“Siempre guardavidas” (Teatro)

Nadar contra la corriente.

Dramaturgia y dirección: Sergio Mercurio. Actores: Sergio Mercurio, Laura Pagés y Amanda Mercurio. Música original: Juan Pablo Marcó. Diseño de Escenografía: Sergio Mercurio. Diseño de Luces: Wagner Correia. Maquinaria: Cristiano Pitón. Diseño Gráfico: Aurelio Valdez. Fotografía: Pablo Gonzáles. Producción Ejecutiva: Sergio Smientniaski. Duración del espectáculo: 55 minutos.

Martes 20, 27 de Mayo. 3 y 10 de junio. Teatro Chacarerean. Nicaragua 5665. A las 20 h

Juanito se ubica en el centro de un escenario completamente a oscuras. La luz le cae justo en su humanidad, para que empiece a contar su historia, en especial en su trabajo como guardavida. La misma va y viene a través del tiempo. El recuerdo es fragmentado, pero quien lo ve, es testigo compasivo y empático del mismo. No importa. Solo su presencia es relevante.

A partir de ese momento, la creación de sentido es constante, siempre en vinculación constante con la sensibilidad del espectador, que no puede escaparse por la universalidad del planteo. El paso de los años y como afecta éste a la salud son situaciones que todos –sin excepción- enfrentaremos, ya sea por la cercanía de familiares o amigos.  

Sergio Mercurio concibió un texto que es tan elocuente como emotivo. No quita un ápice de la profundidad –y dolor- del tema pero lo aborda con sensibilidad, sin recargar las tintas. De esta manera, Juanito interactúa con su amigo Juarez y con su nieta Pepo mientras ve las palomas volar en un cielo que es, cada vez, más grande y atrapante. Además, en esa amistad entre Juanito y Juarez se cuela la relación de los adultos mayores con un contexto que les resulta expulsivo. La irrupción de Facebook en el diálogo da cuenta de esto.

El otrora “Titiritero de Banfield” –tal como se lo conoce a Mercurio- ha encarado nuevos rumbos artísticos. En lo que a puesta se refiere, la combinación de lenguajes y géneros potencia la dramaturgia. Mercurio brilla no solo como manipulador de títeres –la manera en que da vida a Juanito es emocionante- sino como actor y artista visual. Uno de los puntos altos del espectáculo es cuando dibuja con yerba para crear mundos paralelos que incluye al mismísimo Osvaldo Pugliese.

Ese “monstruo grande que pisa fuerte, toda la pobre inocencia de la gente” llamado Alzheimer golpea con la certeza propia de lo inevitable y sus terribles consecuencias. Pero no hay una mirada pesimista ni lacrimógena. Por el contrario, es compasiva y busca rescatar todos aquellos momentos de alegría de un ser tan entrañable que, en determinados momentos, reaparece con el brillo de antaño. Es apreciable el respeto en el tratamiento de un tema que sigue siendo mirado de reojo por el arte, salvo excepciones como esta creación de Mercurio o “El padre”.

Con buen gusto y poética “Siempre guardavidas” visibiliza un momento no deseado de la vejez. Son aquellos “Recuerdos que no voy a borrar/Personas que no voy a olvidar” que deben guardarse en la memoria y en el corazón de quienes los han conocido. Es la mejor forma de trascender el tiempo, con una sonrisa en la boca y alegría en el alma.  

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