Rumbo al sillón de Rivadavia.
Sobre textos de Paul Preciado. Con Manu Fanego, Carolina Ayub y Nabila Hosain. Mapping: Ro Larroca. Creación Colectiva: Manu Fanego, Mu Trinchera Boutique, La Zancada Teatro. Diseño gráfico: Sebastian Smok. Diseño de imagen: Lina Etchesuri. Dirección general: Claudia Acuña, Carolina Ayub y Ro Larroca. Duración: 40 minutos.
MU Trinchera Boutique. Riobamba 143. Domingos, 18 h.
En tiempos electorales, de contextos complicados en tanto coyuntura política, las campañas electorales abren la posibilidad a que se presenten a candidatos de diverso origen. Al respecto, desde el mismo ingreso a MU Trinchera Boutique, se entra en un ambiente de sana curiosidad. Una especie de bunker que encabeza una candidata trans, en búsqueda de un vínculo próximo con el colectivo denominado “pueblo” (representado por quienes estamos allí). La política sin intermediarios. Representante y representados, frente a frente, con el fin de articular consenso en pos de la concordancia social.
Como no podría ser de otra manera, la presentación de quien aspira a la presidencia responde a todos los cliches. Gestualidad, mohínes y video explicativo de por medio, apuntando a captar al público en la participación plena del público en la mencionada candidatura. Manu Fanego es quien se busca colocarse la banda presidencial. De presencia fuerte pero sana y luminosa, lleva adelante una experiencia -quizás- ideal del quehacer y la militancia política. Carolina Ayub es su secretaria, función que lleva adelante con prestancia.
Todo esto, atravesado por la figura y el pensamiento de Paul Preciado, reconocido filósofo y escritor, de importantes aportes a los estudios de género, trans y queer. Por eso, del primer instante en que la candidata se presenta al público con un palpable deseo de atraerlo con un discurso vacío –globos de por medio-, mete una gambeta corta con una vuelta de tuerca de poderosos alegatos. Allí, Nabila Hosain brilla con su desfile a caballo de ese enorme alegato llamado “feminazis” del mencinado Preciado.
A esto hay que añadir, la reflexión profunda respecto al concepto de “cuerpo”. Su implicancia y lo que significa. La cantidad de cuerpos que hay dentro de una sociedad y la aceptación de los mismos. Situación ésta que no debe omitir la influencia de los medios de comunicación, redes sociales y ese capital invisible que perdura a través del tiempo, como una cadena de mil kilos de que es, prácticamente imposible escapar, que se llama «crianza».
El pedido de participación del público trasciende la escena para ubicarse en nuestra propia posición en la vida real. Apunta al centro de esa queja constante cuando no se hace absolutamente nada para cambiar la realidad. Se habla sin hacer nada al respecto. Al fin y al cabo, es más fácil echarle la culpa al otro que hacerse cargo de la apatía y anomia personal.
Más allá de alguna desprolijidad en la puesta, (tal como hay en un bunker o encuentro que atraviesa a la política), la experiencia es más que valorable. Es más, diríamos que necesaria. Más cuando tenes al fascismo de la dupla Milei-Villarruel a la vuelta de la esquina.
Por ahora, el pasado domingo 12 de noviembre, fue la última función pero queríamos retratar una vivencia que trasciende el escenario teatral. “Preciado” hace honor tanto al filósofo como al adjetivo que denota. Teatro inclusivo en todo lo que implica esta palabra. Arte vinculado a la realidad, tal como debe ser. De paso, es la posibilidad de conocer un espacio como MU Trinchera Boutique.