Hombres de teatro 2012

Julián Paz Figueira
En lo que a actores se refiere, el 2011  tuvo a varios –no muchos- que engalanaron dicha palabra actor. Al respecto, es notorio que haya habido mayor cantidad de actuaciones femeninas para destacar, al encarar las chicas el desafío de los unipersonales más que los hombres.  

En los unipersonales masculinos que hubo, destacaremos a Néstor Navarría en “Pocholo y sus pompas múltiples”. Navarría ya se había destacado en la excelente “Bengala”. Ahora, vuelve con una puesta entrañable, que crea un mundo absolutamente personal, donde conviven siete personajes diferentes. 

Marcelo Bucossi
Marcelo Bucossi, actor de probada solvencia, le puso el cuerpo y alma a Haroldo Conti en “Lo que queda de ausencia”, un excelente unipersonal concebido junto a Alfredo Martin. Bucossi se hace cargo de llevar adelante una puesta rica y emotiva, que va más allá del talento del escritor para adentrarse en su persona y en los lugares que supo transitar y vivir. 
Lo mismo puede decirse de Carlos Portaluppi como ese hombre que va y viene a su niñez como el que relata “La historia del Señor Sommer”. Portaluppi atrapa con voz y verba en una historia triste e inquietante de un hombre de ningún lugar que camina y pide que “no lo molesten” a un pueblo y una sociedad ominosa, que no tiene nada que brindar.



Néstor Navarría

Otro que tomó al toro por las astas fue Pepe Cibrián Campoy, quien en “Marica”, encarnó a Federico García Lorca en un texto de su propia creación. Emotiva y visceral, “Marica” mostró la vida y la pasión del poeta granadino.

Que Martín Urbaneja sea uno de los mejores actores, no es ninguna novedad. El actor oriundo de Trenque Lauquen crece día a día. Este año, fue le dio forma a “Eddy” de “Greek”. En un registro completamente a lo que venía haciendo, Urbaneja fue ese chico rebelde e inteligente, con cierta postura punk en una Inglaterra vaciada por el thatcherismo. 

Quien también se destacó sobremanera este año fue Alejandro Paker en “Casi normales”. Paker lográ con su Dan, un esposo que ama y sufre a su mujer esquizofrénica, un paso adelante que lo aleja del mote de “actor de musicales”. Paker es actor, con una voz privilegiada y aquí, lo demuestra con la sapiencia que le dan los años de experiencia en varios géneros, de los que se ha ido enriqueciendo.


Alejandro Paker
Por otra parte, Julián Perez Figueira (El loco y camisa) y Marcelino Bonilla (El niño de pies pintados) transitan personajes difíciles ya que, cualquier error en sus composiciones, los haría caer en una caricatura. Con mundos internos muy profundos y conflictivos/conflictuados, (uno es discapacitado mental y el otro no habla aunque no es mudo, respectivamente). Ambos son ejes de dos de las mejores obras del año en la que ponen en jaque la estructura familiar a través de los mecanismos más inesperados siendo ellos los últimos orejones del tarro. Con actuaciones fuertes, reales y que llaman a la reflexión, ambos fueron punta de lanza de dos obras excelentes que serán del recuerdo de todo aquél que las haya presenciado.

La semana que viene, es el turno de las actrices.

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