Hay historias de amor que trascienden el tiempo y el espacio. Donde la fé y el perdón juegan una partida de ajedrez pero no con el fín que uno derrote al otro sino como complementos de una situación determinada.
En lo que es su novela debut, Omar Letizia da cuenta de saber bien que es lo que quería decir con su “El llanto fértil”. A partir de la historia de dos personas desangeladas como Marcela Quiros y Basilio Petrakis, se tejerán diversos acontecimientos que construirán una narración amena y disfrutable. El dibujo de los personajes es acertado. Letizia construye a dos seres que buscan amor pero a partir de historias sórdidas personales. Familias disfuncionales, hijos de por medio, prejuicios que atraviesan la relación son algunos de los puntos que toma Letizia para desarrollar el nudo de la historia. Igualmente, no se hace más hincapié que el necesario ya que siempre está mirando hacia el futuro de la historia.
Letizia plantea una historia sencilla y logra algo muy difícil: mantener la tensión cuando un hecho fundamental ocurre cuando promedia el libro. Lo que podría haber sido un final contundente, se ubica en la parte media del texto. Hete aquí que no cae el ritmo de lectura sino que, por el contrario, logra abrir el juego hacia otros rumbos. Puede ir desde el amor entre las parejas hasta la violencia de género pasando por las ideas preconcebidas en lo que sería constituir una familia.
La forma en que está escrito el libro ayuda a una lectura dinámica. Las ilustraciones son un punto a destacar ya sea para ilustrar algún momento determinado o para separar los “capítulos” –no está separado de esta manera el libro-.
Al respecto, la organización del mismo no respeta los cánones establecidos. Los agradecimientos están al principio pero con una diagramación diferente. Hay citas al Papa Francisco que sirven para ilustrar algunas cuestiones del texto pero esto no implica que sea o tenga algún tinte religioso.
Lo único que no termina de convencer es la longitud de las frases. Quizás, falta alguna puntuación a realizarse lo cual depende de la corrección del original. No obstante, el texto es disfrutable de principio a fín.
Habrá quienes digan que las historias de amor son previsibles. No hay duda pero está en la forma en que se cuenta la misma, la riqueza del texto. Ya lo dijo Paul Mc Cartney, “Pensas que la gente está cansada de escuchar tontas canciones de amor. Miro alrededor y veo que no es asi. Algunos quieren llenar el mundo con tontas canciones de amor. ¿Qué hay de malo en eso? Por eso, ahí voy de nuevo. Yo te amo”.
En esta línea de pensamiento, “El llanto fértil” plantea una lectura fácil y atrapante. Logra su cometido con simpleza y sencillez, sin caer en moralinas ni en el discurso pedagógico.
Excelente apreciación !
Realmente, un libro para recomendar.
Muy buen libro, lo recomiendo!