La cuarentena ha afectado mucho a los artistas que debieron reinventar sus carreras. Tal es el caso de Analía Rosenberg que está presentando “Introversia”, un proyecto a dúo con varios artistas, compone y graba con su banda La Impertinente Señorita Orquesta y forma parte del MUX, un colectivo autoconvocado de musicxs escenicxs. Sobre todo esto y mucho más, hablamos en la siguiente entrevista.
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–Nació en este extraño momento que estamos viviendo… Al empezar la cuarentena -con los cambios de rutina que eso implicó- empecé a tener más tiempo tanto para componer como para observarme y ver hacia dónde quiero ir artística y personalmente. Por eso me gustó el término “Introversia” que alude al término “introversión”, uno de los tipos psicológicos de Carl Jung, definidos como una actitud típica caracterizada por la concentración del interés en los procesos internos del sujeto, en sus pensamientos y sentimientos propios.
–Para Introversia tengo grabados dos temas para los primeros videos. Hay cinco en espera….y nuevos bocetos…
–Se dio de forma natural. A medida que pensaba en distintas historias para contar en cada video, venía a mi mente quien me parecía ideal para convocar. Estoy feliz del tremendo equipo que se armó. En estos meses se dieron fusiones muy enriquecedoras, como trabajar las ideas de cada video y el cómo contarlas con el actor Charly Arzulian, componer canciones junto a Mauro Conde o profundizar con Emanuel Gaggino distintas posibilidades tímbricas para piano y percusión. A su vez, siempre necesito compartir con artistas de otras disciplinas. Me desafía a ir por otros caminos. “Introversia” busca ser un reflejo de eso. El primer video, por ejemplo, lo hice con la artista visual Celestial Brizuela, que realiza unos paisajes en miniatura increíbles. Otro dúo fue con el bailarín Jack Syzard, con quien venimos creando desde “Abismarse”, mi primer obra. También estarán Maia Mónaco, Las impertinentes, Lisandro Fiks, Santi Lesca, Dani Campi, Laura Canteros, Guilo Villar, Matias Bahillo, Fabio Obregon, somos muchos, ¿no? (risas).
– En un punto, “Introversia” podría relacionarse con proyectos como “Homemade” (Hecho en casa), los cortos que sacó Netflix
–Lo vi hace poquito, tal vez por el hecho de ser realizado en cuarentena, pero estoy lejísimos de esa producción (risas). Hablando en serio, “Introversia” habla del encierro y de lo que le pasa al individuo en ese marco, de cómo resuelve el vacío, la sensación de aburrimiento o el rumiar de sus pensamientos. Hace más foco en la soledad e introspección que genera esta situación desde un lado más abstracto. No se termina de entender por qué están encerrados en sus placares. Sólo se intenta mostrar qué salida encuentra cada artista ante eso. Me meto en mi placard con mi acordeón, mis partituras o mis teclados y tengo mi mundo. Ese viajar hacia adentro que mencionaba Jung. Podría estar situado en cualquier época, en cualquier lugar. La idea, con el correr de los videos, es ver los mundos que habita cada artista que participa.
-¡Bien! En la cuarentena estuvimos estrenando videos y ya presentamos nuestra versión de “En la fuente de agua clara”, un tema de Georges Brassens y el clásico mexicano “Malagueña Salerosa”.
– ¿Por qué eligieron Malagueña?
-Bueno…¡confieso que fue un capricho mío! (risas). Desde que escuché la versión del tema en la película “Kill Bill”, quise hacer un arreglo a medida para La Impertinente, llevándolo a un lado más humorístico. Sabía que Dani Horovitz y Sole Maciel lo iban a hacer lucir así como el cello de Meli Kyrkiris. Nos divertimos mucho filmando.
-Por lo pronto, seguiremos realizando videos. El próximo será un dúo con Dani del tango “Andate”, que interpreta de maravilla y claro, tendrá mucho humor también.
-¡Bien! Cada tema que hago es un reflejo del momento en el que estaba: qué estaba investigando, qué estaba vivenciando. Así que volver a verlos o escucharlos siempre me produce cierta nostalgia y es parte del recorrido que fui haciendo. Después de la obra me di el lujo de pedirle a Celestial Brizuela una animación en stop-motion de mi tema el “Vals Silente” y lo resignificó. Creó otra historia que es maravillosa.
