Smokey Joe’s Cafe (Teatro)

Rock and roll music


Con Belen Cabrera, Cristian Centurion, Mariano Condoluci, Emmanuel Degracia, Daniela Flombaum, Diego Jaraz, Patricia Lorca, Sofia Val, Sebastian Ziliotto. Músicos: Diego Dido, Augusto Firmenich, Pablo Ladjet, Sebastián Montesano y Sandra Stopar. Diseño de luces: Andrea Czarny. Diseño De Sonido: Mariel Ostrower. Redes Sociales: Matias Bettini y Martín Mazalán. Letras de canciones: Jerry Lieber y Mike Stoller. Prensa: Pía Moralejo. Producción: Cristian Omar Lago y Carlos Mazalan. Coreografía: Delfina Garcia Escudero. Coach Vocal: Katie Viqueira. Dirección musical: Daniel Landea. Dirección: Alejandro Guevara.


Teatro La Comedia. Rodriguez Peña 1062. Jueves, 21 hs


En la tierra de los musicales, hacía falta rock and roll. Mucho pop, purpurina y grito que no hace a la cuestión terminaban pasteurizando historias que no iban más allá de una fábula moderna.


Basado en la música de ese dúo mágico y genial compuesto por Jerry Leiber y Mike Stoller, “Smoke Joe’s Cafe” crea una historia sencilla asentada sobre los clásicos de rock de la afamada dupla.

Amor, traición y corazones en danza bailan rock and roll con clásicos del calibre de “Hound Dog”, “Searchin’, o “Kansas City” que, como suele ocurrir en innumerables ocasiones, terminan siendo reconocidas y asignadas a los interpretes, más allá de la composición. Eso si, cuando son interpretadas por artistas del calibre de The Beatles (“Searchin” era uno de los temas que interpretaron en su primer repertorio y presentaron en la famosa audición a Decca, donde son…rechazados), The Rolling Stones (“Poison Ivy” tiene a un Jagger increíble en voz)  o Elvis Presley (“Jailhouse rock”). Ni hablar de las versiones de “Stand by me” realizadas por Ben E.King o el mismo John Lennon.

Serán todas estas sensaciones las que atraviesen al espectador de “Smokey Joe”. De alguna u otra manera, será atravesado por esa música que “le suena de algún lado” y la linkeará instantáneamente. Inclusive, habrá quien no se levante en el intervalo, tratando de discernir “¿cómo se llamaba esa canción?” que acaba de sonar. Hay una identificación con el público porteño pero manteniendo su idioma original.


Pero para que todo llegue a buen puerto, se necesita de un elenco que esté a la altura de lo requerido. En lo que sería una apuesta fuerte en razón de convocar a jóvenes no tan conocidos dentro del ambiente del musical, todo sale a la perfección. En futbol dirían que “se buscó en las inferiores” y se lo mezcló con “algún jugador de experiencia”. Esa ecuación sale a la perfección con cantantes no conocidos para el gran público y la experiencia que brindan talentos como Diego Jaraz o Patricia Lorca. Como en todo gran equipo, hay alguna que otra aparición que sorprende. En este caso, Belén Cabrera despliega un repertorio en el que se aprecia mucho gospel y una sana influencia de una tal Aretha Franklin.

La banda en vivo brinda frescura con una formación de quinteto, formando parte de una escenografía básica y austera, pero precisa al requerimiento de la puesta.


Allá lejos y hace tiempo, en 1969, cuando The Beatles se embarcó en el proyecto que terminaría siendo “Let it be”, su idea era “volver a las raíces” con un trabajo “sin artificios, honesto”. Esta idea atraviesa a esta excelente versión de Smokey Joe Café. Con una atmósfera similar a la efervescencia de un recital, la puesta se centra en un repertorio excelente con una interpretación acorde. Para ir a ver más de una vez y recordar el axioma de otra dupla famosa, “It’s only rock and roll but I like it”.

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