Una relación pornográfica (Teatro)

Dos a quererse


De Philippe Blasband. Versión y producción general: Pablo Kompel. Con Dario Grandinetti y Cecilia Roth. Diseño de escenografía: Alberto Negrin. Diseño de iluminación: Albert Faura. Diseño de vestuario: Ana Markarian. Dirección: Javier Daulte.

Paseo La Plaza. Av Corrientes 1660. Miércoles, jueves y domingo, 20.30 hs; viernes, 21 hs; sábado, 20 y 22 hs.

Hay obras que logran captar la atención desde la sutileza, insinuando lo que puede ocurrir para crear una tensión que atrapará al espectador. Es la expectativa que puede despertar una obra más aún con el agregado de tener a Darío Grandinetti y Cecilia Roth arriba del escenario. Con esta idea uno se sienta en la platea para contemplar una puesta que desarrollará la historia de dos desconocidos que se conocen por un aviso, con la sola intención de mantener un contacto sexual que se irá transformándose en una cita semanal. La condición es no ahondar en las vidas privadas de cada uno de ellos aunque la tensión y el deseo harán lo suyo con el transcurrir de los días.

Con una escenografía cuidada y de grandes proporciones, el devenir de la puesta, a través de los acontecimientos que se suceden en la misma, cae en un bache signado por un texto limitado desde el vamos. Al no poder bucear en las personalidades de ellos, la tensión se evapora desde el mismo momento en que se sabe hacia donde va a ir la puesta. El relato es llano y sin matices, independientemente de las actuaciones de Roth y Grandinetti. El público se ubica en un lugar de voyeur/confidente de lo que piensan y dicen los personajes. Estos proponen y plantean interrogantes que enriquecerían la puesta pero como todo queda en “insinuaciones”, no hay un mayor desarrollo en las situaciones. Solo se ve la punta de un iceberg bien escondido detrás de una corrección que termina siendo contraproducente. Una especie de “lo digo o no lo digo” que promete, duda y no cumple. Todas las puertas abiertas respecto a la posibilidad de que haya sexo sin amor y como manejar esta situación por más adultos que sean los protagonistas, se entornan y se cierran inmediatamente, sin intensidad. Lo que podría emocionar o llamar a un debate interesante con puntos de vistas polémicos y ricos, se diluye rápidamente en el corset que termina siendo el mismo texto.


Las actuaciones de Cecilia Roth y Darío Grandinetti son muy buenas en la creación de dos personajes ricos que, lamentablemente, no terminan de desarrollar todo lo que podrían gracias a una versión liviana y pobre de un texto que probó su valía en la película homónima, dirigida por Frédéric Fonteyne, alla por 1999. 

“Una relación pornográfica” promete pero se queda en una buena intención donde las actuaciones son la parte más destacable de un trabajo donde palabras como “corrección” y “prolijidad” dejan de ser virtudes en pos del poco vuelo que plantea la puesta.

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