Tiempos modernos
De Rodolfo Santana. Adaptación y dirección: Julián Cavero. Con Edgardo Nieva y Marisa Viotti.
Teatro Del Viejo Mercado – Multiespacio De Las Artes. Lavalle 3177. Domingo y Viernes, 20 hs y sábado, 21 hs.
Esta puesta podría ser el lado B de la famosa película del gran Charles Chaplin. O mejor dicho, su versión negra, llevada a las tablas. Orlando está en la oficina de la psicóloga de la empresa en la que trabaja después de un ataque de furia que sufrió, en el que destrozó varias máquinas de la fábrica. La relación entre ambos será un tira y afloje en el que cada uno de los contendientes buscará torcerle la muñeca al otro, teniendo en cuenta los valores e intereses que representa cada uno.
La riqueza del libro permite que se establezcan diversas relaciones que van más allá del ámbito laboral. Estas relaciones pueden ir desde el alienamiento del individuo hasta las relaciones de poder y violencia (a la manera de Foucault) en el seno tanto de la familia como del trabajo. La sutileza está en que no cae en una obra moralizadora ni pedagógica sino que el contenido está muy bien resuelto tanto por la dirección como por los actores.
Este es el nudo de la obra, logrando momentos de tensión logrados, con las argumentaciones de cada lado bien identificables lo cual pone al espectador frente a una situación que, perfectamente, la pudo haber experimentado en carne propia.
La escenografía es sencilla, austera pero acorde a lo que plantea la puesta. La iluminación es sutil y también tiene sus momentos de lucimiento. Edgardo Nieva es un Orlando exacto, con toques de humor y de sensibilidad según lo requiera el momento mientras que Marisa Viotti es correcta con su psicóloga a la que, quizás, le debería dar un poco más de vuelo y arriesgarse a salir de esa corrección mencionada.
“La empresa perdona un momento de locura” es de ese tipo de obras que a la salida del teatro, deseas tener a alguien cerca para comentarla. Y si se arma un debate, mejor aún.