Ciudad de pobres corazones….

Tal como era de esperarse, el holgado triunfo del ingeniero Mauricio Macri en la primera vuelta por las elecciones porteñas iba a traer cola.

Más allá de lo inesperado del mismo, fueron las declaraciones de Fito Paez las que sorprendieron por su virulencia y con su decepción ante lo acontecido.
Fito es un artista del cual tengo varios discos y al que siempre he respetado por sus opiniones aunque a veces no coincida.
Desde este lugar, hemos mantenido una actitud crítica con respecto a como se desenvuelven los acontecimientos. Personalmente, una de las preguntas que siempre hago a los entrevistados, cuando son periodistas, músicos y demás, es por la relación que mantienen con el público. Inclusive, subo el interrogante hasta el punto de ¿El público es inimputable?
Con lo escrito por Fito, pareciera que si. Al público no se lo puede criticar. A “la gente” no se le puede decir que se equivocó (de lo cual estoy absolutamente seguro aunque me pongan el mote de soberbio).
Digámoslo de una vez: a la población de Capital Federal no le interesa la cultura, la educación, la salud, ni los derechos humanos. El gran problema es que se diga. Ese es el gran punto. Porque como capital de un Estado, supuestamente es el lugar de mayor acceso a la cultura y a diversos bienes de consumo.
Uno camina la calle (mucho) y escucha distintas voces contrarias a Macri pero ganó. La analogía con lo ocurrido en los 90, con CSM al que nadie votaba pero robaba en todas las elecciones es palpable. Entonces, ¿Quién votó a Macri? Al igual que con CSM. “nadie”.
Pero esos “nadie” se ofenden si Paez dice “A la mitad de los porteños le gusta tener el bolsillo lleno, a costa de qué, no importa. A la mitad de los porteños le encanta aparentar más que ser. No porque no puedan. Es que no quieren ser. Y lo que esa mitad está siendo o en lo que se está transformando, cada vez con más vehemencia desde hace unas décadas, repugna”. Porque el porteño compró el discurso vacío de Macri, que volvió a repetir el pasado domingo cuando hizo referencia a “dejar de lado la confrontación y el revivir odios pasados”. Este tipo de “ideología” (mejor dicho, su carencia), me repugna. Siempre le digo a mi interlocutor de turno que hay un libro que debería leer Macri, al menos el título. Es de Simon Wiesenthal y se llama “Justicia, no venganza”.

Además, la pregunta que siempre hago ¿Cuál es el problema de debatir ideas? Porque Mauricio no debate y gran cantidad de personas con las que uno se va topando en la vida, tampoco lo hace. ¿Por qué será? ¿Por miedo? ¿Falta de recursos? Al escuchar este tipo de planteamientos, siempre respondo lo mismo. “Para mi, la camiseta de Boca es violeta y naranja”. Al primer retruque al respecto, digo “Tengo todo el derecho de decir que la camiseta de Boca es naranja y violeta. Estamos en democracia por lo que puedo decir cualquier pelotudez y encima, exigir respeto hacia la misma”, obviamente con la ironía del caso. Además, viendo las listas de candidatos, casi todos tenían alguna idea sobre lo que proponían. Desde Luis Zamora con “Autodeterminación y Libertad” hasta el inefable e impresentable Alejandro Biondini con Alternativa Social. Ricardo Lopez Murphy tiene una ideología, una visión del mundo. Lo patético de Macri es que la tiene pero la disfraza como si no la tuviese, con un discurso vacío, en contra de la vieja política cuando él repite sus mismos vicios, pero siempre, diciendo que no quiere «hacer y no discutir». No discute, no debate y tampoco hace. 

Eso es lo que votó el electorado porteño que, por otro lado, con tal de no ver a un «peronista» como Jefe de Gobierno de la Ciudad (y aclaro, no soy peronista en lo más mínimo), son capaces de votar a Mussolini.

