Las Boludas (Teatro)

Lo crudo y lo cocido


De Dalmiro Sáenz. Con Iamna Chedi y Alejandro de Gasperi. Voz en Off: Axel Chedi. Mobahied. Video: Sebastián Romero. Sonido: Manuel Gildengers y Juan Patricio Ponce. Diseño gráfico: Jenny Van Lerberghe. Puesta en escena y Dirección: Florencia Goldstein.

Espacio Urbano. Acevedo 460. Viernes, 21 hs.


El nombre de Dalmiro Saenz tiene su propia aura. Polémico, talentoso, procaz, inteligente, provocador. Como no podía ser de otra manera, su literatura se condice con estos adjetivos. En el caso de “Las boludas”, Florencia Goldstein llevó a las tablas un texto fuerte y contundente al que enriqueció con una puesta absolutamente sórdida e imaginativa.

Una habitación con una cama en el centro, como si fuera un ring de boxeo. La idea cuadra con esto ya que, arriba o alrededor de esa cama, tres parejas desarrollarán sus propias historias en tres lapsos de tiempo diferentes: un cazador y su presa, a principios del siglo XX, un torturador y su prisionera, una joven judía durante la Dictadura y un policía y su amante en la actualidad. Pero esas parejas representarán diversos mundos enfrentados, como el masculino y el femenino o incluso, partiendo del fuerte contenido de su relato, la forma en que el lenguaje se convierte en una especie de arena donde se podrá debatir el ejercicio del poder e incluso la lucha de clases. La puesta tomará a la palabra como signo polisémico, lo cual hará eclosión de diversas maneras de acuerdo a cada uno de los espectadores.


De por si, el apelativo “boludas” shockea desde el comienzo pero una vez adentro de los relatos, se conjuga una serie de sensaciones que irán desde la tensión propia del relato hasta cierto morbo inconsciente respecto a las relaciones entre dominados-dominantes. Igualmente, en este caso, la puesta apunta a la relación de desigualdad que atraviesa a una sociedad machista. La forma en que se ejerce el poder sobre un otro que obedece o que, eventualmente, se rebela ante la autoridad, dando inicio a un juego extensible a cualquier tipo de relación humana. ¿Habrá amor? Probablemente. ¿Pero sabes cuánto placer puede dar el dolor? Preguntas con respuestas para todos los gustos, en el marco de un texto riquísimo en las alusiones e ideas que subyacen al mismo aunque, en este caso, con una mayor proximidad en el tiempo.

La iluminación tenue, ayuda a crear un clima ominoso, donde los cuerpos se comunican a través de la caricia y el golpe, la risa y el llanto, el grito y el silencio. Para llevar a cabo esta experiencia, es necesario contar con actuaciones viscerales, de esas que no se guardan nada. Iamna Chedi es la heroína de esta puesta. Con una actuación fuerte y emotiva, logra llevar a cada una de sus féminas al lugar exacto que requiere el texto. En cambio, Alejandro de Gasperi es el hombre encargado de encarnar el orden, el “deber ser”, pero con sapiencia y exactitud, sin perderse en la vorágine que su propia locura y patología lo impulsa.

Fuerte y atrapante, “Las boludas” sacude el viernes por la noche con una puesta que no pasará desapercibida para aquél que tenga el buen gusto de adentrarse en un texto que tocará lugares que muchos no sabían –o no querían saber- que tenían.

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