Actriz reconocida, de vasta trayectoria, ha incursionado en la pintura y fotografía. Ahora está presentando su muestra de fotos de París llamada “Parir”. Romina Ricci nos cuenta sobre su nueva faceta artística y sobre su actualidad teatral con Muscari.
Fotos: Nicolás Savine.
– Romina, ¿cuando surge la posibilidad de hacer esta muestra?
– Hace muchos años, Walter Farías, que es el director de la Alianza Francesa, vino a ver una muestra que hice de pinturas al oleo que hice. Ya desde ahí, me dijo que quería tener la muestra en su espacio. La verdad es que me colgué un poco. Era mi primer muestra y me puse a hacer otras cosas, de las que hago siempre, y lo dejé de lado. Después siguió mi proceso de búsqueda y llegué a la fotografía. Con ello, me apasioné mucho y cuando volví de París, de mi segundo viaje, empecé a estudiar en la Alianza Francesa. Ahí lo volví a ver a Walter y me preguntó “Romi, ¿en que andás?” y le mostré las fotos. Me dijo de hacer algo y asi fue.
– ¿Cómo te pegó Paris?
– Me pegó fuerte. Me apasionó la ciudad. Más para sacar fotos. Todo en blanco y negro y hay un par a color.
– ¿Qué buscó tu lente?
– La verdad que buscar, no busqué nada en particular. Es un momento en el que te das vuelta, hay algo que te interesa y ¡te interesa eso! No se si se puede saber que buscaba. No busqué nada. Lo que si me pasó fue que, en ciertos lugares, vi algo que me interesaba. Cuando volví a ir dos meses después, pasó que ya no era lo mismo porque bueno, hay una luz que cae justo en ese momento, ¿viste?
– En el dia…
– Si. Volví a los dos meses. Hacía mucho frio, lluvia y no estaba aquello que vi. Era una foto pegada sobre la pared, debajo de un puente (que está en la muestra) es una mujer embarazada pero ya está medio rasgada la foto que está pegada. Entonces me dije “En dos meses, cuando vuelva, va a estar genial”. No va a quedar y directamente, no quedó nada. Había otra luz y era asi. Ni saqué la foto porque era otra.
– Tu faceta de fotógrafa la vas a desarrollar como la de actriz…
– Es otra forma de expresión. También presento dos cortos.
– Justo te iba a preguntar al respecto…¿actuas en los cortos?
– Si.
– ¿Cómo te resulta estar frente y también detrás de la cámara?
– Está buenísimo porque se perfectamente que es lo que quiero. Por mi lado, lo facilita, y por otro, se me complica muchísimo porque estoy del otro lado. Pongo la cámara, veo el plano y después me vuelvo a poner pero obviamente primero tengo que hacer una foto del plano para poder verlo. Es un lío pero igual está bueno porque lo tengo muy claro. Más allá de que lo escribo…
– Siempre se dice que cuesta el estar adelante y atrás, por el tema de la tercera mirada, que sería la del director. ¿Coincidís con eso?
– Si. Igual siempre estoy con una persona pero igual, la mirada que me interesa es la mía. La mirada de los demás va a estar siempre y cada uno va a querer hacerlo a su manera. Entonces, que lo hagan ellos, que hagan otro corto, (risas). Será diferente al que yo quiero hacer.
– La critica siempre habla del estar delante y atrás al mismo tiempo. Inclusive habría un poco de ego en el hecho de estar delante y detrás….
– No se. La crítica puede decir lo que quiere. También es gente mirando algo que le gustaría, quizás, modificar o cambiar. Los cortos se los mostré a gente querida y obviamente hay partes y cosas…y todos opinan. “Mirá, a mi me parece que tendría que haber sido…”. Está bien pero eso es otro corto, otra historia.
En relación a lo del ego no me hago ni cargo porque el día de mañana, cuando tenga un equipo de filmación, no voy a querer elegir estar yo del otro lado. Este es un momento de experimentación, de necesidad, de hacerlo ya. Así que, en ese momento, no estoy especulando con que haya alguien. No me importa. Estoy en París con todo el equipo. Fui y me encontré con Iván González que vive allá. Le conté, le pasé por mail antes de llegar lo que escribí y lo que quería hacer. Llegué allá y lo hicimos. Punto.
– ¿Cómo fue la filmación?
– Hice dos cortos. Una acá y otra alla. La de acá fue en seis horas. Un disparate. Los cortos los presento en la apertura de la muestra. Después si va a haber una programación de cortos de Rohmer, pero los mios no los voy a poner porque no me da programar mis propios cortos…
– ¿Por qué no?
– Walter también me dijo lo mismo, que los ponga pero eso que lo haga otro. Igual los voy a seguir trabajando.
