Alguien camina sobre tu tumba
Idea: Juan Coulasso y Victoria Roland. Texto: Juan Coulasso, Nadia Lozano, Federico Pereyra, Ignacio Pereyra, Victoria Roland y Flor Sanchez Elía. Guías: Nadia Lozano, Federico Pereyra, Ignacio Pereyra, Victoria Roland, Flor Sanchez Elía. Diseño sonoro: Matías Coulasso. Realización de vestuario: Adriana Baldani, Patricia Mizraji, Emanuel Nem. Diseño De Iluminación: Valeria Junquera. Asistencia de dirección: Romina Trigo. Asistencia De Escenas: Camila Cobas Lamas. Producción: Compañía La Mujer Mutante. Colaboración en dramaturgia: Natacha Visconti. Colaboración artística: Macarena Trigo. Dirección de arte: Uriel Cistaro. Dirección Coreográfica: Natacha Visconti. Dirección: Juan Coulasso. Registro Visual: Francisco Castro Pizzo. Duración: 120 minutos.
Punto De Encuentro. Av. Federico Lacroze 4200, esquina Corrientes. Sábado, 14.30 hs (Del 09/11/2019 al 30/11/2019)
Ver la ciudad de Buenos Aires con ojos de turista es fascinante y más si se trata del Cementerio de la Chacarita, la necrópolis más grande de América Latina. El hablar de cementerios eriza la piel a más de uno y tiene que ver con el terror occidental a la muerte. Por tal razón, el habla popular la designa de varias formas como si el utilizar eufemismos le contrarrestara su eficacia. Paradójicamente, la literatura y el cine han incursionado y coqueteado con el fin de la vida. Tiene esa ambivalencia de atracción y repulsión, de seducción y de intriga por lo desconocido.
La propuesta de Victoria Roland y Juan Coulasso sumerge al caminante en una experiencia de descenso a las entrañas del Sexto Panteón, obra monumental realizada por la arquitecta argentina Itala Fulvia Villa. Las escaleras, elemento funcional y estético, podría remitir a la obra del artista neerlandés Maurits Cornelis Escher ya que invitan a un juego visual de arriba y abajo, en una rayuela que todos van a transitar.
Allí la percepción del tiempo es otra. El mundo de los vivos y de los muertos se hermana y elabora una dinámica orgánica con la naturaleza que se cuela por todas partes. Lo atrapante es que, por razones obvias, los límites de la ficción penetran la realidad y viceversa, en tanto trabajadores del cementerio realizan un involuntario cameo teatral o deudos que visitan a sus seres queridos.
Guías de turismo espectrales conducen la narrativa con un timing preciso, sin prisas pero sin pausa, con una historia para contar. Eslabones de una cadena que se van uniendo de modo acompasado. En un juego de postas, dan la bienvenida y aunque tienen apariciones discretas, pareciera que observan todo el cuadro en simultáneo como en un panóptico. Desde una guía vestida de negro hasta una joven mujer de mameluco rojo que podría ser la hermana de Alex de Large, protagonista de «La naranja mecánica». Un hombre con aspecto de bon vivant entra en escena mientras el espíritu de la arquitecta Itala recorre empoderada, contemplando su magistral obra. Omnipresente y sarcástica, La Muerte con su aura, vigila y marcha a paso firme.
El diseño lumínico es mixto ya que se utilizan las bondades de la iluminación natural diurna y linternas para resaltar momentos específicos de la obra. Es para destacar el uso de la luz natural. Las galerías aportan el clima apropiado para que el visitante se deje llevar. Todo un hallazgo para la vista. El sonido analógico amalgama y ubica en una temporalidad que ronda principios de siglo XX. Los ritmos elegidos son los de las clases populares: tango, jazz, folklore. No es casual ya que el Cementerio de la Chacarita alberga a los destinatarios de estos géneros despreciados en su momento por quienes dictaban qué era el buen gusto en esa época. Música y luz se funden a lo largo de la performance, dando vida a nuevas atmósferas sensoriales entre los presentes. Se agudiza el sentido del olfato debido a la arquitectura del lugar y a la flora y fauna que lo habitan.
Por otra parte, la puesta/experiencia teatral podría vincularse con la concepción prehispánica de la muerte donde se conmemora y rinde homenaje a los ancestros. Independientemente de las creencias y de lo naif que pueda sonar, me consuela pensar e imaginar que al final de mis días me voy a encontrar con mi gente y mis mascotas, con mi casa de la infancia y colonia de vacaciones que insiste en aparecer en mis sueños.
Segunda creación de la compañía La mujer mutante, “Una obra más real que la del mundo” incita ferozmente a detener el vértigo de esta sociedad capitalista donde el dolor físico y espiritual es anestesiado con la farmacología, los medios de comunicación y demás vías de escape. Es menester funcionar en el engranaje social y laboral porque el tiempo es oro. Esta experiencia teatral -con todo lo que implica la palabra experiencia-es un viaje a otro plano donde la temporalidad se ralentiza y esto obliga a los pasajeros a reflexionar, a ahondar en la soledad y el paso del tiempo.
La reserva para las visitas de «Una obra más real que la del mundo» comenzarán a hacerse semanalmente. Cada semana, los días martes a las 11 horas se liberarán las entradas para la visita guiada de esa misma semana, a realizarse el sábado consecutivo, a las 14.30 hs. Se habilitará un link en #AlternativaTeatral, para hacer la reserva. Solo se podrá ingresar con reserva previa a través de alternativa teatral. El recorrido se suspende en caso de fuertes lluvias.
Texto y Fotografía: Cecilia Villarreal (FSoc -UBA-)