Por la cuarentena, la lectura creció más de un 45 % entre los argentinos

Un estudio realizado por Ghostwriter Argentina, desde el inicio del aislamiento obligatorio hasta el pasado 1 de agosto da cuenta de este número por demás auspicioso. Además, despertó la imaginación y el interés por escribir libros con historias propias. Todo a pesar de la crisis que viene atravesando el rubro comercial de los últimos años.

ECDL no solo trae el informe detallado sino la palabra de Fernando Iannace, director adjunto de la organización, que analiza los datos recabados.  


El informe realizado Ghostwriter Argentina dio como resultado el aumento del 45% de la lectura. Es un número que sorprende pero que cuenta con sus particularidades. Esto se da en el marco de una fuerte crisis comercial del mercado tradicional, pero impulsada por el tiempo libre y la lectura digital en múltiples plataformas.

El estudio se realizó entre diferentes núcleos sociales y etarios, sobre un total de 7834 casos efectivos, en el ámbito de la Ciudad de Bs As, Gran Bs As, Mar del Plata, Rosario, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Neuquén y Santa Cruz. A través de una investigación cuantitativa y en base a un cuestionario estructurado, se llevó a cabo por medio de una encuesta telefónica (IVR) sobre ciudadanos residentes, hombres y mujeres de entre 18 y 65 años, en condiciones de leer pero sin actividades laborales ni profesionales inherentes a la lectoescritura.

A nivel general, el informe arrojó que el 45,7 % de los consultados reconoció haber comenzado a leer mucho más durante el confinamiento. Fernando Iannace, director adjunto de Ghostwriter detalla que, “si de causas se habla, sobre ese total, el 66,2 % afirmó ‘recobrar costumbres de lectura que habían abandonado por falta de tiempo’, el 21,4 % dijo que ‘el afán por distraer la mente y relajar temores lo llevó a sumergirse por mucho más tiempo en el mundo de las letras’ y, por último, el 12,4 % restante, señaló que se inició en la lectura para “dar lucha al aburrimiento”.
Dentro de estos números, el 43,2 % expresó que retomó alguna obra literaria, el 28,6 % dijo haber accedido a nuevos títulos de autores nacionales e internacionales a través de compras online de libros físicos y, el 28,2 % indicó que se volcó mucho a la lectura a través de las distintas plataformas y formatos de libros digitales.

En cuanto a edades, el muestreo detalla que la suba fue de un 40,7 % entre personas de 18 y 35 años, mientras que en la franja que va de los 36 a los 65 años, el interés se disparó un 59.3 %. En cuanto al género, los datos fueron muy parejos, con un 52,7 % de mujeres y un 47,3 % de hombres.
Con respecto a los géneros elegidos, los best sellers de ficción, autobiografías de famosos, novelas de terror y libros de autoayuda, son los más buscados por quienes ahora prometen “no abandonar el circuito literario”, una vez concluida la pandemia.

A su vez, el informe señala que la venta de ebooks y la suscripción a bibliotecas digitales en internet creció en Argentina un promedio de 44,3 % desde el inicio de la cuarentena. Igualmente, estos números están muy lejos de las estadísticas de Europa que, en los países más afectados, el crecimiento casi triplica las cifras argentinas. En España, durante el aislamiento, la suba de usuarios en la plataforma eBiblio, el servicio de préstamos de libros electrónicos de bibliotecas públicas organizado por el gobierno español, ascendió a un promedio sostenido de 120 % y casi duplicó el número de visitas a su web.

Por otra parte, el estudio visibiliza que no sólo la lectura creció en el marco del aislamiento social y preventivo, sino que hay cada vez más gente que desea escribir así como tener su propio libro. Iannace sostiene que “hemos recibido entre un 25 y un 30 % más de consultas durante los últimos cuatro meses, por parte de personas que quieren editar sus propios contenidos”. Agrega que “hay gente que tiene muy buenas ideas o historias que quiere plasmar en formato literario pero no sabe cómo, y allí entra en juego nuestra tarea” dijo quien reconoce trabajar desde el anonimato en libros y autobiografías de “varios profesionales, empresarios, artistas y deportistas ‘famosos’ que luego firmarán la portada con sus propios nombres”. Tal como su nombre lo dice, Ghostwriter es una institución acuñada por “escritores fantasmas”, que brinda servicios de escritura, prescindiendo de los derechos de autor

Finalmente, Iannace explicó que “el libro propio es una herramienta que todos quieren tener porque da prestigio a su autor” y concluyó diciendo que “en tiempos en donde el miedo a la muerte subyace con crueldad, escribir un libro propio es como dejar una huella marcada en la eternidad”.

