Piel de cordero. Estoy acá (Teatro)

Conmovedora y valiente

Texto: Zuleika Esnal. Con Cecilia Cósero, Antonia De Michelis y Zuleika Esnal. Diseño de luces: Leandro Calonge. Ilustrador: Vanesa Costábile. Asistencia de dirección: Maximiliano Belevicius. Arreglos musicales: Willy Diaz. Producción ejecutiva: Gabriel Cabrera. Diseño de movimientos: Omar Saravia. Puesta en escena y dirección: Patricia Tiscornia.


Patio De Actores. Lerma 568. Lunes, 20.30 hs.



Hay puestas que son absolutamente necesarias, que interpelan desde la palabra cruda. Un dolor en carne viva que pide memoria y justicia. El tiempo apremia. Lo dicen las estadísticas. Se produce un femicidio cada diecisiete horas ocupando,al día de hoy, los titulares de los medios de comunicación.
A partir del caso de una chica de dieciséis años violada por treinta hombres en Brasil y tras escribir un texto alusivo el cual se compartió por las redes sociales, la actriz Zuleika Esnal empezó a recibir gran cantidad de historias de mujeres que sufrían el horror de la violencia machista. Esos relatos se corporizan a través de las voces de las actrices Cecilia Cósero, Antonia Demichelis y la propia Zuleika.

La puesta en sí, es toda una experiencia. Logra que el espectador capte cada una de las palabras en el marco de un escenario que cuenta solamente con las tres actrices y tres cajones peruanos con los que harán percusión según amerite el caso. Es destacable el trabajo de Patricia Tiscornia en la dirección para llevar al teatro textos que no tienen característica alguna al respecto. Las historias se encuentran repartidas entre las tres actrices que realizan un excelente trabajo.

Cada gesto, cada palabra llega al alma. La percepción funciona a pleno con todo lo que se dice. Las lamentables experiencias acontecidas a distintas mujeres toman los cuerpos de las actrices para describir su dolor a través de ellas. Por la crudeza del relato, es conmovedora la escucha de los mismos. Será en ese momento donde uno empieza a incorporar lo dicho. Se internaliza pero de una manera tal que la indiferencia sería una falta de respeto tan grande como la pasteurización de lo dicho.
El trabajo realizado a partir de los testimonios merece especial atención. Tal es el caso de la culpa (y su consabida manipulación) asi como el de la vergüenza que viene de tiempos inmemoriales. Todo bajo el nombre de la tan mentada “crianza”. Una de las primeras historias de la puesta hace hincapié en este punto desde sus palabras y será una de las características que atravesará la hora que dura la obra. Aquí impactará tanto en las mujeres como en los hombres, por haber vivido y encarnado ese relato de crianza puramente machista.
Por otra parte, no hay que considerar que haya algún tipo de victimización o golpe bajo. Querer adjudicarle esto a la obra es caer en la mala intención. Los textos son elocuentes en tanto lleva a las tablas la violencia contra las mujeres.
A medida que pasan los minutos, el ambiente de la sala va mutando. Escucho la respiración de quien está al lado mío. También el sollozo  pero del otro lado. Admito que una lágrima pugna por salir de mi ojo izquierdo. Es bronca, dolor.

Termina la función. Ellas, desde el escenario, se nombran. Algunas chicas, desde la platea, también. Salgo conmovido de la función, lleno de preguntas y reflexiones. Noto la poca presencia masculina que hay en entre quienes vimos la obra. No me extraña lo cual no implica que sea menor la bronca. Me vuelvo a plantear, igual que durante el transcurso de la obra, sobre mi crianza como hombre-macho en esta sociedad. La recuerdo. Un asco.

Declarada de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación, “Piel de cordero. Estoy acá” es de esas puestas que no te dan respiro en ningún momento. Es el planteo de historias reales. Es teatro como trinchera de resistencia y denuncia sobre violencia de género y femicidios. Conmueve y moviliza al tiempo que es esperanza frente a este flagelo.
Por lo dicho, hay que agradecer por esta obra. Por la visibilización de los hechos, por crear conciencia y por luchar. Por ser un canto de valentía en los tiempos que corren. Simplemente, gracias. Muchas gracias.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »
Scroll al inicio