Lo que luce y lo que brilla
Dramaturgia: Liliana Bodoc. Con Galileo Bodoc, Federico Costa, Juan Manuel Gabarra y Josefina Lamarre. Máscaras y utilero: Alejandro Baamonde. Diseño de luces: Fernando Raíces. Realización escenográfica: Gabriel Reyes. Realización de vestuario: Gina Peiretti. Sonido: Fernando Cerra. Dirección de arte: Laura Avila. Puesta en escena y dirección: Galileo Bodoc
Teatro Hasta Trilce. Maza 177. Sábado, 17 hs.
Parece que a Liliana Bodoc le gustan los colores. Debe ser por eso que realizó una trilogía con tres de ellos. Primero fue el turno de “Un cuento negro”, después “Rojo” y finalmente “Ye-lou”. Siempre con el grupo Los Tres Gatos Locos llevando a la escena sus ideas.
En esta oportunidad será la historia del emperador Ye-lou, creador de la siesta pero que no puede llevar a cabo su deseo de dormir por unas pesadillas que invaden sus sueños. Pero hete aquí como empieza a desarrollarse una historia que va hacia distintos lugares. Primero y principal, con el emperador protagonista de la puesta. Sus propias características que se contraponen a lo que generalmente, se espera de un protagonista. Un emperador bastante despótico, caprichoso, con poco apego al trabajo. Esto es un gran punto porque alguno pensará como es posible que un Estado cuente con semejante personaje a cargo de los destinos de un imperio. Pero es así. Ocurre, como tantas cosas se suceden en la vida y no se terminan de entender.
La puesta es tan artesanal como deliciosa. La creatividad que llevan adelante es por demás destacable. La utilización de los recursos a disposición -y por decisión-, da cuenta de la seriedad del trabajo encarado. Los efectos de peleas al mejor estilo de las películas de artes marciales son de una gracia atrapante, junto con una coreografía exacta a los requerimientos de la puesta. El amarillo se impone en el mar de una negrura que ilustra pero no abruma. Las pesadillas son llevadas adelante y plantean esa inversión de roles, donde no todo es como parece. Lo bueno no es tal, como condición per sé sino que puede tener más variantes. Los efectos sonoros son fundamentales en la creación de sentido para certificar que estamos en una puesta que combina distintos lenguajes con toque lúdico pero sin perder el desarrollo de contenidos para los chicos. En esta línea, los grandes también pasan un gran momento con los guiños y con la sabiduría de un texto que es abarcativo e inclusivo para todos y todas.
Al respecto, la gracia y simpatía de un elenco de vasta experiencia y creatividad son soportes fundamentales para que la puesta sea disfrutable de principio a fín.
Con todos los condimentos para ser una puesta deliciosa, “Ye-lou” atrapa a grandes y chicos, ratificando por enésima vez el talento del tándem Liliana Bodoc-Los Tres Gatos Locos para hacer buen teatro