Juan Cantafio, el mayor coleccionista privado de tapas de revistas, presenta este viernes 20 en Jungla Habitat Cultural,»Rainbow Faces». Un evento único y especial. que contará con portadas de personalidades destacadas de la comunidad LGTBIQ+ y reconocidas figuras del arte, la música, el cine y el deporte que apoyan la igualdad, la no discriminación y la inclusión.
En una distendida y cordial charla con ECDL, Cantafio cuenta algunas particularidades de su colección así como brinda su parecer sobre la influencia de internet y las redes sociales sobre la edición de revistas.
– Juan, ¿cómo surge la posibilidad de llevar “Faces” a Jungla Habitat Cultural?
– A través de una convocatoria abierta que Jungla realizó hace unos meses. Como soy del barrio y conozco el espacio, lo propuse y fue aceptado.
– A través de una convocatoria abierta que Jungla realizó hace unos meses. Como soy del barrio y conozco el espacio, lo propuse y fue aceptado.
-¿Le costó mucho realizar la selección para realizar esta muestra?
-Sí. Siempre me cuesta seleccionar el material a exhibir porque tengo casi 500.000 revistas en mi Colección. Hay que ver muchísimo material del archivo y decidir. Además, en éste caso, había que elegir tapas de revistas con temática LGBTQ+, que estuvieran enmarcadas para poder colgar en la muestra “Rainbow Faces”, un evento expositivo y multidimensional de artes de un único día.
¿Qué tuvo en cuenta para llevar a cabo esta “curaduría” sobre su colección?
-Más que nada, figuras emblemáticas de nuestra comunidad LGBTQ+, y aquellas que, por fuera, tienen una actividad y opinión pública no discriminatoria y son abiertas e inclusivas. Es un pequeño tributo a personas de muchos rubros y ámbitos en una selección de solo 40 cuadros con tapas basadas casi exclusivamente en rostros. Es como una sub muestra muy especial de “Faces” que estuvo desde marzo hasta el 14 de mayo en el Centro Cultural San Martín. Fue un éxito de público y crítica. Tuvo gran repercusión nacional e internacional, con más de 300 publicaciones en 17 países. ¡Algo totalmente infrecuente e inédito! Esto nos inspiró más aún para darle una producción potente para el viernes 20 de mayo de 19 a 24 hs con entrada totalmente libre y gratuita en Jungla.
– ¿Cómo y cuándo empezó a coleccionar las tapas de las revistas?
-Comencé a los 8 años, motivado por mi abuelo paterno, que era analfabeto. Cuando ya era muy mayor, hacía una changa como jardinero -siendo jubilado de hace años- para poder comprarme y regalarme la revista infantil “Anteojito” todos los jueves (estamos hablando de comienzos de 1970), para estimularme con el estudio ya que era buen alumno en la escuela. Vengo de una familia humilde del conurbano y vivíamos con lo justo por lo que comprar una revista era algo fuera de presupuesto para mis padres. Mi abuelo logró incentivarme por completo. Leía y miraba la revista con devoción y las guardaba intactas para releerlas todo el tiempo. Además mi padre, que era mecánico de aviación, recibía una revista llamada “Aeroespacio”. Me encantaba porque venía con contenido de aviones, vuelos, el cielo, cohetes a la luna y temas similares que potenciaban mi imaginación. Esto fue el inicio de la que hoy es mi Colección Cantafio –Arte de Tapa de Revistas- (www.coleccioncantafio.com ) que es la colección privada de revistas más grande de Latinoamérica.
– ¿Cuánto tiene de fotoperiodismo su colección?
– Todo, teniendo en cuenta que, cada 24 horas, la nueva modernidad lo vuelvo antiguo. Las historias de Instagram duran 24 hs y desaparecen. Esa es la métrica de tiempo del mundo actual.
En tanta cantidad de ejemplares que poseo que van de 1890 a nuestros días, la historia contemporánea y de todo el Siglo XX está allí en mi colección. Todos los hechos, ¡TODOS!
-¿Y de arqueológico?
– Esto se da porque aunque venía de antes, la pandemia aceleró la desaparición física del 70% de las revistas y ya tienen fecha cierta de caducidad de máximo (dicen) 5 años más. Luego, las que existan solo serán en versión digital. Las revistas impresas en papel serán un tesoro de la antigüedad. Un dinosauro a desenterrar en las hemerotecas o en las colecciones privadas. Serán verdaderos tesoros de la arqueología.
-Sí. Siempre me cuesta seleccionar el material a exhibir porque tengo casi 500.000 revistas en mi Colección. Hay que ver muchísimo material del archivo y decidir. Además, en éste caso, había que elegir tapas de revistas con temática LGBTQ+, que estuvieran enmarcadas para poder colgar en la muestra “Rainbow Faces”, un evento expositivo y multidimensional de artes de un único día.
-Más que nada, figuras emblemáticas de nuestra comunidad LGBTQ+, y aquellas que, por fuera, tienen una actividad y opinión pública no discriminatoria y son abiertas e inclusivas. Es un pequeño tributo a personas de muchos rubros y ámbitos en una selección de solo 40 cuadros con tapas basadas casi exclusivamente en rostros. Es como una sub muestra muy especial de “Faces” que estuvo desde marzo hasta el 14 de mayo en el Centro Cultural San Martín. Fue un éxito de público y crítica. Tuvo gran repercusión nacional e internacional, con más de 300 publicaciones en 17 países. ¡Algo totalmente infrecuente e inédito! Esto nos inspiró más aún para darle una producción potente para el viernes 20 de mayo de 19 a 24 hs con entrada totalmente libre y gratuita en Jungla.
