– Yo ya terminé: Gabriela Señal y Juan Pablo Carmonetti. Autor: Emilio Ferrero. Dirección: Juan Cereghini.
– El Bat de Tamu: Yael Frida Gutman y Jennifer Frank. Autora: Jennifer Frank. Dirección: Gabriel Paez.
– TBCS, Una verdad aparente: Martina Zapico y Fernando Niño. De Merceditas Elordi. Dirección: Leo Bartolotta.
– No funcionó:Gastón Vietto, Mariel Velez y Sol Bardi. Dramaturgia: Matias Prieto Peccia. Música: David Monteros y Matias Prieto Peccia. Asistencia de dirección: Lula Gonzfri.
Teatrarte. Asunción 4168 – Villa Devoto. Comienzo 20hs – Finaliza 21.45hs
Funciones: 31 de agosto y 14 de septiembre.
Siempre es bueno internarse en diversos barrios para ver teatro. Salir de los lugares donde –supuestamente- se encuentra la flor y nata del teatro independiente, es una sana aventura que tiene resultados más que auspiciosos. Tal es lo que ocurre en Teatrarte, en Villa Devoto, con el ciclo “Teatro Fitito”, con la presentación de cuatro obras cortas, con un buen nivel en general.
El ciclo cuenta con una muy buena afluencia de público que, en su mayoría, no es tan “de teatro”. Amigos y familiares que van a apoyar a los actores. Esto tiene su pro y su contra. Van abiertos a divertirse y pasar un buen momento sin ningún tipo de prurito pero al mismo tiempo, cree que es posible sacar fotos de la obra o abrir su celular durante su desarrollo. Quizás sea necesario que, antes de las funciones, se haga la mención al respecto. Esto no quita que el pedido entre por un oído y salga por el otro, tal como ocurre en todas las salas de teatro de la ciudad.
En nuestro caso, se inició el periplo a toda marcha con “Yo ya terminé”, una corrosiva y risueña charla entre la “señora” de la casa y su empleada doméstica por un favor más que especial que le debe pedir la primera a la segunda. El texto mezcla con precisión las diferencias de clases asi como una explotación bajo un marco laboral, bien cercano a cierta clase media acomodada (y alta) de profunda amnesia social.
Con “El bat de Tamu”, se navega en la celebración del Bat Mitzva para las mujeres en la colectividad judía. El texto de Jennifer Frank mantiene el nivel de ironía de la puesta anterior con una fuerte crítica al consumismo y la frivolidad. Las alusiones a lugares comunes y usos propios de “la cole” establecen complicidad al tiempo que los cuestiona. El histrionismo de Yael Frida Gutman es exacto y lleva adelante el derrotero de Tamu en un momento por demás inolvidable –con todo lo que implica esta palabra- de su vida.
En “TBCS”, el rumbo gira hacia un humor más desopilante en el que una mujer busca algún tipo de solución a sus inconvenientes en relación con el sexo. Allí es donde la pluma precisa de Merceditas Elordi tiene en Martina Zapico la cereza del postre. Terapias breves centradas en soluciones a problemas diversos a través de una risa franca y divertida.
El ciclo cierra con “No funcionó” y los vaivenes de una pareja recién separada.
Quedan dos funciones de “Teatro Fitito”, un ciclo con muy buenas intenciones que se condice con el nivel de las obras presentadas. Vale la pena hacerse una escapada para Devoto para pasar un buen rato de teatro.