-Felix, ¿cómo está la situación del acampe al día de hoy?
– Por ahora estamos con una expectativa importante porque se van sumando líderes indígenas de distintas localidades de la provincia de Formosa. Eso nos pone muy contentos porque sabemos que no es solamente nuestra comunidad la que está en conflicto sino que hay más comunidades que se suman porque ven que es injusto el trato que estoy recibiendo. La solidaridad de mis hermanos es fundamental. Vinieron y se sumaron a esta lucha. Cambia el tono porque no es una comunidad sino casi toda la provincia que vienen a reclamar al gobierno nacional el tema de la cuestión social, la inseguridad jurídica de los territorios y los recursos destinados al desarrollo social, que no llegan. Está bueno que los mismos indígenas traigan sus inquietudes y no sea yo solo llevando la voz de distintas comunidades.
Este acampe se puede convertir en uno de todo el pueblo indígena de la Argentina. Va tomando otro color. Lo bueno de todo esto es que la gente nos acerca agua, comida y lo que necesitamos. Nos acompañan y nos alientan a seguir esta lucha.
-Han pedido una reunión con la Presidenta. ¿Hubo alguna novedad al respecto?
– No hubo ninguna novedad al respecto y tampoco tenemos ningún contacto con ningún funcionario de la Nación. Con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tampoco. Se acercó Gustavo Vera, que siempre nos ayudó y nos dio una mano. Siempre tuvo un gesto solidario muy noble y valora nuestra lucha. La conducta que tiene es incomparable.
-¿La represión que hubo en la provincia ha cesado?
-Ha cesado porque tenemos una medida cautelar que nos otorgó la Comisión Interamericana que el mes de diciembre se pudo sostener hasta que termine el conflicto.
-¿Qué le dice la gente que pasa por acá?
– La gente responde bien, a las formularios que tenemos para recolectar firmas para elevar a la Presidencia de la Nación que no es solo de los indígenas sino que también hay apoyo de la ciudadanía. Para nosotros es importante el acompañamiento con las firmas. Eso va a servir para cambiar la política argentina
– Recuerdo que en el anterior acampe, en el 2011, no fueron muy bien tratados….
– Es cierto, pero por ahora no hemos escuchado ningún insulto ni agravio hacia nuestra existencia. Pasan, nos saludan y nos alientan en nuestra lucha. Eso es positivo. Hay una conciencia de la ciudadanía. Antes lo miraban al indígena como si fuera una figura menospreciada. Se lo minimizaba. Ahora, gracias a la comunicación, se puedo comprender el porqué se hacían estas cosas. Estuvo muy bueno que todo haya cambiado respecto al 2011. Los que más nos han agraviado han sido los jóvenes de La Cámpora, que nos hicieron mucho daño. Nosotros no respondemos porque no venimos a buscar enfrentamientos con nadie sino que exigimos el cumplimiento de nuestros derechos.
-Justamente usted acusó a la Cámpora de haberlos expulsado del acampe anterior…
– Si, fueron los que nos hicieron expulsar a través de este hombre, Larroque. No sabíamos quien era. Hablaba conmigo casi toda la noche. Quería cambiar el interlocutor de ese momento. Anibal Fernández era Jefe de Gabinete y Randazzo, ministro del Interior. Randazzo tenía la orden de la Presidenta de que atendiera nuestro reclamo. Era él nuestro contacto. Larroque quería que cambiásemos de interlocutor y lo fuese Anibal Fernández directamente. Quería sacarlo a Randazzo del medio. Nosotros dijimos que no porque habíamos firmado un acta con Randazzo y personalidades del Derechos Humanos como Adolfo Perez Esquivel, Nora Cortiñas, Amnistia Internacional, el CELS, Defensoría General de la Nación, etc. Eran los garantes del diálogo que habíamos iniciado con el Gobierno Nacional
– Hace poco estuvo en “Intratables”. ¿Cómo se sintió en la televisión?
– Me hubiese gustado hablar un poco más. Lamentablemente, los medios tienen una limitación del tiempo. Te dan dos o tres minutos y si no te dan algo resumido, es muy difícil de explicar en tan poco tiempo. Soy una persona que le gusta hablar y explicar el porqué estamos aquí. No manejo las cuestiones técnicas para reducir un texto. Hablo asi y me cuesta reducirlo al tiempo televisivo. Igualmente siempre estamos agradecidos si nos brindan un espacio para decir lo que nos pasa.
-Es posible que el conflicto del pueblo Qom quede en el medio de la disputa entre el Gobierno y la oposición? Que los manipule?
– Estamos acostumbrados a esa utilización de la figura indígena. Parece que el ser indígena es una figura muy particular por la carencia de recursos, por las muertes. Somos un botín de guerra para quedarse con esa figura. Nosotros no queremos cambiar la política del país sino a mostrar nuestra presencia y reclamar lo que nos corresponde. Yendo a la historia del Estado Argentino, uno tiene que salir a organizarse y juntarse con todos los sectores que comparten esa idea de búsqueda de libertad. Esa libertad no la tenemos. Si no peleamos, nadie nos la va a dar. Ni la oposición ni el oficialismo, por lo que tenemos que relacionarnos con ambos sectores. También está la figura del capitalismo que quiere mantener al indígena pobre, condenado a la indigencia. Nosotros queremos que la gente que quiere ver al pueblo indígena libre, apoye nuestra causa. Queremos salir de la dependencia y del padrinazgo. Depender de las religiones, gobiernos, ONG. Queremos ser actores directos de nuestra propia política. Eso está costando mucho.
No estamos en contra del Gobierno ni de la oposición. Solo queremos nuestra libertad y que se respete lo ya firmado. Si nos hacen daño, les va a dejar una mala imagen. A nosotros no nos preocupa porque no venimos a desafiar y a buscar violencia. No queremos desafiar sino que nos respeten.