Horowicz, Maciel, Rosenberg y Kyrkiris, señoritas impertinentes |
–Tuve la posibilidad de hacer streaming en salas chicas y en otras como la Usina, con protocolo. Es muy loco tocar sin público. Obviamente es toda una experiencia. Nos tenemos que readaptar e ir aprendiendo que es una sensación completamente distinta. Es como un intermedio entre el estudio de grabación y el vivo. Después hay propuestas muy interesantes como las de Café Vinilo y Teatro Uaifai vía streaming o el Galpón de Guevara, Pista Urbana, entre otras, que hacen todo muy a pulmón. Lamentablemente no son muchas. Creo que es urgente encontrar una solución tanto para los artistas como para los centros culturales y las salas independientes que están en una situación complicadísima. Además, con las reproducciones de los streaming, hay que considerar el pago a los artistas por las reproducciones que se hacen. Hay mucho para resolver… Veremos ahora cómo resulta la habilitación para tocar al aire libre. Ojalá sea posible encontrar la forma.
–Con los Ministerios aún no. Por el momento tenemos comunicación con Argentores e INAMU y dialogamos con el Teatro Cervantes y agrupaciones de otros sectores del arte.
-Aunque no me gusta reconocerlo, creo que no. Venía componiendo y ensayando con mis compañeros Emanuel Gaggino, Emma Chacón Oribe y Laura Canteros. Estábamos por presentar en el MACBA, música para la obra de la artista plástica Catalina Chevin, que es maravillosa. La cuarentena irrumpió e implicó una readaptación y repensar cómo presentar mi música. El video-arte siempre fue un formato que me encanta. Lo siento muy afín para compartir mis creaciones, aunque la presentación en vivo sea algo irremplazable. Para “Introversia” es el formato ideal ya que la idea es contar una historia a través de la imagen y la música.
–Bien, dentro de todo. Trato de encontrarle la vuelta. Sé que no es fácil para nadie pero en el caso de los artistas implica perder la mayoría de nuestros ingresos. Si tocabas en vivo, tenías una sala de ensayo, eras sesionista, etc, tenés que buscarte otra salida ahora. Hay una situación de emergencia cultural.
–Y… es todo un tema. Requiere de mucha paciencia y adaptación: la falta de conexión, el delay, forzar la voz, no es fácil, pero tengo una hermosísima relación con mis alumnos. Están avanzando mucho, tocando, componiendo, entonces eso me alienta y me gratifica un montón, lo cual compensa mucho.
–No sé si la potencia…Es cierto que compuse más que otros años pero creo que vivía bastante en cuarentena ya (risas). Quiero decir, siempre busqué darme mi tiempo para crear al margen de mis otras actividades. Ahora, al no tener shows y ensayos, ese tiempo lo tengo para componer y hacer arreglos, lo cual deja más espacio a lo creativo.
–Sí. También depende según el proyecto en sí y quienes lo dirigen, lo cual es muy enriquecedor. Siempre aprendés de las charlas con los directores, la búsqueda de referencias sonoras, investigar géneros determinados según lo que pide el proyecto, asistir a ensayos. Es apasionante. Me da muchísima satisfacción sentarme a disfrutar la obra cuando estrena. Ver cómo la música acompaña a la historia.
-La tecnología como herramienta puede ser maravillosa. Siempre depende del uso que se le de. Es cierto que hoy en día, muchos géneros que se escuchan, están muy procesados desde el audio. Me cuesta encontrar la singularidad, la originalidad, pero son estéticas y épocas. Pienso que el artista es quien debe estar atento a no ir por el camino más fácil. Debe incomodarse y provocarse lo cual no depende solo del mayor o menor uso de la tecnología. Algunos músicos la utilizan de manera super creativa y no va en detrimento de su arte, otros no tanto… En mi caso me reconozco muy vintage (risas). Siempre escribo desde el piano o el acordeón. Me gusta cierta “romantización” del proceso. Escribir, frenar, salir a caminar, corregir, pero luego necesito usar programas de escritura, grabación y edición. Realmente son fundamentales para completar mi trabajo.
-Hice presentaciones por streaming con Koufequin, una banda preciosa de música para chicos en la que trabajo. “Introversia” lo iré presentando por distintas plataformas a medida que estrene cada video, pero no en formato streaming. Me encantaría -cuando sea posible- presentarlo en vivo y reunir a todos los artistas maravillosos que forman parte. Con la Impertinente aun no lo hicimos, pero calculo que lo haremos en cualquier momento.
Re interesante conocer el proceso artístico el camino que transitan los artistas ,los videos maravillosos mil gracias!!!!
Buenísima entrevista! Super interesante