Poca luz
Dramaturgia y dirección: Rodrigo Cárdenas. Con Rodrigo Cárdenas, Stella Maris Castorina, Daniel Gilibert, Nanci Losada, Andrea Picón, Nelly Queirolo, María Elena Savoia y Fabio Taphanel. Escenografía: Daniel Villar. Banda de sonido: Tomás Gilibert. Diseño gráfico: Paula Bernengo. Asistencia de dirección: Fernando Gaba Theuler.
Teatro El Piccolino. Fitz Roy 2056. Sábado, 23.30 hs.
Suele ocurrir que muchas obras tienen tantas ideas a desarrollar que, lamentablemente, no terminan de concretar ninguna. “Farolito, hijo nuestro” se encuentra en esta línea. Lo que intenta ser una metáfora de la vida de un joven, en relación con su familia, deriva en los devenires de nuestro país, con sus idas y vueltas a través de su historia de los últimos cuarenta años.
Psicoanálisis, familias anquilosadas en sus creencias y valores que transmiten a su hijo en lo que será su crecimiento, van conformando a Farolito como un niño-joven-adulto que no es, precisamente, un héroe al cual enaltecer sino un individuo que se ve más de lo deseado, con limitaciones y carente de deseo de progreso y mucho menos, de autocrítica. El humor muestra a una familia que no de lo más querible que se pueda ver pero tampoco se toma el tiempo de esbozar una mirada más allá de la hilaridad que se busca y no se termina de lograr.
La utilización del espacio para la puesta es buena y cuenta con una iluminación que va conformando los diferentes lugares en los cuales Farolito vive su vida. Buen acierto de la parte técnica que conforma varios planos en un espacio reducido. Las actuaciones son correctas de acuerdo a lo requerido aunque, en ocasiones, Cárdenas puede tentarse en escena con alguno de sus parlamentos. A algunos les podrá parecer gracioso, a otros una desprolijidad, en la que no siempre se obtiene la complicidad del público para la situación acontecida, quedando un tanto burdo al respecto.
Rodrigo Cárdenas pergeñó una obra en la que intenta abordar tantos temas que no termina de conformar uno solo, con eficacia y solidez.
como crítico me ocuparía de tener una redacción mas prolija ,( reléase el primer párrafo y los subsiguientes con recurrentes repeticiones de preposiciones y mala redacción y sintaxis).
Si bien el teatro puede tener aciertos y desaciertos, la cítica del mismo con tanta saña debe ser pulcra y justificada. De lo contrario caemos en el mismo pecado que estamos condenando
Acabo de leer la crítica y pregunto, tiene saña porque dijo que la obra es mala? Que sensibles que somos…..Si hubiese dicho que es buena, no tenía saña? Andaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!
Daniel, en este caso daré mi nombre. No como en los casos anteriores.
Soy Verónica Diaz Benavente. has hecho algunas críticas sobre mis trabajos y siempre han sido elogiosas. Lo que no me desacredita para decir lo siguiente:
Las obras teatrales no creo que sean malas ( como dice el comentario anterior al mio), o buenas.
Hay difrentes visiones del teatro y nadie tiene la verddad.
En lo particular me parece que el teatro hecho a pulmón no merece críticas de este tipo. Digo, tal vez una produccion de Faroni o Rotemberg merezca un ojo menos piadoso.
Tomando en cuenta que generalmente ellos cuentan con críticas a su favor, siempre compradas , en lo medios mas poderosos.
No entiendo por qué aquellos que se dicen " críticos de teatro" se enojan tanto con el teatro que no les gusta.
Es tu trabajo escribir, ver teatro y decir lo que pensas acerca de eso. Pero no me parece de conocedor del trabajo de un artista condenar a una obra hecha dignamente ,donde sus actores no cobran un peso y no rescatar nada.
De hecho vi la obra y no estoy de acuerdo con tu visión.
Dicen que un buen critico sabe hacer silencio.
No es tu caso.
En lo personal me ocuparé de que no asistas a mis futuras obras. No tengo ganas de que me traten de esta manera como artista.
Verónica
Conozco tu trabajo y te felicito por el mismo. Como bien sabés, fui a ver varias de tus obras.
Te cuento que los agentes de prensa nos convocan a los periodistas a ver las obras que ellos tienen y que nuestra función es ir, ver y escribir. Esto es tanto para el teatro independiente como para el comercial. En mi caso particular, voy a todos lados, sea Calle Corrientes hasta teatros de los más pequeños y, generalmente, destaco más las obras de estos últimos.
No he condenado a la obra sino que escribí respecto a lo que vi. ¿Quien soy yo para condenar? En ningún momento me enojé con la misma. ¿Acaso debería escribir algo que no me pareció? ¿Todo lo que hace el teatro independiente es "bueno"? Hay obras con las que uno puede estar más cercano y otras no tanto pero eso sucede en todas las esferas. ¿No es "criticable" lo que un artista hace? ¿Tratar "mal" es decir que una obra, eventualmente, no fue del agrado del periodista que la vio? Ergo….¿hay que decir que todo es bueno?
Decís que un buen crítico debe hacer silencio. Te recuerdo que hay portales y diarios que sacan las obras con calificaciones -no es este caso- y también suben obras que no fueron del "gusto" del periodista que las ha visto.
Si no me querés invitar a ver tus obras, no hay inconveniente al respecto, pero asi como decís que hay "diferentes visiones del teatro", si un periodista o crítico va a ver una obra tuya y eventualmente escribe algo que no es de tu agrado, ¿también vas a escribirle como hiciste conmigo? ¿Tampoco lo vas a dejar ir a ver tus obras por este motivo?
Muchas gracias por escribir
Saludos!
Daniel
Daniel, estoy super acostumbrada a la crítica y a que a veces condenen mi trabajo. Imaginate que siendo cantante lírica que estudio en el Teatro Colón termino cantando Gilda o un cuartetazo sobre una base de ópera ,los rancios del mundo de la ópera me tildan de " loquita".
Por ende me banco las consecuencias y no soy muy suceptible a lo que puedan decir sobre lo mío..
Agradezco tu respuesta y la tengo en cuenta.
Esto fue un pensamiento en voz alta con respecto al lugar de la crítica en el TEATRO. Esta bueno, y si queres un dia hablamos más a fondo sobre esto.
Estoy un poco triste porque veo que en Buenos Aires el teatro off esta en crisis. Te matas haciendo una obra, van sólo tus amogos o conocidos, y los unicos que se llevan dinero son los agentes de prensa y los fenicios de los dueños de las salas que te cobran locuras por un seguro de sala.
En este panorama tal vez estamos todos un poco sensibles. Obviamente que tenes todo el derecho del mundo a decir y publicar lo que te parezca. Solo que a veces hay que entender lo que pasa de este lado y el por qué de la suceptibilidad.Es un garrón romperse el lomo y leer luego algo así.
Es para una charla larguisima pero creo realmente que el teatro independiente esta muy golpeado y se cae a pique.
un gran abrazo y retiro mi ultima frase del comentario anterior.
veronica