– Dijiste que el primer corto tardaste seis horas ¿y el segundo?
– Fue en Paris, donde estuve casi un mes. Fueron varios días de prueba. Igual, en el medio, viajé a Israel y después volví. O sea, hice una prueba antes. Fui, volví y ahí lo hice.
– Recién hablábamos de la crítica. ¿Cómo te llevas con la crítica?
– No tengo ningún vínculo con la crítica (risas). O sea, ya la palabra “crítica” me resulta un poco fea pero…porque criticar por supuesto, siempre está en otro lugar. Si la crítica tiene una mirada interesante, está bueno pero si es solo una mirada de lo que el otro quisiera hacer, ahí ya no se…Es lo que recién decíamos del ego, de aquél que escribe. Por eso, lo de los egos es complejo.
Intermedio: Diluvia en Buenos Aires. Romina se pide un te con limón para combatir un poco el frío. Se la ve entusiasmada con su nueva faceta de fotógrafa, con la cual abre su horizonte.Versátil como pocas, hablar con Romina es pasar por varias de sus facetas artísticas. Como tal, no podía estar ausente de la conversación el teatro.
– Hace mucho, te vi en “Dos cirujas”….
– ¿Si? ¿Viste “El Anatomista”?
– Si, también. ¿Cómo recordás “Dos cirujas”? La verdad, fue un trabajo muy lindo…
– Si, fue muy lindo. La pasé muy bien haciendo esa experiencia en el Rojas. La hicimos con Daniel Guebel que, para mi, es un escritor fabuloso. Fue linda. Después de haber terminado en el Rojas, organicé un día en mi casa una función para todas aquellas personas amigas que no pudieron ir a verla. La verdad, la recuerdo muy bien.
– Y después hiciste “Nena, no robarás”
– Si, un musical de Dani Umpi que fue un disparate y después seguimos haciendo en el Konex. El otro día, fui al Rojas y me acordé de toda esa época, de “Dos Cirujas” y “No robarás”. Ese teatro es una cueva, los camarines. Está muy bueno ese espacio.
– Si te pregunto por “El Anatomista”…
– Ya está en un punto en el cual surgen que nos sorprenden y necesitamos hacer eso. Son muchas funciones. No es fácil pero todavía nos divertimos y la pasamos bien. Nos llevamos muy bien entre nosotros. Hay mucha química y eso está buenísimo.
– ¿Cómo fue para vos trabajar con Muscari?
– La verdad es que me encantó porque sabe perfectamente todo lo que quiere. Te diría que fue una experiencia nueva. Sabe todo lo que quiere. Desde como te parás hasta el tono en que tenés que decir lo tuyo. O sea….y a mi me costó un poquito porque hice como otro proceso ensayando la obra. Necesitaba otras cosas y me costó bastante. Incluso, un día me dijo “No se si podés hacerlo vos”.
– ¿Si?
– ¡Si! Me lo dijo para pincharme y para que me apure, ¿entendes? Igual, me apuré después que me dijo eso y traté de hacer un proceso. ..pero nada, me parece que está bien. Está bueno eso que sea así y es una experiencia.
– El teatro de José es muy ágil…
– Si, es así, tac-tac, muy rápido todo. Me costó al principio ese registro, ¿viste? Pero me pareció que está bien. Aprendí mucho trabajando asi.
– Hay una impronta de video clip con ese vértigo.
– Si, es cierto. Con la música…es muy musical. Después obviamente, estábamos todos super conectados y eso se ve en escena. Surge y es como una canción entera que, por más que tenga varias escenas, se sale y se entra de una forma muy natural. La verdad es que estoy muy contenta con lo que logramos.
– ¿Cómo es el minuto siguiente al que bajás de escena?
– Tengo mucha hambre. Me pasa eso. Lo lindo es el anterior a entrar a escena, con la adrenalina a full. Con el posterior, ya está. El anterior, va de acuerdo al día. Si te duele la cabeza o la panza y es increíble que subís ahí y de repente, estás enrollado en una cosa de la que no podés salir.
La última. Si por esta puerta, ingresase la pequeña Romina que empezaba a estudiar teatro y demás, que le dirías? Algún consejo? Alguna recomendación?
– Le diría que estudie, que es lo que hago. No lo pienso como que fuera yo sino que fuera otra chica que está empezando. Ahora igual ahora estoy estudiando guión con Michelina Oviedo en Guionarte y también francés, en la Alianza, para poder leer y ver las películas. Si, hay que estudiar mucho. Hay que seguir haciéndolo constantemente.
“Parir –Instantáneas que capturan el espíritu de París-”. Alianza Francesa. Billinghurst 1926. Visitas: lunes a viernes, de 9 a 11hs y sábado de 9 a 13. Entrada libre y gratuita