-Comencé a los 8 años, motivado por mi abuelo paterno, que era analfabeto. Cuando ya era muy mayor, hacía una changa como jardinero -siendo jubilado de hace años- para poder comprarme y regalarme la revista infantil “Anteojito” todos los jueves (estamos hablando de comienzos de 1970), para estimularme con el estudio ya que era buen alumno en la escuela. Vengo de una familia humilde del conurbano y vivíamos con lo justo por lo que comprar una revista era algo fuera de presupuesto para mis padres. Mi abuelo logró incentivarme por completo. Leía y miraba la revista con devoción y las guardaba intactas para releerlas todo el tiempo. Además mi padre, que era mecánico de aviación, recibía una revista llamada “Aeroespacio”. Me encantaba porque venía con contenido de aviones, vuelos, el cielo, cohetes a la luna y temas similares que potenciaban mi imaginación. Esto fue el inicio de la que hoy es mi Colección Cantafio –Arte de Tapa de Revistas- (www.coleccioncantafio.com ) que es la colección privada de revistas más grande de Latinoamérica.
– Todo, teniendo en cuenta que, cada 24 horas, la nueva modernidad lo vuelvo antiguo. Las historias de Instagram duran 24 hs y desaparecen. Esa es la métrica de tiempo del mundo actual.
En tanta cantidad de ejemplares que poseo que van de 1890 a nuestros días, la historia contemporánea y de todo el Siglo XX está allí en mi colección. Todos los hechos, ¡TODOS!
– Esto se da porque aunque venía de antes, la pandemia aceleró la desaparición física del 70% de las revistas y ya tienen fecha cierta de caducidad de máximo (dicen) 5 años más. Luego, las que existan solo serán en versión digital. Las revistas impresas en papel serán un tesoro de la antigüedad. Un dinosauro a desenterrar en las hemerotecas o en las colecciones privadas. Serán verdaderos tesoros de la arqueología.
-Sí, una de la revista Humor, de Argentina, que tenía en tapa a Mirtha Legrand y había sido censurada.
-¿Hay alguna que siga buscando?
-No. Pero todas las tapas que tienen un rostro humano en primer plano (de cualquier época) y que no tenga, están en mi lista permanente. Me interesan siempre las más antiguas, de cualquier rubro, país o temática para seguir incorporándolas a mi archivo.
-Muchas, muchas, ¡muchas! La verdad, no puedo determinar ni una, ni dos, ni tres, sería una lista de unas 1000 tapas que sobre 500.000 totales. Igual sería una selección mínima.
-Las antiguas de la época art decó y art noveau.
– Hay muchos, te digo el “top ten” de los argentinos que más tapas de revistas a hoy, de aquí y del mundo: Diego Maradona, Lionel Messi, Eva Perón, Carlos Gardel, Susana Giménez, Valeria Mazza, el Tango, Buenos Aires, Soda Stereo, Guillermo Vilas y Gabriela Sabatini.
– No la que debería, donde esté totalmente naturalizado como algo más dentro de nuestra sociedad. Tiene visibilidad por algunos referentes en particular, pero nuestra educación en general se volvió precaria y atrasada en infinidad de temas. Igualmente hay lugares y actividades como las que desarrolla Jungla, que ayudan muchísimo a integrar, informar, educar y respetar.
– Ha sido mucha en nuestro país y el mundo. Las revistas han sido y son más modernas en éste sentido que la sociedad en su conjunto. Son más inclusivas aunque, paradójicamente, estén segmentadas por rubros o temas diversos.
– No me afectó como coleccionista, porque uno colecciona lo existente. Y también ya desde hace años, colecciono las tapas de revistas en formato digital de todo el mundo y esa cantidad ya es enorme.
-Se ganó en masificación, pluralidad e interacción más personal y sin intermediario, pero es un regreso potente a la ecuación inicial y directa de la comunicación emisor/receptor. Lo peor es la agresividad que las redes permiten y toleran. Los más apocalípticos enuncian que estamos en una etapa de mayor control de masas disfrazado de una falsa libertad general por todo lo que los medios y las redes nos permiten desde nuestro celular o nuestra computadora. No coincido en que estamos en los “tiempos de la posverdad”. Creo que, por el contrario, estamos en los tiempos de la “posmentira”.
-Sigue igual el impacto. Se sigue buscando y logrando porque lo primordial de una tapa es llamar la ATENCIÓN, así con mayúsculas. Las nuevas técnicas de diseño y edición de imágenes logran un arte de tapa más excepcional y maravillosa que nunca.
-Sí, porque la gente lee menos. Se consume menos medios gráficos, sean físicos/impresos o digitales. Todo lo audiovisual se deglutió casi a lo editorial gráfico.
-No tengo la suficiente información o conocimiento por afirmar o no éstas opciones que me preguntás. Desde lo personal, creo que no hay un equilibrio entre ambas opciones porque hay una gran saturación social que provoca sobrecarga informativa. Este stress, por acto reflejo, aleja a las personas de la necesidad de indagar, investigar e informarse más así como usar un pensamiento asociativo. Pero insisto es solo una inferencia personal sin datos ni estadísticas que puedan confirmarlo.
– Productor artístico de espectáculos, porque es mi trabajo. El coleccionista es un hobby.
– Oceanógrafo.
– SEGUÍ CREYENDO EN VOS TODA TU VIDA. NUNCA DEJES DE SER APASIONADO Y DE AMAR.