Actriz, cantante, música y clown conforman la versatilidad de esta actriz que está presentando “Musicasiclásica” en teatro y participa en “Herederos de una venganza” por Canal 13. Virginia Kaufmann repasa los momentos de su vida artística en el Caleidoscopio..
– Surge porque Juan (el otro interprete y creador) nos conocimos en un concurso que fue la Expo Les Luthiers. Para realizar la Expo, se hicieron tres concursos, de intérpretes, compositores y luthiers. Yo me presenté a intérprete. De ese concurso salimos nueve que hicimos un espectáculo con obras de Les Luthiers. Ese era el premio. Fue muy lindo! Ellos fueron a vernos y estuvieron presentes en la elección. Ahí quedamos en buen vínculo con Juan, con la idea flotando de hacer algo. Después nos empezamos a reunir para ver que hacer de particular, que sea nuestro. Por supuesto que ya sabíamos que el lenguaje iba a ser la mezcla del humor y la música.
– ¿Las canciones?
– En general, me sale más la letra y le digo a Juan que me la imagino en un determinado estilo, un tango, por ejemplo. Él, después empieza a imaginarse una melodía o un arreglo. Otras veces, entre los dos pensamos al respecto. Primero sale la idea generadora y después, cada uno, por su lado, piensa en letra y música. En las reuniones después coordinamos como viene todo y sale. Hay un 80% de letras mias y un 80% de letras de él. En general, con respecto a los arreglos, a mi se me ocurren líneas melódicas o estilos en los que es música en si y a Juan, lo más específicamente musical. La escritura, las pistas con las que trabajamos y lo que hacen los instrumentos me los enseña él a mi.
– ¿Qué viene primero, la música o la actriz?
– La música pero no porque haya desarrollado una carrera musical sino que me es más natural el contacto con la música ya que de chica estudiaba música. Me gustaba mucho bailar y también participaba mucho en coros, de nena y adolescente. Desarrollando ese amor por la música, descubrí que había un área que era la comedia musical y ahí empecé a desarrollar más la carrera. El estudiar comedia musical, me llevó a la actuación. Fue todo muy escalonado. Nunca me imaginé actriz. De chica me imaginaba como bailarina pero viste esas cosas de “quiero ser doctor” y eso….También con la limitación. Cuando vi que no podía ser bailarina (o de la manera en que yo me imaginaba), empezaron a aparecer otras puertas que se abrieron. Asi llegué a la comedia musical que me pareció fantástico. Me gustaba mucho ya que combinaba bailar, cantar y actuar. Después, de ahí los maestros empezaron con que “hay que bailar bien, cantar bien y actuar bien”. Ahí empecé a buscar maestros que siempre me decían que tenía una cosa muy histriónica y que la desarrollara.
– ¿Ahí aparece el clown?
– No. El clown aparece ya cuando trabajaba de actriz y había estudiado con algunos maestros. Esta es una profesión en la que no se termina nunca de entrenar ni de estudiar. Estudié en la escuela de Augusto Fernández, que era estricta y muy formal, de teatro dramático. Me decían “lo histriónico ya lo tenés. Ahora trabajá lo otro”. Durante ese período largo, extrañé una barbaridad la alegría, la mueca, que es mi naturaleza. No había trabajado con mi naturaleza porque necesitaba aprender lo otro. Cuando terminé en lo de Fernández, desesperada, decía “¿Que hago?”, todos me decían “clown”, que tenía una expresión clownesca. Igual yo no me siento exclusivamente clown. Es parte de mi expresión.
Impasse 1: Nos encontramos con Virginia en el bar del Hotel Boutique Mine. Llega con su cartera a paso rapidito. Blanca y rubia, Virginia mira desde sus ojos azules con curiosidad. Responde todo con simpatía y sencillez. Tiene ese candor de una persona tranquila, que sabe lo que quiere.
– ¿Cómo es hacer a Frida, en “Herederos”?