Pero volviendo a lo dicho por Paez, se vuelve a poner una pregunta sobre el tapete ¿No se puede criticar a la gente?  
Salvando las distancias, ¿a la población de Berlín, que concurrió a las urnas en 1932 o de Washington en el 2004, no se le puede decir, al menos, “Muchachos, votaron al candidato equivocado”?
El año pasado, para esta misma época, se aprobó el matrimonio igualitario, del cual, Macri y su PROyecto nunca estuvieron muy convencidos. ¿Acaso nadie se da cuenta que un discurso tan vacío como el de Macri atrasa unos cuantos años? ¿Que, palabras más, palabras menos, no difiere tanto de los 90 de CSM?
Los porteños se ofenden con lo que dice Fito pero bien que no les interesó en lo más mínimo que el Jefe de la Policía que se designó esté acusado por el tema AMIA, que se haya nombrado a un Ministro de Educación que reivindicó la Dictadura, o que se hayan caído tres inmuebles en el último año por la falta de controles al respecto. Pero como no murió nadie, como diría el famoso árbitro de fútbol Francisco Lamolina, “Siga, siga”.
Fito dice que “Aquí la mitad de los porteños prefiere seguir intentando resolver el mundo desde las mesas de los bares, los taxis, atontándose cada vez más con profetas del vacío disfrazados de entretenedores familiares televisivos porque ‘a la gente le gusta divertirse’”. ¿En qué se equivoca con esto? ¿Qué interesa más, el romance ficticio de Peter Alfonso y Paula Chaves o las andanzas de la UCEP? ¿Los tuits de Graciela Alfano o si el Borda está a punto de cerrarse?…..Cierto, como los votantes no son ni pobres ni locos…no les interesa. De igual manera que como la cantidad de judios es menor, tampoco importa si lo designaron al Fino Palacios en la Metropolitana, si los hospitales públicos dan asco porque tienen Galeno o si las escuelas públicas no tienen gas o se caen a pedazos, es porque mandan a sus hijos a escuelas privadas.

Si, hay mucho egoísmo y hay que decirlo. Es el mismo egoísmo del 2001, que apenas le tocaron el bolsillo a la clase media, salió histérica a la calle y cantaba “piquete y cacerola/ la lucha es una sola” pero apenas tuvo un atisbo de solución a sus inquietudes, volvió por sus fueros a denostar a esos “negros de mierda que cortan la calle”.
Con una amiga periodista francesa, caminamos mucho las calles y ella se sorprendía con lo que veía. Le contaba que acá, cualquier cosa que salga un poquito de lo normal, molesta. Más aún, si pone en evidencia la mediocridad y la cobardía de una gran cantidad de personas con valores retrógrados. El miedo que despertó la militancia de los jóvenes es increíble y vuelvo a la misma pregunta ¿Miedo a que? ¿A decir que uno está harto de vivir bajo dogmas de supuestas “buenas costumbres” que se basan en la hipocresía, la falsedad y la ignorancia?
Este miedo es el que agitan supuestos “buenos periodistas” como Marcelo Longobardi o Nelson Castro al decir que Fito es un fascista y que eso, en otra época, “costó vidas”. Y repito ¡la gente consume estas porquerías sin decir absolutamente nada!
A titulo personal, me molesta mucho que haya un “Nemen rubio” como dicen por ahí pero peor es el “voto paja”, que es aquél que está ahí como podría estar en otro lado pero que tampoco exige mucho y me deja “tranquilo” en algunas cosas.
¿Qué tiene que pasar para que el porteño abra los ojos? ¿O es como diría el gran profeta John Lennon, “Living is easy with eyes closed”?
Me dicen que soy irrespetuoso porque discuto mucho. Lo único que hago es pedir una argumentación sólida a lo que se dice. Nada más que eso. Siento que voy a discutir mucho más. No me interesa. Lo voy a seguir haciendo.
Para concluir, Fito dice que “Buenos Aires quiere un gobierno de derechas. Pero de derechas con paperas.(…) Gente con ideas para pocos. Gente egoísta. Gente sin swing”. 
En mi caso, le agregaría un verso de Todos Tus Muertos: “Gente de mierda, gente que no”.

0 comentarios en “Ciudad de pobres corazones….”

  1. Ilustrar la nota con esechiste de Macri como Hitler demuestra que tenés la misma mierda en la cabeza que los que dicen que Crisitna es nazi. Tomar en chiste el genocidio ya dice bastante de una persona, ni me gasto en leer el resto de esta nota pedorra….

    Después ponés el cartel de no discriminar…

  2. Flaco….leí la nota y tu comentario por el chiste demuestra que tenés el mismo vuelo que la gente que lo votó a Macri. Donde se toma en chiste el Holocausto judío??? Por dios….sos un pacato y de cuarta!

  3. Que facil es buscar el golpe de efecto con lo del chiste del genocidio para no seguir leyendo una nota en la que te la dan con un caño….Buena nota pero comenta cada pelotudo sin argumentos… y bueno, son los que votan a macri….jajajajajaja

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