Hace un poco más de una semana, se presentó Litto Nebbia en la Casa del Bicentenario, que continúa con las presentaciones de grandes de nuestra música.
Prolífico como pocos, Nebbia se presentó con una formación de trío, en la que él alternó teclados y guitarra, junto con Daniel Homer en guitarras y Juan Ingaramo en percusión. Esta formación ha enriquecido de manera ostensible la performance de Nebbia, con nuevos a arreglos tanto para sus nuevas canciones como para los clásicos de siempre. Con un público que alternó varias edades, aunque en su mayoría de treinta –los menos- para arriba, Litto mostró que se encuentra en muy buena forma y en constante proceso creativo. Abrió el show con “Mujer de los mil días”, tema de Litto de la época de “El extraño de pelo largo”. Esta nueva versión la ubica en los días presentes sin perder la frescura del tiempo en el que fue escrita. Ocurre lo mismo con “Restaurant del diablo”, del disco Melopea, del 74 al cual le pega el clásico del “Rock de la mujer perdida”, con una versión excelente y potente.
El público presente acompaña el recital con alegría, pidiendo algún que otro tema pero con un Litto receptivo al diálogo, que también contará que está en proceso de grabación de un nuevo disco a salir en octubre, bajo el nombre de “Aire fresco”. Desde el título mismo, se aprecia un deseo de Litto de brindar nuevas canciones, con un sonido actual pero sin perder su impronta y su estilo. Tal es el caso de “Nuevo plan” y “Un beso en la tierra”, dos canciones que presentó en este show, constituyéndose en dos gratas sorpresas y abriendo la expectativa a conocer más de este nuevo disco.
Litto habla y cuenta anécdotas. Se lo nota distendido y con muchas ganas de tocar. “Coplas del musiquero” y “Quien quiera oir que oiga” suenan pegadas, dando cuenta de la gran cantidad de canciones que se instalaron en el inconsciente colectivo de la música argentina. Con “Me defiendo de ti”, retoma el disco “Soñando barcos”, que grabó en España en el año 2009, musicalizando las letras de Juan Marí Montes, un cantante oriundo de Salamanca. Como no podía ser de otra manera, no faltó “El Rey lloró”, ese himno de los comienzos del rock argentino. La sutil interpretación de “La gente que no sabe lo que quiere” va anunciando el final del concierto. Litto cuenta que “Cuando yo me transforme”, fue realizada junto a Juan Carlos Ingaramo, hijo de Mingui Ingaramo, uno de los líderes de la excelente banda cordobesa Los Músicos del Centro.
El sol se va poniendo. El final llega con “Música para las estrellas” y “Solo se trata de vivir”. Más no se puede pedir…o si, porque músicos como Litto hay pocos, con tanto repertorio y una búsqueda constante. Siempre va a haber ganas de escuchar a los grandes músicos y Litto Nebbia es uno de ellos.