Liliana Pécora realiza ocho personajes en escena con ductilidad y creatividad, con un ritmo por demás ameno y sostenido. Cada personaje es creado a partir de la composición que hace Pécora a nivel corporal, sin cambio de vestuario pero con una versatilidad asombrosa. Logra que cada una de las chicas aparezca en el escenario de manera palpable. La complicidad del público es espontánea así como su participación. Por otra parte, las características particulares de cada una de «las chicas» (Zulema –genial!-, Judith, Leticia, Clarita y demás) permite no solo la risa sino también la reflexión con respecto al paso del tiempo, los valores que uno tiene así como la satisfacción personal en todos los ámbitos. El humor y la reflexión llegan en dosis justas sin caer en la chabacanería o el chiste fácil, de salón.
Liliana Pécora hace de «Mujeres de 50» un espectáculo absolutamente divertido para todas las edades.