Te quiero poco y todo lo demás (Teatro)

All the fancy girls

Dramaturgia: Adriana Gómez Piperno. Adaptación, producción y dirección: Juan Arena. Con Ximena Seijas y Cecilia Pertusi.  Música original e interpretación en vivo: Sonia Kovalivker. Vestuario: Jimena Luna y Mariela Tranquillo. Escenografía: Juan Guerrero. Video: Rafael Bolomo. Fotografía: Florencia Karakachoff. Producción ejecutiva: Valeria Di Toto
Camarín de las Musas. Mario Bravo 960. Sábado, 23 hs.
Una psicóloga practica esgrima sola en su consultorio al tiempo que el piano dibuja melodías que acompañan la escena. Suena el timbre y una paciente requiere sus servicios. 

A partir de ese momento, comienza una de las gemas teatrales del presente año. Una paciente que cuenta sus devenires amorosos pero con precisión quirúrgica y sensibilidad a flor de piel pero sin caer en clichés edulcorados o melosos. 

El texto tiene cada palabra ubicada en su exacto lugar, con el sentido adecuado y sin perder el humor ni la ironía en ningún momento. El desarrollo de la frase que da el título a la obra es, sencillamente, antológico y con una verba muy imaginativa pero no exenta de cruda realidad. La semántica entremezclándose con la ira y el desamor en el cuerpo de una joven, pueden hacer un combo fatal y, por que no, también atractivo. La sesión terapéutica viajará a través del tiempo y aparecerá el ex novio de la protagonista, amigas y deseos varios pero sin perder nunca el hilo de la coherencia.

La escenografía es versátil a las requisitorias de cada momento de la puesta. Párrafo aparte para Sonia Kovalivker, que marca el ritmo de la obra sentada en el piano, con una fuerte presencia escénica y con una canción “All the fancy girls” –muy en la onda The Kinks- elocuente en su lírica y que con el cambio de ritmo, adquiere su propia dimensión dentro de la obra. Las actuaciones son una delicia de principio a fin. Ximena Seijas, dulce y querible, como la protagonista principal de la obra, con un gran crecimiento después de su debut en la auspiciosa “Bondi” y Cecilia Pertusi, una psicóloga que mutará a través del tiempo para ser la coequiper metronómicamente exacta de su paciente.

La puesta irá abriendo puertas y ventanas para la gran cantidad de contenido que destila con sus palabras y silencios, tocando a cada espectador de alguna u otra manera, no solo en sus pensamientos sino en prejuicios y situaciones vividas. Con un final poéticamente lógico y sorpresivo, bajan las palmas para celebrar una puesta que se basó en palabras, situaciones y silencios trabajados con seriedad. Para ver más de una vez porque, realmente, lo vale.

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