El informe es por demás ilustrativo pero desde ECDL quisimos buscamos algunos de detalles. Por tal motivo, hablamos con el mismísimo Fernando Iannace.

-¿Qué motivó la posibilidad de realizar este estudio?
– Desde Ghostwriter Argentina nos encargamos de escribir libros por encargo y siempre estamos estudiando el comportamiento del mercado literario. A partir del inicio de la cuarentena, a sabiendas de que se estaban produciendo cambios de hábitos en general, suponíamos que la lectura no iba a quedar ajena, por lo cual decidimos evaluar profundamente el comportamiento de la sociedad argentina a nivel país. Buscamos encontrar cuál era el rol de los libros en el marco del aislamiento obligatorio.

– ¿Te sorprendieron los resultados?
-En realidad, nos sorprendió el porcentaje de aumento (45,7 %), pero sabíamos que los libros iban a resurgir como refugio de quienes estaban necesitando encontrar nuevas actividades para aislarse de la triste realidad que nos toca vivir a nivel mundial. La lectura es un lugar íntimo en donde el lector puede sumergirse y abstraer su mente de lo que ocurre afuera.

– Hay puntos a tener en cuenta. El 66% afirmó haber retomado “la costumbre de la lectura”. ¿Aquí es dónde debería retomarse algún tipo de política al respecto?
-Creo que sí. A nivel global, el mundo ha virado hacia otras actividades motivadas por el avance exponencial de la tecnología y los Gobiernos/Ministerios no han sabido incluir a la lectura en la vida cotidiana. Hoy, en los colegios, desde mucho antes de la cuarentena, a los chicos se les proyectan videos, se los invita a buscar información en internet y es casi nulo el apego que los menores tienen con los textos tradicionales o con las bibliotecas, que ya casi no existen.
También creo que los padres debemos trabajar en los chicos la conciencia de lectura porque allí reside una de las primeras falencias. Por la falta de tiempo y el acceso de los menores y adolescentes a celulares, playstation, tablets, etc, hace que los libros ocupen un ínfimo lugar en las actividades diarias.

– Del 28 % que afirmó que se volcó a la lectura por “plataformas digitales”, ¿qué edad abarca este recorte?
-Ese promedio es a nivel general en el segmento que va desde los 18 a los 65 años. Sin embargo, el rango de entre 18 y 45 años es el que más creció en el marco de plataformas digitales (63,7 %), meramente motivados por cuestiones generacionales y de acceso a la tecnología.

– ¿Podría decirse que el aumento de un 40.7% entre 18 y 35 años brinda algún tipo de esperanza respecto a generaciones que están atravesadas por la tecnología?
-Sin dudas. Creemos que la esperanza pasa por saber poner a cada cosa en su lugar para que el libro, como ocurre en este marco de pandemia, pueda volver a ser una herramienta de apoyo cultural, de investigación y distracción sin reemplazar ni ser reemplazado por la tecnología. La búsqueda debe estar orientada a que la literatura y los medios digitales convivan, sin ser enemigos, en las costumbres del día a día. Para ello debe haber mas políticas de Estado que permitan acceso y orienten la educación en ese sentido.

– ¿La pregunta malvada es ¿tiene que ocurrir una pandemia para que la gente vuelva a leer?
-Lamentablemente, parece que sí, pero bueno, “no hay mal que por bien no venga”. Ojalá la gente mantenga esta costumbre cuando volvamos a la normalidad tan ansiada.

-¿Cómo ves las perspectivas para el futuro respecto a la industria editorial?
-Mirá, la industria editorial tradicional está atravesando una crisis de la que difícilmente salga en el corto plazo. No así la actividad literaria que esta en un muy buen momento desde las expectativas, dado que la suba de lectores a nivel mundial (en todos los soportes). Ésta viene acompañada por la aparición constante de nuevos escritores, que hoy tienen muchas más posibilidades de editar sus historias, nutriendo de sobremanera la oferta editorial que nunca va a extinguirse. En Ghostwriter Argentina ayudamos a cientos de escritores a que puedan cumplir con el sueño del libro propio.

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