– Salió como consecuencia exclusiva de lo que pedía la novela. Pensé que iba a ser más comedia y la novela tomó un rumbo mucho más dramático, más de melodrama. El aspecto clownesco no lo pude desarrollar mucho aquí. También es un entrenamiento, de una expresión más pequeña. “Menos!” me dicen. Entonces quedó un personaje más apocado, con cierta picardía y un tanto tímido. El personaje, en tele –ahora lo veo- , se arma de un cruce de muchas cosas. Lo que vos querés hacer, lo que te dejan hacer y lo que te van escribiendo. No es que vos sabés el proceso final del personaje.
– Capaz que mañana le ocurre algo X al personaje….
– Si, igual yo me lo imaginé de determinada manera y de hecho se plantea. Te dicen “va a ser asi” y después empieza unos caminos que son más divertidos pero también requiere que una tenga más “cintura”.
– Fue diferente para vos la construcción de Frida con respecto a los otros personajes que hiciste en tele?
– Si porque el anterior, la participación en “Valientes”, fue directamente payasa. Fue planteado asi, me lo imaginé asi y entró así. En “Patito Feo”, me dijeron que iba a ser una amiga hippie de Carmen, el personaje de Griselda Siciliani. Ese fue un personaje que lo hubiese hecho más hippie todavía pero tuve que achicar a las exigencias y a lo que pide la misma serie.
– A Griselda la conocés desde hace años. Tenían un espectáculo aca cerca….
– Si, en el Chacarerean. Las dos trabajamos en “La vuelta manzana” con Hugo Midón y después con Pipo Pescador. Eramos las “Pipitas”. Entonces de tanto camarín y charlas, empezamos a idear lo que después fue “Tan Modositas”.
– Fue muy buena. Tenía una relación con él. Pasó que en mi infancia, no llegaban las canciones de Pipo. Yo vivía en el interior. Lo mismo me pasó con Hugo Midón. No había mucho contacto. No se porqué, si era por la tele o algo. Si sabía que Pipo había sido muy famoso por lo que fue como muy nuevo el tema de las canciones, salvo “El auto de papá” que era muy popular. El resto de las canciones no la conocía y no me marcó en mi infancia. Lo miraba y me imagina “cómo habrá sido este hombre en su momento de esplendor?” hasta que una vez vi un video de su época de esplendor, que estaba en Moscú. Estaba tocando su acordeón, la jardinera y ahí le vi el ángel que tenía. “Ah, mirá vos!”. Tantos años trabajando y que había sido un fenómeno. Nosotros hicimos funciones de teatro y venían los chicos de su época –ya adultos- que lo habían conocido de niños, con sus propios hijos. Vivimos ese amor de la gente por él. Cantar esas canciones con él y la gente que se ponía como loca, con mucha emoción. Era como revivir el fenómeno. Fue todo muy lindo.
– Te hago una de las últimas, si por esta puerta entrase la Virginia Kaufmann que llegaba del interior a Buenos Aires, qué le dirías?
– Uhhhhh. (piensa). Qué le diría? Que desarrollara más la personalidad. Que fuera más fuerte. Todavía me veo como demasiado buena y paciente. A veces se necesita tener una personalidad más fuerte, de clavar bandera. Algunos me dicen “te parece a vos porque la tenés” pero creo que sería eso. Vaya a saber uno. Tampoco soy buenita y apocado. Ahora ya estoy más grande igual y he aprendido mucho.
– ¿Los cinco minutos después de bajar del escenario?
– Siempre son de mucha alegría en general a menos que haya ocurrido algo feo. Es un momento de alivio y alegría. Siempre es asi.
Musicasiclasica. Ciudad Cultural Konex. Sarmiento 3131. Viernes, 21 hs.
Muy buena nota! Por fin se le hace justicia a esta actriz que es muy buena y pareciera que, al no ser una escandalosa, no tuviera la prensa que se merece! Una grande, Virginia!