La materia prima ausente
Dramaturgia y dirección: Felicitas Kamien. Con Mariana Cavilli, Marta Haller, Abian Vainstein, Valeria Roldán y Diego Quiroz. Escenografía: Victoria Kamien. Realización Escenografía: Mariano Sivak. Diseño de Luces: Matías Sendón. Diseño de Sonido y Objetos: Beto Bit. Diseño de Vestuario: Estefania Bonessa. Diseño Grafico y Fotos: Xavier Martin. Apoyo Técnico y Moral: Beto Bit. Realización de Radio: Gustavo Dvoskin. Voces Radio: Carolina Andre, Beto Bit y Federico Liss. Producción Ejecutiva: Carola Parra. Prensa & difusión: Simkin & Franco. Asistencia Artística: Rodrigo Ochonga. Asistencia de Dirección: Sebastián Sabio. Asesoramiento Dramatúrgico: Javier Daulte y Nacho Bartolone.
Camarín de las Musas. Mario Bravo 960. Sábado, 20.30 hs
Suele decirse que en el mundo ha caído la natalidad. Este es un punto que retoma “Alfa” para crear una fábula donde el humor, la ironía y la crítica van de la mano.
En este caso, todo ha cambiado. Las mujeres dominan todas las esferas pero se necesita un falo, para logar la sustancia necesaria para la procreación, debido a la infertilidad de gran parte de la población masculina. Será en este marco en el que aparece Santos Ochoa, como el poseedor de la materia prima tan deseada, pero tomada y manejada como bien de cambio por una cocina/laboratorio de pocos escrúpulos.
El texto concebido por Felicita Kamien plantea varias aristas a considerar. Ahora son los hombres los que deben cuidarse de las mujeres. Son las víctimas de ataques y vejámenes varios. Es la inversión de la coyuntura actual pero mostrada con corrosivo humor. Cada situación, cada momento va más allá de la hilaridad de la propuesta. En esa vuelta de tuerca radica la riqueza de la obra, al tocar diversas aristas tanto de la ironía como del humor bizarro, cercano al primer Cha-cha-chá. Por eso, el chip deberá cambiarse para dar cuenta de ese todo que es la obra, superador de la suma de las partes, que permite realizar una decodificación selectiva, cortesía de prejuicios, competencias, e inclusive, decisiones al respecto para no hacerse cargo de lo que se ve sobre tablas. En tal sentido, es una muy buena ocasión para este tipo de replanteos haciendo el esfuerzo de no quedarse únicamente con la punta del iceberg que es “lo jocoso” o caer en la literalidad solo para reforzar una conciencia que atrasa años.
Por otra parte, la manipulación genética realizada con la excusa de la búsqueda científica por Luciano Starosky (histriónicamente bien interpretado por Abian Vainstein) apunta al comercio y la corrupción de estos espacios. Todo vale para que “la ciencia” –y el bolsillo- de un paso más en la historia de la humanidad.
Después, los conflictos familiares de Starosky con su (ex) esposa e hija cimentarán parte de la comicidad de la puesta aunque tampoco descuiden la parte monetaria mientras los tubos de ensayo van y vienen, analizando el material pertinente y buscando el mercado adecuado en el cual ofrecer el producto terminado.
El humor es estridente y contundente, una tragicomedia grotesca donde el “All you need is love” termina siendo una especie de bálsamo en detrimento del deber social de la supervivencia. Será esta característica la que brinde el toque exacto para que no se caiga en un pozo de tensión extrema aunque, sinceramente, tampoco estaría mal.
El clima es lumínicamente oscuro a partir de la iluminación y escenografía, en tanto y en cuanto el recorte se hace en esa cocina/laboratorio donde se desarrollan los acontecimientos.
Las actuaciones son de calidad, acordes a lo que plantea una puesta ágil y entretenida, donde cada uno desarrolla lo necesario para llevar adelante el axioma que el todo es mas que la suma de las partes que hemos esbozado con anterioridad.
“Alfa” es del tipo de obra que molesta al tiempo que entretiene siendo esta una combinación por demás eficaz. Más aún por abordar de una manera “fantástica” ciertas temáticas que, al día de hoy, se encuentran en el candelero.