A mitad de camino
De Carla Liguori y Javier Raffa. Con Carla Liguori, Diana Rosario Amarilla, Sabrina Artaza, Javier Belay, Eduardo Blanco, Pato Chaneton, Candela Cibrian, Carolina Díaz Codeso, Eugenia Encina, Manuel Feito, Ariel Leira, José Luis Marinelli, Carlos Miceli, Pilar Miori, Juan Otero Ramos, Marisa Provenzano y Pamela Tello. Actores reemplazo: Florencia Bobadilla. Músicos: Agustina Asteriti, Annelise Di Santo, Patricio Díaz, Micaela Dinolfo, Lucia Gerpe, Camila Gómez, Tamara Kovalchuk, Nicolas Leguizamon, Carolina Martinez, belén matoso, Laura Moltoni, Jose Ignacio Nualart, Melina Peregal, Aldana Queirolo, Gracian Quiroga, José Miguel Rodriguez, Christian Romano, Ricardo Sabbatini, Sabrina Sequeira, Darya Shara, Agustina Sol Brischetto, Leandro Suárez. Diseño de maquillaje: Sofia Nuñez. Diseño de peinados: Claudia Penas Ferroni. Diseño de vestuario: Estudio Saldivia-Spiridone. Diseño de luces: Magdalena Berretta Miguez. Producción musical: Agustín Konsol. Música: Agustín Konsol y Carla Liguori. Fotografía: Gonzalo Guerechit Ratti. Diseño gráfico: Núcleo D. Entrenamiento actoral: Zaida Rico. Entrenamiento vocal: Maia Barrios. Asistencia de escenario y de producción: Andrea Waizer. Asistencia Coreográfica: Aldana Queirolo. Asistencia técnica: José Corvalán. Asistencia de dirección: Mauricio Bertorello y Carolina Díaz Codeso. Arreglos corales: Gabriel Giangrante. Jefe de escenario: Mauricio Bertorello. Coreografía: Nadia Saval. Dirección de arte: Mariano Pauplys. Dirección de actores: Fernando Devito. Dirección: Carla Liguori.
Teatro de la Comedia. Rodriguez Peña 1062. Lunes, 20.30 hs.
La figura de Frida Kahlo siempre ha sido víctima de homenajes que no han terminado de captar la esencia de una artista talentosísima y llena de matices a desarrollar como la mexicana.
En el caso de “Frida. Entre lo absurdo y lo fugaz” no se logra dicho cometido quedando a mitad de camino de todo lo que esboza. La utilización de la multimedia en reemplazo de la escenografía, salvo con algunos objetos que aparecerán como una cama, un juego de living para conformar el estudio de Diego Rivera o la casa de Frida, abren el juego de una puesta hacia aires renovadores al tiempo que le brinda espacio y dinamismo.
La intención de acercarse a los acontecimientos que fueron importantes en la vida de Frida no termina de lograr un impacto al respecto, tanto para el conocedor de la historia de la artista mexicana como del neófito en estas lides.
El ensamble no se encuentra lo suficientemente aceitado para el requerimiento de una puesta pretenciosa que tampoco cuenta con coreografías acordes. La multimedia que había sido utilizada con acierto para enmarcar el desarrollo de los hechos, pasa a ser el fondo de un videoclip en vivo. Además, la puesta se hace larga en su extensión. Las actuaciones tampoco convencen, salvo Ariel Leyra quien compone con acierto a Diego Rivera. Lamentablemente, se cae en todos los clichés acerca de la figura de Frida Kahlo por más que se los quiera evitar. No hay un trabajo de enriquecimiento del personaje, haciéndolo lineal y previsible. Quizás, la excesiva responsabilidad que recae sobre Carla Liguori (actriz protagónica, directora general, además de guionista y compositora de las letras de las canciones y la música) haya conspirado en estas situaciones, en las que se aprecia que se debió delegar algunas decisiones al respecto. Las canciones tampoco son muy destacables. Ritmos de chacarera en una puesta mexicana y una canción con un aire a “Salud, dinero y amor” de los Rodríguez para los momentos de felicidad, no terminan de conformar un abanico musical de calidad.“Frida. Entre lo absurdo y lo fugaz” no llega a buen puerto con una puesta pretenciosa, que queda a mitad de camino de todas sus búsquedas.
