llamado “rock progresivo” pero sin la solemnidad de aquél y con más “cercanía” con la gente a través de ambientaciones más amenas. Se podrán escuchar alguna influencia de Muse, Radiohead y los Beatles, con lo cual la calidad está garantizada.
El primer tema de la noche era “Buscando un jardín” que contó con un muy buen solo de guitarra slide de Federico Lisorski. El sonido es majestuoso y con una soberbia interpretación del mismo. Le sigue “Acido 58” y “Obertura 776”, que dan cuenta de la muy buena escuela musical que cuenta la banda. No obstante, la voz queda detrás de la vorágine sonora presentada ya que no hay coros ni nada que la apoye.
Como Somos Jardín es búsqueda constante, aprovechan la ocasión para presentar un corto filmado en el centro de Buenos Aires con una estética que remite a la nouvelle vague.
A continuación, suenan las canciones de lo que es el segundo EP de la banda “Orán. Pequeña guia para ciudades sin pasado”. El clima más urbano se aprecia en la música de Somos Jardín. Más aún con la presencia de un bandoneonísta en vivo lo cual le aporta mayor cantidad de matices a la ya de por si rica sonoridad del grupo.
La parte final presenta a la banda con tres temas nuevos, uno de los cuales no tiene nombre pero que se constituye en uno de los mejores temas del show por ser uno de los más ricos y arriesgados en su propuesta.
Termina el show con la satisfacción de haber conocido una muy buena banda y con la esperanza de saber que su camino se vaya expandiendo no solo en muchas direcciones a nivel experimentación sino al guiño del favor del gran público ya que lo merecen por su propuesta.