Turistas que se pierden y bajan a la playa los días de viento (Teatro)

Corazones en llamas

 

Dramaturgia y dirección: Leandro Airaldo. Con Jimena Aguilar y Joel Drut. Vestuario: Nadia Estebanez. Escenografía: Eugenio Fernández Beltrán. Iluminación: Leandro Airaldo y Eugenio Fernández Beltrán. Musíca y Sonido: velcr(o). Escenografía: Eugenio Fernández Beltrán y Gastón Grisotto. Fotografía: Santiago Young. Asistencia técnica: Maia Liamgot. Asistencia de dirección: Nadia Estebanez. Producción: Leandro Airaldo y Nadia Estebanez.

Espacio Cultural Urbano. Acevedo 460. Domingo, 19 hs.

Las historias de separación de parejas y sus consabidos intríngulis del  “¿por qué pasó lo que pasó?” son un clásico en el teatro. Algunas zafan de caer en los clichés de una puesta a la que se le ven todos los hilos.

“Turistas que se pierden….”, narra la historia de una ruptura pero sin ningún tipo de vacilación al respecto. De manera cruda y sin anestesia, muestra a dos seres rotos frente a la incomprensión del otro al que se le exige lo que no se puede brindar, sin remordimiento de ningún tipo. Aquí no hay moralejas. Solo se muestra rabia e ira. Un cuadro mutará su sanidad respecto de la violencia de los hechos en la que una palabra hiere el triple que un golpe y donde el orgullo (y autoestima ) se hiere de tal forma que no hay hielo que baje la hematoma. De esta manera, el que podría ser “manotazo de ahogado” de Marco y Carolina, termina siendo la crónica de una muerte anunciada. En un momento, se escuchará la palabra “fracaso” pero ¿es asi tan asi? ¿El dejar de amar a una persona implica un fracaso? ¿Es condición sine qua non que del fín del amor se pase a una escalada de violencia? Y la gran pregunta que rondará siempre, a cada situación es ¿por qué?. ¿Acaso era necesario? El dolor dando pie a mini venganzas que ponen a unos treintañeros de manera casi contigua a la adolescencia pero ¿Quién no pasó alguna vez por esa situación?

Mar de Ajo será el escenario en el que se desarrollan los acontecimientos, con la playa y la habitación del hotel como ámbitos en los que se moverán los integrantes de la pareja.
La utilización del espacio es exacta al igual que una escenografía muy bien diseñada para la creación de los lugares en donde se llevarán a cabo las acciones. Jimena Aguilar y Joel Drut encarnan con precisión el fín de un amor en tiempos modernos donde el otro queda de lado pero por el simple capricho de no querer ver más allá de la comodidad propia. Ambos son exactos con personajes que forman parte (con neta mayoría) de la gran urbe.

“Turistas que se pierden….”, te deja pensando, reflexionando sobre una situación común a todos los mortales con un realismo cruel, exacto y muy bien trabajado.

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