Bafici 2018, II: De Seúl a Buenos Aires.

En la segunda jornada del Buenos Aires Festival de Cine Independiente (BAFICI), tuvimos ese placer enorme que permite el cine de unir diversas latitudes, contextos, culturas e idiosincrasias.  Aquí, con dos propuestas diferentes pero de calidad.

A Tiger in Winter


Con las garras al acecho

Titulo original: Ho-rang-yi-bo-da mu-seo-wun gyeo-wul-son-nim. Guión y dirección: Lee Kwang-kuk. Con Lee Jin-uk, Ko Hyun-joung. Sonido: Kim Pil-soo, Chung Min-joo. Edición: Son Yeon-ji. Pais: Corea del Sur. Dirección de arte: Cho Sang-kyung. Musica: Yeon Ri-mok. Productor: An Bo-young. Produccion ejecutiva: Lee Kwang-kuk. Compañia productora: A Byeokdol Film. Idiomas: Coreano. Color. Minutos: 107. Director de fotografía: Kim Hyung-koo. Año: 2017. Formato: DCP

Suele concurrirse, en ocasiones, con expectativas enormes al cine, con respecto a lo que va a ver. El BAFICI tiene la costumbre de sorprender con estas películas. Una de ellas es, sin duda, “A tiger in Winter”, de Lee Kwang-kuk, en la que un hombre llamado Gyeong-yu vive -como puede- junto a su novia. Pero, ¿qué pasa cuando la relación atraviesa el tiempo, sin cambios?
Pero esto es solo un reduccionismo casi irrespetuoso de lo que viene después.

Con Seúl como escenario de los acontecimientos, empieza a abrirse un film donde todo pasa pero puertas adentro. Se siente, se palpa pero no cae en la mera descripción de los hechos. Hay momentos de explosión (obvios) pero lo importante va por otro camino, más sinuoso y contundente. Es la relación del individuo consigo mismo, su contexto y lo que ocurre cuando cae en desgracia. ¿Hacia donde va? Esto, sumado con el axioma de si “el fín justifica los medios” para lograr algún tipo de sanidad interna. La crisis de mediana edad tanto a nivel personal como profesional. Un escritor devenido chofer, una escritora sin inspiración, un amigo que tiene su propia -y cómoda/aburrida- vida y una novia fugitiva que, en tiempos de celulares, retoma la huída a la vieja usanza.

Los abruptos sucesos que debe aceptar en el marco de una sociedad civilizada, aunque se caiga a pedazos el cuerpo de un hombre. El desconcierto, la bronca y la tristeza, se demuestran en una medida tan insoportables que se plasman a través de metáforas con melancolía en su punto justo. Una hoja en blanco vacía de escritura, el soju como bebida acompañante o el tigre que acecha las calles de la ciudad, tras escaparse de su jaula.

Los personajes son tan particulares en sus vidas pero se asientan en llevar a cabo una historia que dejará con la sensación de haber visto una película sutilmente poderosa. Hay texto, dirección y actuación. Al respecto, Lee Jin-Uk y Ko Hyun-Joung es la pareja que lleva adelante la historia. El primero como ese joven atormentado, de semblante “Paren el mundo que me quiero bajar!” mientras que la segunda es una ex novia que fue aquello que Gyeong-yu quiso y no pudo (o supo) llevar por el camino del éxito, ser un escritor famoso.
Nada de recursos técnicos que llenen la pantalla, birlando el contenido o la contundencia de la palabra. Los cambios ocurrirán en su justa medida cuando el tiempo lo disponga. El tigre se sentará a contemplar como esa extrañeza de lo pasado no añorado, mutando con un presente que es tal. Hombre tigre del hombre que engendrará uno nuevo. Algo es algo. La vida es así.  

Sábado 14 de Abril. Village Recoleta. Sala 6. A las 16.30 hs
Lunes 16 de Abril. Artemultiplex Belgrano. Sala3. A las 22.50 hs

Las Vegas


Más allá de la ciudad del pecado.

Guión y dirección: Juan Villegas. Con Pilar Gamboa, Santiago Gobernori, Valentín Oliva, Camila Fabbri, Valeria Santa. Director de fotografía: Inés Duacastella. Dirección de arte: Ángeles Frinchaboy. Musica: Gabriel Chwojnik. Productor: Felicitas Raffo, Andrés Longares, Juan Villegas, Celina Murga. Sonido: Mercedes Gaviria. Edición: Andrés Quaranta. Produccion ejecutiva: Pamela Livia Delgado. Compañia productora: Cepa Audiovisual, Tresmilmundos Cine. Año: 2018. Formato: DCP. Pais: Argentina. Idiomas: Español. Color. Minutos: 75

Con “Las Vegas”, película que inició esta edición del festival, pone en primer plano una comedia bien realizada, donde todos sus componentes están bien definidos, llevando todo a buen puerto.
Desde el inicio mismo de la película, se aprecia como se irá desarrollando la historia de Laura y Martín, una ex pareja que se reencuentra en Villa Gesell, en plenas vacaciones. Cada uno ha empezado una vida nueva. Laura, viajando con su hijo Pablo y Martín, consolidando su pareja con Candela, una joven colombiana. Desde ya decimos que aquello que el lector está pensado que puede ocurrir, va a suceder. Pero no es eso lo que interesa. Al fin y al cabo, todo el mundo sabía como iba a terminar “Titanic” y la vio una gran cantidad de público. Lo que importa es el proceso en que los personajes desarrollan sus historias. A partir de ahí, cada uno tendrá su propio conflicto –con distinta visibilidad- con el que lidiar.

Con un ritmo sostenido y dinámico, su director Juan Villegas plantea una historia que irá del humor a la comedia romántica, con toques de drama y reflexión sobre las cuestiones generacionales (Joy Division y Pixies, de por medio) y el paso del tiempo. La empatía que se logra, a partir de estos parámetros, es por demás importante. Va desde las situaciones que se viven (las asignaturas pendientes del pasado, la introspección respecto al devenir de una pareja, las relaciones entre los “ex” y su respectivo hijo) hasta un futuro que está ahí, al alcance de la mano. Los vinculos tratados con humor no exento de seriedad.

El elenco es exacto, de calidad, pero quien se lleva todas las miradas es Pilar Gamboa. Actriz consagrada del teatro independiente y con variadas participaciones en televisión y cine, le da su toque personal a una Laura tan sofocante como querible, llevando el peso dramático y humorístico de la película con sapiencia y frescura.

Disfrutable de principio a fín, “Las Vegas” es de esas películas que te llevan por distintos estados, con una sonrisa cómplice al tiempo al tiempo que plantea algunas ideas de lo que es ser adulto, padre/madre y el deseo de ser feliz en esa montaña rusa llamado vida.

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