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Idea, dirección y actuación: Antonio Gasalla. Con Laura Sánchez y Sebastián Borrás. Asistente de dirección: Sebastián Borras. Diseño de escenografía, vestuario e iluminación: Antonio Gasalla. Jefa de Vestuario: Chela Franco. Producción ejecutiva: Leonardo Cifelli. Producción General: Nacho Laviaguerre.
Teatro El Nacional. Av. Corrientes 968. Jueves a domingo, 20.30 hs.
La temporada 2013 arrancó apenas acallados los brindis de Año Nuevo y antes de Reyes, con el estreno de “Gasalla Nacional”, que lo muestra al gran Antonio Gasalla en plenitud. La curiosidad era de como iba a estar él luego del affaire Tinelli, por el cual mucha gente no terminaba de comprender su participación en el programa picadora de carne de Marcelo Hugo. Pero Antonio Gasalla es un artista en toda la dimensión de la palabra. En su retorno al Teatro El Nacional, aparece enfundado en un esmoquin para afirmar que “hacía mucho que no hacía monólogos”, los cuales desbordaron de gracia, imaginación e ironía en la que estuvieron tanto CFK, Macri –le tiró varios palitos-, los artistas, la política y los argentinos mismos. Después, retomó los personajes en los que se hizo popularmente conocido como Soledad, la empleada pública, la licenciada Gutman o la abuela.
Con una puesta sencilla y versátil a las requisitorias de los personajes, Gasalla mantuvo una relación constante con el público, ya sea a través de los personajes en si como en los momentos en los que se cambiaba. Las luces son fundamentales para seguirle el training a un Gasalla afilado y rápido a pesar de que “como ustedes sabrán, me operé de una rodilla”.
No obstante, es la figura de Antonio Gasalla la que deslumbra por donde se lo mire. Desde esos entrañables personajes hasta la conexión con el público que lo muestra distendido, contento, con ganas de divertir y divertirse. El hecho de que baje del escenario y empiece a mirar la gente que vino o saludarla, siempre desde el respeto y la amabilidad, dan cuenta del estado de gracia del capocómico. Son esos monólogos que llevan su sello personal y que lo muestran tal como es, un artista con todas las letras. El guiño constante y la picardía hace que “Gasalla Nacional” sea un espectáculo para ver, recomendar y volver a ver.