Oscuridad. Se enciende una pantalla como si fuera un control remoto que va y viene a través de sus funciones (stop, play, fast foward, pause y rewind). Aparecen seis figuras que serán las que sigan las instrucciones de dicho control. Estos seis artistas serán quienes den vida a “Travelling”. Pero a no preocuparse, que no es únicamente un despliegue de acrobacias con el único fín que deja boquiabierto a todo aquél que presencie el espectáculo.
En este caso, el travelling será como esa cámara que se mueve constantemente para ubicar su lente en distintos lugares. Estos podrán ser la calle o inclusive dentro de una televisión con la variación de ser en vivo o a través de imágenes grabadas, pero siempre con el buen gusto de no atosigar con una mera descarga compulsiva de plasticidad. Por el contrario, los números cuentan con una buena dosis de humor y energía que ubica a la puesta muy lejos de la frialdad que propone el regocijo del ego a través de pruebas extremadamente difíciles tanto para el físico como para el ojo testigo de dichas proezas.
Otro punto a destacar es que la acción se desarrolla en un “in your face” constante, no solo a través de la proximidad con el público sino con el preparar los números en ese mismo instante. Tal es el caso de la preparación de los palos para hacer acrobacia. Allí es donde el espectador mira y aprende antes de dejarse sorprender por las piruetas que se realizarán. Después, se desarmará todo para continuar con el show aunque sin perder la frescura en ningún momento. La utilización de aros, telas y malabares para los distintos números en una buena disposición del espacio, abrirá el abanico de posibilidades para acrobacias varias. Uno que busca a una pero con el RW y el FW que no le favorecen, una especie de tango bailado –o mejor dicho, interpretado- en tela o un aro viajero son momentos que serán recordados a través del tiempo por la construcción de imágenes por demás poderosas.
Humor, plasticidad y frescura son tres palabras que definirían a “Travelling” de la mejor manera posible. Puesta para ver más de una vez y recomendar otras tantas, acerca el circo de una manera en la que el asombro viene seguida de la admiración por un trabajo serio, sincero y 100% humano.