Ominosa e iluminada
Javier Daulte es un autor del que se han hecho una gran cantidad de versiones y adaptaciones de sus obras. En este caso, Alejandro Guevara tomó tres obras cortas “Las otras”, “Después” y “Femenino”, para crear, a través de la conjunción de estas tres, una nueva, arriesgada e inquietante dramaturgia. La relación de un padre con su hija, una madre y una hermana que aparecerán (o no) en un escenario solamente poblado por un par de sillas y una iluminación excelente, creadora de una atmósfera lumínicamente kafkiana en tanto la ominiosidad de un texto fuerte y actuaciones potentes. Los personajes van y vienen a través del tiempo, ubicándose en diversos planos que permitirán una proximidad, más allá de su ubicación geográfica en el escenario. Lo que parece ser no lo es tal y más aún cuando los roles pueden cambiar, dando una vuelta más de tuerca en la aprehensión de las palabras vertidas por los actores. Las múltiples interpretaciones que se pueden realizar abren el juego para una linda charla a posteriori de finalizada la puesta. Más aún si uno hizo terapia, es psicólogo o tiene conocimientos al respecto.
