
Estos fragmentos van creando una serie de situaciones que serán matizadas por el muy buen aporte musical de Sergio Pelacani, con una presencia que combina a Billy Corgan con un bufón de instrumentos tomar. La iluminación es la que lleva adelante la creación de climas en medio de una bien intencionada austeridad escenográfica que permite que el acento se ponga en las actuaciones.
Este rubro tiene en Deborah Bianco su mayor sostén. El desarrollo actoral y corporal de Blanco, realizado con solvencia y plasticidad es una de los mayores aciertos de la puesta. Tanto Cesar Repetto como Cecilia Wierzba cumplen son seriedad sus respectivos trabajos. La puesta se desarrolla con dinamismo y atrae tanto al conocer erudito de Shakespeare, -que tratará de hilar las historias y sus personajes- asi como aquél neófito que será sorprendido por la imaginación creativa de la obra.